Hace un año, la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife advertía de que la recuperación del turismo en Canarias no sería posible hasta que se recuperase la actividad aérea, condicionada por el levantamiento progresivo de las restricciones a la movilidad y la reestructuración de las aerolíneas, un sector que ya vivía momentos complicados antes de que estallara la crisis del coronavirus. Un año después las cosas no han cambiado. La reactivación de la movilidad y de la conectividad siguen condicionando el arranque de un sector que se encuentra en un estado “calamitoso”, tras más de un año de cero turístico.

A pesar de que el escenario no ha cambiado, hay renovadas esperanzas de que la situación pueda variar en el medio plazo, siempre que se den las circunstancias para ello. La aceleración en el ritmo de vacunación en nuestro país y en el de los principales países emisores de turistas a las Islas; la aprobación y puesta en funcionamiento del certificado verde, que permita los viajes en condiciones de seguridad para los pasajeros, además de limitar en aumento de los contagios, tanto en los países de origen como de destino, “son condiciones imprescindibles para conseguir reactivar el principal motor económico del Archipiélago”, señala el presidente de la entidad cameral, Santiago Sesé.

Pero, además, “hay que trabajar para acelerar la recuperación intentando compensar, en el menor tiempo posible, el daño empresarial y sobre el empleo que está dejando esta crisis”. “No se entienden medidas como las que ha propuesto el ejecutivo central en su Plan de Reestructuración presentado a Europa en el que prevé incrementar las tasas aeroportuarias un 5,5% en los próximos cinco años cuando se debería hacer justo lo contrario, reducir las tasas como factor de estímulo de la conectividad y de competitividad del destino que permita recuperar el flujo turístico en el menor tiempo posible”, afirma Sesé.

El último Informe Sectorial de Turismo elaborado por la Cámara, correspondiente al primer trimestre del año, confirma el desplome que ha experimentado el sector turístico en el inicio de 2021. Canarias registró en este periodo la entrada de 261.373 turistas extranjeros, 2.469.575 menos que en los primeros tres meses del año pasado, que ya había registrado una caída del 25,8% respecto a 2019, según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Estas cifras suponen una pérdida anual del 90,4 %, que se ha concentrado en un retroceso del 92,1% en enero, del 93,7% en febrero y del 78,1% en el mes de marzo, pérdida de menor intensidad por compararse con marzo de 2020, cuando se aplicaron las medidas de restricción de la movilidad y el cierre de fronteras entre los países europeos para tratar de contener la expansión del virus.

Menos empleos

El personal empleado en establecimientos hoteleros, contabilizado por el INE en su Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos, experimentó un descenso interanual del 73,8% en el promedio del primer trimestre. Como en el resto de los indicadores, esta caída es más acusada en los meses de enero (-72,9%) y febrero (-78,9%), que en el último mes del trimestre (-68,8%), al compararse con marzo de 2020 en el que a partir de la segunda quincena se comenzó a reducir drásticamente la actividad.

Atendiendo no solo al sector alojativo, sino al de restauración, se aprecia también un deterioro significativo en el mercado de trabajo. Los afiliados a la Seguridad Social en la actividad de hostelería cayeron un 16,5% en su media trimestral respecto al año anterior. A 31 de marzo existían 117.611 afiliados, 12.057 menos que en 2020 (-9,3%).