La desaparición de los bancos por la crisis financiera, las fusiones, la digitalización y la necesidad de reducir costes han provocado un ajuste radical de la red de sucursales bancarias en esta última década.

En estos últimos años el sector bancario ha ajustado su modelo de negocio mediante el cierre de oficinas y la reducción de cajeros automáticos, en su búsqueda de rentabilidad y adaptación a las nuevas tecnologías.

Las entidades financieras quieren tener satisfechos a sus accionistas, en un clima en el que la política monetaria del Banco Central Europeo va a mantener los actuales tipos de interés en mínimos con lo que necesitan mejorar su rentabilidad.

Los bancos restringen cada vez más las operaciones que se pueden hacer a través de la ventanilla en las oficinas y pretenden que sus sucursales sean espacios para asesorar y vender productos financieros.

A todo esto, tenemos que sumarle que los clientes se han acostumbrado a usar las herramientas online, la banca por internet, el cajero, etc.. Cada vez visitan menos las sucursales y, en consecuencia, los empleados lo tienen más difícil para vender los seguros, planes de pensiones, préstamos personales, etc, ?

Destacar, que entre los años 2008 y 2019, el número de oficinas bancarias en nuestro país se ha reducido en más de un 43%, "una cifra impactante", debido a que se ha situado en niveles similares a los registrados en el año 1981. El total de locales cerrados se ha situado en 19.696. La comunidad autónoma más afectada en España ha sido Cataluña por la sobredimensión que mantenía, siempre según datos del Banco de España. Los dispensadores de efectivo suelen estar situados en las propias sucursales, con lo que el cierre de oficinas ha provocado la desaparición de muchos cajeros automáticos. Sigue habiendo una gran necesidad por parte de los ciudadanos de acceder al efectivo, ya sea a través de ventanillas bancarias de atención al público o de los propios dispensadores automáticos.

Ante esta situación junto con el mayor uso de las tecnologías para realizar los pagos a través de medios digitales han generado un cambio de tendencia con una posible desaparición del dinero en efectivo a largo plazo.

No olvidemos que el efectivo sigue siendo el medio más habitual de pago en España, con lo que el acceso al mismo resulta de la máxima importancia.

La situación más crítica y drástica ante el cierre de oficinas en España se ha producido en los municipios que cuentan con un reducido número de habitantes que han perdido la única oficina bancaria que mantenían.

Los mayores y los habitantes de pueblos están siendo los más afectados. Esta situación está dejando desamparados a muchas personas mayores que no tienen capacidad de gestionar sus finanzas de manera online ante esta brecha digital. No olvidemos que gran parte de la población no hace uso de las tecnologías.

Ante esta situación la banca ha desarrollado canales alternativos para cubrir estos cierres, como oficinas móviles o agentes financieros, pero llegan a cubrir las necesidades de los clientes. También, los agentes no bancarios están empezando a ofrecer el servicio de retirada de efectivo a través de cajeros automáticos multiuso.

La tendencia a largo plazo será una menor disposición del efectivo lo que podría generar un cambio en el paradigma en este medio de pago tradicional con la transformación digital que estamos viviendo.

En los países nórdicos, el 95% de las operaciones se realizan por internet, incluyendo todo tipo de pagos, transacciones, ?quizás y lo más probable que la tendencia sea esta en España.

¿Nos acabaremos adaptando a esta transformación?

* Socio director JH Asesores Financieros & Bancarios