El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha defendido este jueves que la operación de fusión con Bankia supone "una gran oportunidad de crear valor", pues saldrá una entidad "fuerte, bien provisionada y bien capitalizada", beneficiosa para todos los grupos de interés.

CaixaBank celebra este jueves en Valencia la junta general extraordinaria de accionistas que deberá aprobar la fusión por absorción de Bankia, operación que dará lugar a la mayor entidad del país, con un volumen de activos superior a 660.000 millones de euros, cuotas de mercado cercanas al 25 % y más de 20 millones de clientes.

En su discurso ante la junta, Gortázar ha explicado que la previsión es que la fusión se materialice durante el primer trimestre de 2021 y que la integración operativa entre las dos entidades se ejecute antes de finalizar ese mismo año.

Ha recordado además que en la operación de canje CaixaBank ofrece 0,68 acciones nuevas por cada acción de Bankia, que la sociedad mantendrá su sede social en Valencia y que existirá una doble sede operativa en Barcelona y Madrid. "Pensamos que la operación es una gran oportunidad de crear valor para todos los grupos de interés, incluyendo, por supuesto, a los accionistas, los de CaixaBank y también, los de Bankia", ha señalado.

Gortázar estima que la operación permitirá obtener sinergias en una cifra superior a los 1.000 millones de euros anuales: 290 millones procedentes de mayores ingresos y 770 millones de ahorro de costes. "Se trata de cifras alcanzables y razonables que hay que entender que no se obtienen todas en el primer año, sino que se consiguen de manera progresiva a medida que se producen integraciones operativas y se materializan las oportunidades comerciales", ha subrayado el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, que será también el primer ejecutivo de la nueva CaixaBank.

Para alcanzar estos ahorros, ha indicado, será necesaria una inversión en reestructuración con un coste global que se ha estimado en 2.200 millones de euros, que se rentabilizará "en un plazo relativamente corto", ha destacado Gortázar, ya que equivale a menos de tres años de los ahorros anuales previstos.

El ejecutivo ha reconocido que uno de los apartados "más críticos" de la reestructuración es la de personal, un tema que se abordará una vez cerrada la fusión legal. "En este momento estamos trabajando en cuantificar el excedente de plantilla y en las fórmulas más adecuadas desde el punto de vista empresarial y también personal", ha subrayado.

Gortázar ha explicado que CaixaBank se ha embarcado en este proyecto para asegurar la sostenibilidad a largo plazo, con estructuras de costes más eficientes y mayor capacidad de inversión, y todo ello en un momento complejo, marcado por los bajos tipos de interés, la elevada competencia y las consecuencias de la pandemia de coronavirus. "Estamos convencidos de que la operación que proponemos será beneficiosa para todos los grupos de interés", ha remarcado.

Gonzalo Gortázar estima que la nueva entidad mejorará la ratio de cobertura de la morosidad en 3 puntos, contará con un incremento de los activos líquidos hasta los 128.000 millones y una ratio de solvencia core capital que excedería el mínimo requerido en más de 310 puntos básicos. "La entidad resultante será, por tanto, una entidad fuerte, bien provisionada y bien capitalizada", ha incidido.

El consejero delegado ha finalizado su discurso recordando la posición de fortaleza en la que se encuentra CaixaBank y agradeciendo "la iniciativa, liderazgo, dedicación, profesionalidad y generosidad" que ha mostrado estos últimos cuatro años el presidente Jordi Gual, que no seguirá en la nueva entidad.