La pandemia ha disparado el absentismo laboral en Canarias, la segunda comunidad autónoma donde este indicador es más elevado, según el décimo informe elaborado por Adecco. De media, cada empleado del Archipiélago se ausentó de su puesto de trabajo 13,8 jornadas anuales, unas 110 horas y media, lo que sitúa la tasa de absentismo en el 7,8% en las Islas, la más alta desde hace veinte años.

En 2019, la tasa de absentismo en Canarias era del 6%, pero la irrupción del coronavirus ha supuesto que el Archipiélago sufra uno de los incrementos autonómicos más marcados, incrementándose este indicador un 1,8% en tan solo 12 meses.

A nivel nacional, el covid también ha disparado la tasa de absentismo hasta el 6,3% en el primer trimestre del año y hasta el 8,9% en el segundo, llegando a una media del 7,1%, que es 1,6 puntos porcentuales superior a la del año anterior a la pandemia. En toda España se han perdido casi 1.700 millones de horas que no han sido trabajadas, si se tienen en cuenta el número de horas pactadas y las horas no trabajadas debido a la incapacidad temporal del trabajador. Sin embargo, en el informe no tiene en cuenta las horas que no han sido trabajadas en 2020 como consecuencia de la extensión de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para tratar de sostener la destrucción de puestos de trabajo durante la crisis.

Un absentismo que, si se considera el coste medio de hora de trabajo, supone un coste bruto para el conjunto de la economía española de 36.900 millones de euros, lo que equivaldría al 3,3% del Producto Interior Bruto (PIB).

La razón de que en 2020 haya aumentado el absentismo está estrechamente liagada a la pandemia. Las bajas derivadas del coronavirus, las horas no trabajadas por permisos debido a los aislamientos preventivos para evitar contagios, mientras se esperaba un test o se cuidaba a un menor que estaba infectado o en cuarentena han incrementado el cómputo total a nivel nacional y son responsables de las tres cuartas partes del absentismo del año pasado.