Las amenazas a la economía europea y global no dejan de amontonarse. A un brexit de incierto pero inquietante desenlace se unen la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la delicada situación por la que atraviesan algunas economías de la UE. Una de ellas, la alemana, preocupa de forma especial en España y, en concreto, en Canarias. Siempre dependiente del exterior, el Archipiélago ya siente los efectos del frenazo de la considerada locomotora económica del continente, en forma, por ahora, de un considerable recorte del volumen de visitantes que recibe del país germano. Otras consecuencias, menos directas, acechan en el horizonte: una recesión alemana -que puede darse al cierre del tercer trimestre del año- podría derivar en un descenso de la aportación del país a los fondos comunitarios que se sumarían al provocado por la marcha del Reino Unido.

Los datos del Instituto Canario de Estadística (Istac) certifican el golpe que ha supuesto para el sector turístico de las Islas la caída del mercado alemán: 204.500 visitantes menos entrados durante los primeros siete meses del año, casi un 12% menos que en el mismo periodo de 2018. Más del 65% de la disminución de las llegadas totales en lo que va de ejercicio corresponde a turistas de esta nacionalidad. Los expertos consultados apuntan al deterioro de la economía alemana como una de las causas principales de esta situación, en confluencia con otros factores, como la recuperación de destinos competidores de Canarias en el arco mediterráneo -Turquía, sobre todo- y el cierre de algunas aerolíneas que operaban entre Alemania y el Archipiélago, al que ahora se suma el del turoperador Thomas Cook, con las dudas sobre su filial germana, Condor.

"El enfriamiento de la economía y el resurgir de otros destinos que pudieran resultar más baratos implica una reducción de las expectativas. Ahora mismo se está vendiendo el verano del año que viene y los turoperadores están comprando menos porque tienen la previsión de que les van a comprar menos a ellos", argumenta Juan José Hernández Castro, secretario técnico del Colegio Oficial de Economistas de Santa Cruz de Tenerife.

El impacto de la crisis de Alemania obedece al efecto tractor que ejerce sobre el conjunto de la economía europea. "Es un país crucial económicamente hablando, y si tiene mermas en su poder de compra termina por arrastrar a la baja al resto", apunta el economista José Miguel González. El hecho de compartir moneda presenta "muchos efectos positivos", pero impide utilizar la paridad de los tipos de cambio para mejorar la balanza comercial, lo que supone que "no hay nada que se pueda hacer para compensar" esa bajada, advierte. Como región esencialmente proveedora de servicios, Canarias se ve afectada de manera negativa por esa disminución de la demanda germana.

Tanto Hernández Castro como González destacan la repercusión que el bache por el que atraviesa la economía alemana pueda tener sobre el presupuesto de la Unión Europea. Canarias es, recuerda el secretario del Colegio de Economistas, un territorio "netamente atrayente" de fondos comunitarios. "Las diferentes políticas -agrícola, industrial, de servicios...- se ven trastocadas, a lo que hay que añadir el efecto del brexit". ¿Cómo se compensará la desaparición de la aportación del Reino Unido y el descenso de la Alemana? González pronostica que finalmente no se exigirá al resto de países elevar su contribución, lo que se traducirá en una caída global de los fondos, muy perjudicial para regiones como las Islas.

Este tipo de circunstancias, señala el exdirector general de Trabajo del Gobierno canario -ahora en la consultora Corporación 5-, "deben ser incorporadas por el Gobierno central y el autonómico dentro de sus planes, porque es necesario parapetarse ante los efectos negativos mediante políticas anticíclicas", algo que no parece muy claro que esté ocurriendo. En el caso del Ejecutivo central, su situación de interinidad -que ahora vuelve a prolongarse- bloquea la toma de medidas. Respecto al ámbito de Canarias, González anima a analizar la "oportunidad de las decisiones", pues, a su juicio, se están produciendo intensos debates sobre asuntos que, siendo "socialmente relevantes", no están conectados con los "efectos perniciosos de lo que está sucediendo a nivel internacional".

La interrelación entre unos factores y otros hace que sea difícil determinar dónde empiezan las causas y dónde las consecuencias. Las nuevas políticas sobre emisiones están repercutiendo en la potente industria automovilística alemana -afectada, a su vez, por las tensiones comerciales entre EEUU y China y por las políticas proteccionistas- y este deterioro se manifiesta en países como España, donde se fabrican esos coches. Hernández llama la atención sobre las significativas ofertas en la venta de automóviles -"tienen que salvar el año y luego el mes"-, que pueden ser un preludio del cierre de concesionarios. "Cuando el mercado de kilómetro cero empieza a subir, es un indicador de que hay un desajuste", afirma el secretario técnico del Colegio de Economistas. La materialización de un acuerdo comercial entre la UE y los países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) después de veinte años de difíciles negociaciones puede obedecer, según Hernández Castro, a la necesidad de dar salida hacia Latinoamérica a esa producción de coches que ahora no compra Europa.

En la balanza comercial con Alemania, como resulta lógico, Canarias es una región claramente importadora, aunque la magnitud de la exportación de ciertos productos al país centroeuropeo no puede desdeñarse. Según un informe del Departamento de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, los envíos desde las Islas sumaron casi 30 millones de euros el año pasado, 25,1 en 2017 y 34,5 en 2016. Los aceites esenciales y perfumes fueron en 2018 el género de productos con mayor peso, 7,8 millones, seguidos de los aparatos ópticos, con 4,3.

En cuanto a las importaciones, Canarias recibió productos alemanes por 531,2 millones en 2018, por 506,5 en 2017 y por 451,6 en 2016. Los automóviles representaron el capítulo más cuantioso el ejercicio pasado, con 262,3 millones de euros. A gran distancia se sitúan la leche y los productos lácteos, que supusieron 21,1 millones en 2018.

Un total de 1.278 empresas exportaron desde el Archipiélago a Alemania el año pasado, menos que en los dos anteriores -1.445 en 2017 y 1.405 en 2016-, mientras que 11.334 se dedicaron a importar producciones germanas -16.859 y 17.960 en los dos ejercicios precedentes-, a tenor de los datos de la Cámara. En cuanto a la inversión extranjera, Canarias recibió 632.000 euros procedentes de Alemania en 2018.