Ha tardado, pero por fin Bruselas pone sobre la mesa una propuesta que unifica criterios entre los 27 países comunitarios a la hora de recuperar un sector tan esencial para Canarias como el turístico, en punto muerto por la pandemia del Covid-19. Fueron tres mujeres, la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, la de Interior, Ylva Johansson, y la de Transporte, Adina Valeana, quienes ayer hicieron pública la hoja de ruta elaborada por la Comisión Europea (CE), en la que se apuesta por abrir las fronteras interiores para poder así salvar el turismo en verano. Una apertura que se realizaría en tres fases marcadas por el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, que recomienda pasar del actual cierre de fronteras que prohíbe todos los viajes no esenciales a un levantamiento parcial de restricciones, con traslados personales y visitas familiares, hasta llegar al objetivo final, el de dar vía libre a todos los viajes.

Además, la guía europea marca tres criterios para que los países reabran sus fronteras y el flujo de visitantes regrese. En primer lugar, los factores epidemiológicos, que priorizarían las zonas y los estados miembros donde la situación está mejorando; en segundo lugar, la capacidad de aplicar durante todo el viaje las medidas de contención, como las de distanciamiento físico o las higiénicas; y, finalmente, se tendrían en cuenta las consideraciones socioeconómicas para impulsar el tránsito entre áreas clave de actividad.

Si se siguen estos criterios, Bruselas no ve necesario recomendar cuarentenas generalizadas -como la que ha decretado España para los viajeros que lleguen a partir de mañana- porque asume que los corredores que se abran será entre regiones y países con situaciones similares a nivel sanitario y de protección. "Es una decisión de los estados miembros", aseguró la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, que añadió que si se retoma el tránsito entre espacios que siguen un estrecho control sobre la situación epidemiológica, con niveles similares de contagio y la capacidad reforzada de sus sistemas sanitarios "no sería necesario tener cuarentenas".

En cuanto a las medidas de seguridad sanitaria imprescindibles para restaurar de forma segura el transporte y la conectividad, la CE no se considera necesario dejar los asientos libres en los aviones si se siguen ciertos protocolos de seguridad, mientras que sí se recomienda en el caso de los trenes, ferris y guaguas. Será la Agencia Europea de Seguridad Aérea la que elaborará en las próximas semanas unas directrices técnicas de operación, en las que la CE propone que se incluyan medidas como el uso de la mascarilla, el refuerzo del filtrado de aire de nivel de protección equivalente al hospitalario, el medio electrónico para los documentos y los pagos, o la reducción del movimiento de las personas a bordo de las aeronaves.

Finalmente, ante la falta de liquidez de las aerolíneas, la CE recomienda que no se realice el reembolso de los pasajes, sino que se conviertan en un bono lo suficientemente atractivo para el turista. Para ello, los cupones debería tener un período mínimo de validez de 12 meses o que puedan ser transferidos a otro pasajero sin ningún coste adicional.

La definición de una hoja de ruta similar para todos los países europeos ha sido muy bien recibida por el Gobierno canario y por los hoteleros. La consejera de Turismo, Yaiza Castilla, se congratula de que "por primera vez en esta crisis económica y turística haya habido un pronunciamiento único, que apoya y da confianza al sector". Castilla resalta que el documento "no sólo intenta proteger a los consumidores y reconocer sus derechos, sino que también lucha por velar por la supervivencia de la industria turística, que ahora mismo tiene gravísimos problemas de liquidez". La responsable turística se muestra además a favor de que no se dejen libres los asientos de los aviones, puesto que existen otras medidas de prevención que son viables económicamente.