La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros mensuales, que entró en vigor el pasado 1 de enero, tiene en el colectivo de los empleados domésticos a uno de sus principales damnificados. El número de trabajadores afiliados dentro del régimen especial de empleados del hogar, en su gran mayoría mujeres (representan más del 90%, es decir, nueve de cada diez), suman con datos a 31 de octubre un total de 9.897 personas. Es la primera vez que esta cifra baja de los 10.000 cotizantes desde agosto de 2012. Además, son cerca de 300 menos de los que había en diciembre del año pasado, exactamente 296 menos, al pasar de 10.193 a esos 9.897. El alza del SMI ha acelerado, por tanto, la pérdida de afiliados a la Seguridad Social en este régimen especial, en el que muchos trabajadores, o más bien trabajadoras, perciben justamente el sueldo mínimo que fija la ley, de ahí que su incremento los haya devuelto a la economía sumergida.