El escenario más optimista que maneja el Gobierno de Canarias asume que el parón económico al que ha obligado la pandemia global por Gobierno de Canariasglobalcoronavirus Ante ese panorama desolador, el sector público mira hacia el sector de la construcción como tabla de salvación.

Ya generó 2.000 puestos de trabajo en mayo y, a decir del presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), Óscar Izquierdo, continuará haciéndolo en los siguientes. Falta va a hacer para asumir el constreñimiento del mercado laboral canario, de entre un 12,7% y un 19,2%, según un documento elaborado por la Viceconsejería de Economía e Internacionalización del Gobierno de Canarias.

Las predicciones menos halagüeñas señalan que la factura que habrá de pagar el Archipiélago ascenderá a 8.632 millones de euros, el 19,2% del producto interior bruto (PIB) total. Y si imaginamos que para final de año ya la temporada alta turística se mueve en unos niveles aceptables, la pérdida sería de 5.622 millones de euros, un 12,7% de la economía de las Islas.

Desde los primeros momentos en que se tomó conciencia del golpe, el vicepresidente del Gobierno autonómico y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, expuso la necesidad de elevar la deuda por encima de los corsés impuestos en los últimos años por Bruselas e invertir en construcción. Es uno de los nichos de actividad que más mano de obra demanda y precisamente eso es lo que demanda Canarias en la actualidad, acortar la brecha entre demanda y oferta de empleo todo lo posible.

En opinión de la presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de Las Palmas (AECP), Salud Gil, para ello es necesario que la clase política se sacuda "los complejos" cuando toca hablar del sector. "Lo contrario resulta intolerable y contribuye a apuntalar una imagen que no nos corresponde", afirma.

Tanto ella como Izquierdo destacan que la obra pública es una herramienta indispensable en la carrera por la sostenibilidad. "La eficiencia energética pasa por nosotros", explica Gil, mientras su homólogo en la provincia de Santa Cruz de Tenerife aboga por aborda "de una vez por todas las obras hidráulicas" que necesita el Archipiélago. El "retraso" acumulado genera "grandes multas de la Unión Europea" mientras continúan apolillándose los proyectos de alcantarillado o depuración de aguas residuales, por ejemplo.

Apartarles del discurso político no es la única queja del sector. Otra principal y escuchada durante largo tiempo es la necesidad de agilizar la tramitación de las obras, un precepto que se recoge en el Pacto por la Reconstrucción que rubricaron todas las fuerzas políticas, excepto el PP, el Día de Canarias.

El mejor de los escenarios dibujados por la Viceconsejería de Economía contempla la recuperación de los niveles de producción previos a la crisis en el primer trimestre del año próximo y la creación en todo 2021 de más empleo -77.900- del que va a perderse. Es probable que una noticia tan buena no llegue a concretarse al menos sí marca un deseo a perseguir.

En ese marco es en el que Gil e Izquierdo demandan que la celeridad se haga realidad. "La Ley del Suelo da tres meses para obtener una licencia y nos encontramos con casos en el que el proceso se dilata hasta los 24", lamenta el presidente de Fepeco.

Además, añade Gil, "ni siquiera hay que esperar por el dinero que pueda llegar de la UE". Les bastan avales o "adelantos sobre certificaciones futuras". Lo que ambos tienen claro es que no hay tiempo que perder para evitar el desempleo de miles de ciudadanos.