El coronavirus ha convertido al Estado en el principal avalista de las empresas canarias. El 20% de los negocios de la región —dos de cada diez— ha conseguido liquidez gracias al respaldo de los fondos estatales desde el estallido de la pandemia. Son hasta 3.100 millones de euros —exactamente 3.099 millones— los que la Administración central se ha comprometido a poner de su bolsillo en caso de que los negocios avalados en las Islas no puedan devolver los préstamos. La garantía de la Agencia Financiera del Estado, es decir, del Instituto de Crédito Oficial (ICO), ha facilitado así que las empresas del Archipiélago hayan firmado con la banca un total de 40.433 operaciones de financiación desde mediados de marzo, cuando Pedro Sánchez decretó el estado de alarma.

Esos más de 40.000 préstamos bancarios son resultado de la línea de avales, de hasta 100.000 millones de euros, aprobada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para paliar las consecuencias de la lucha contra el virus en el tejido empresarial del país. Este mecanismo de financiación ha ayudado a obtener liquidez durante la pandemia a un total de 26.557 empresas de la Comunidad Autónoma. Son 4.050 millones —4.049,8 para ser exactos— los que las entidades canarias, incluidos los negocios de trabajadores autónomos, han arañado de los bancos gracias a los créditos respaldados por el Estado con esos 3.100 millones en avales. La gran mayoría de las empresas isleñas que se han apoyado en el ICO son pymes y micropymes del sector servicios.

De hecho, más del 90% de esas 26.557 entidades canarias que se han beneficiado de la línea de avales anti-Covid son pequeñas y medianas empresas, pymes, o trabajadores por cuenta propia. Y alrededor del 85%, diez puntos por encima de la media nacional, son negocios con menos de diez asalariados en plantilla.

En cuanto a las operaciones avaladas en cada una de las dos provincias de la región, lo cierto es que hay cierta disparidad. En la provincia de Santa Cruz de Tenerife son 13.723 empresas las que han cerrado 20.717 préstamos bancarios con el apoyo del Estado, mientras que en la demarcación de Las Palmas son casi un millar menos. En Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura son 12.874 las beneficiarias y 19.716 las operaciones de financiación, también en torno a un millar menos que en Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro. Sin embargo, los avales en la provincia oriental son más cuantiosos que en la occidental —1.802 millones de euros ha avalado el ICO en la demarcación de Las Palmas, frente a 1.297 en la de Santa Cruz de Tenerife— y han permitido inyectar mucha más liquidez: 2.375,3 millones de euros por solo 1.674,5 millones en las islas occidentales.

En todo el país, los avales promovidos por el Ministerio de Asuntos Económicos, que dirige Nadia Calviño, han ayudado a conseguir liquidez a 594.200 empresas. El Estado ya ha comprometido cerca de 87.100 millones de euros para que esos casi 600.000 negocios obtengan 114.648 millones. Aún quedan, por tanto, otros 13.000 millones de euros más para avalar operaciones de financiación empresarial.

Faltan ayudas directas

La patronal canaria valora los avales públicos para facilitar el acceso al crédito a las empresas, pero recuerda que se trata de un dinero que luego habrá que devolver, como cualquier otro préstamo. Tanto la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) como la división tinerfeña de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE-Tenerife) vienen así insistiendo en la necesidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez dé ayudas directas a las entidades de la región, que figuran entre las más golpeadas del país, si no las que más, por la altísima dependencia del turismo que padece la economía del Archipiélago. Sin embargo, España se mantiene como la única gran economía europea que aún no ha aprobado ayudas directas al menos en favor de la hostelería, con diferencia el sector más castigado por la casi desaparición de los turistas. Sí ha anunciado ayudas o subvenciones directas el Ejecutivo de Ángel Víctor Torres, pero queda ver su alcance.