Llega el adiós definitivo a la peseta. La antigua moneda se podrá cambiar en el Banco de España hasta el miércoles. Cada canario conserva una media de 5.560 pesetas en su bolsillo.

Nadie da duros por cuatro pesetas. Eso sigue igual casi 20 años después de que el euro llegara a las carteras de los españoles. Pero, hasta el miércoles, el Banco de España sí que da un euro por 166,386 pesetas. Cada canario tiene una media de 5.560 pesetas (33,41 euros) repartidas por las gavetas de sus casas. Unos las conservan como recuerdo de una época pasada, otros apenas son conscientes de que las tienen guardas y hay quien, en las últimas semanas, ha hecho una labor de arqueología doméstica para recopilar monedas y billetes, con el fin de canjearlos. «Todo lo que iba encontrando lo iba guardando en un neceser», apunta Almudena Rubio, quien el viernes hacía cola a las puertas de la sucursal del Banco de España con 5.000 pesetas en monedas y dos billetes de mil, en los que se puede ver la cara de Benito Pérez Galdós y el Roque Cinchado, en las faldas del Teide. Rubio recuerda con añoranza aquellos tiempos en los que con las 25 pesetas que le daban como paga semanal podía comprar todas las golosinas que se le antojaban y más. «Ahora se nota que el nivel de vida a cambiado mucho. Hoy vas con 50 euros al supermercado y no da para nada, mientras que antes con 8.000 pesetas llenabas el carro», lamenta.

«¡Sorpresa!. Regalo para las rebajas». Ese es el mensaje escrito con una perfecta letra de molde en el sobre que Montse Rivero encontró esta semana cuando hacía limpieza de las libretas y libros de su etapa de estudiante. En su interior, un billete de 10.000 pesetas, que había esperado casi tres décadas para aparecer. «Mi madre me dio ese dinero para que me lo gastara en lo que quisiera y eso haré, aunque sea tantos años después, porque era su deseo», explica Rivero y añade que al encontrarlo compartió un momento muy emotivo con sus familiares al recordar a su progenitora. La casualidad quiso que el billete saliera a la luz justo con el arranque de las rebajas de verano, pero las compras de Rivero no serán las mismas hoy que las que tenía planeadas cuando recibió el obsequio. «Quizás antes me hubiera comprado un vaquero de marca o una camiseta, ahora tengo claro que no lo destinaré a ropa, porque hay que pensarse más en qué gastarse el dinero», señala.

Entre los primeros de la cola estaba también José Santana. En sus manos una bolsa de plástico anudada con su tesoro personal. Como si fuera el cofre de un pirata afortunado, Santana la abre para presumir de su amplia colección de monedas, perfectamente separadas en pequeños paquetes según su valor. «Traigo unos 50 euros en calderilla», explica el hombre mientras muestra en la mano un puñado de duros. «Lo tenía en cajón guardado y, el otro día, haciendo limpieza de cosas antiguas me salió esto», detalla Santana, quien no tarda en añorar los años en los que con el dinero de esa bolsa se podía vivir varios meses. «Cuando yo era chico, la peseta era sagrada. Si te daban una tenías el fin de semana arreglado y con una moneda de medio duro se montaba una fiesta», recalca. Pero no todas las pesetas de su casa terminarán en el Banco de España. «Me he quedado con algunas para dárselas a mis hijos y, además, tengo otras que son más antiguas con las que quiero hacer un cuadro», detalla mientras devuelve las monedas a la bolsa.

Precisamente eso fue lo que hizo el abuelo de Himar Ruiz, quien le regaló una colección de monedas antiguas. «He visto por internet que algunas tienen valor, pero voy a ver qué me dicen aquí, porque varias son monedas conmemorativas», explica Ruiz. Si bien, el director de la sucursal del Banco de España en Las Palmas de Gran Canaria, José Rodríguez, apunta que en la entidad solo se pueden canjear las monedas que estaban en vigor el 1 de enero de 2002, cuando comenzó a funcionar el euro, así como los billetes en pesetas puestos en circulación a partir de 1939 y determinadas monedas conmemorativas. «Nosotros no nos dedicamos a hacer valoración numismática, pero si alguien piensa que su dinero podría adquirir valor, lo mejor que puede hacer es acudir a un especialista para que se lo evalúe», subraya Rodríguez y destaca que en el coleccionismo de monedas y billetes influyen factores como la rareza de la pieza, su antigüedad y su estado de conservación.

Durante las últimas semanas las sucursales del Banco de España han vivido una actividad inusual porque son muchos los rezagados que han apurado el plazo para canjear las pesetas por euros. En lo que va de año, los canarios han cambiado 61.160.357 pesetas por 367.587.20 euros. De ese monto, cerca de ocho millones y medio de pesetas, algo más de 51.000 euros –30.230 euros en Las Palmas y 20.780 euros en Santa Cruz de Tenerife–, han llegado a las ventanillas del banco en el Archipiélago a lo largo de este mes. «En España queda por canjear el 4% de los billetes que circulaba el 31 de diciembre de 2001 y el 48,4% de las monedas. Sabemos que hay dinero que no va a volver y ya se contaba con ello», sostiene el Rodríguez, quien reconoce que él también conserva alguna peseta en metálico «por su valor sentimental».