El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, ha considerado este viernes que será difícil rellenar a corto plazo el hueco que ha dejado la quiebra de Thomas Cook en el tráfico aéreo en España y, especialmente, en Canarias, lo que podría llevar a ajustes de precios.

Por ello, la patronal cree que un crecimiento de capacidad ya más moderado que preveía para esta temporada de invierno en España (octubre 2019-marzo 2020), de un 1 % respecto a un año antes, podría convertirse incluso en un descenso, ha explicado Gándara en una rueda de prensa.

En la temporada de invierno, la oferta aérea en España alcanza 87 millones de asientos, pero esta cifra incluye las 650.000 plazas que tenía programadas Thomas Cook (un 0,7 % del total), por lo que, en función de cómo se reemplacen, podría mantenerse o variar a la baja.

Según Gándara, a corto plazo, pocas compañías aéreas cuentan con suficiente capacidad de reacción para poder operar nuevas rutas que no tenían programadas, por no disponer de más aviones y por los problemas que pueden tener para acceder a los derechos de vuelo de Thomas Cook, especialmente en el aeropuerto de Londres-Gatwick.

A ello se suma, además, el parón que sufre el avión Boeing B737 MAX, sin que aún se sepa cuándo podrá reanudar sus operaciones y, con ello, la entrega de los pedidos por parte del fabricante estadounidense.

No obstante, es posible que algunas aerolíneas cambien su programación para ocupar el hueco dejado por Thomas Cook, algo que ya ha hecho Jet2, que ha incrementado en unos 160.000 asientos su oferta de plazas en España.

Aunque los efectos inmediatos como la caída del tráfico aéreo puedan ser perceptibles, desde el sector "se confía en que a medio plazo se estabilizará, con más aerolíneas cubriendo la capacidad de la antigua compañía", ha señalado.

Gándara ha minimizado el impacto real que podría tener una medida como una bajada de tasas por parte de Aena para incentivar el tráfico en Canarias, ya que la capacidad de reacción para la temporada de invierno es muy reducida por problemas de disponibilidad de aviones y de derechos de vuelo, ha insistido.

Además, si Aena bajara las tasas en algunos aeropuertos las debería subir en otros, ha advertido.

Más allá del impacto provocado por Thomas Cook, la asociación ha asegurado que desde diciembre de 2016 el crecimiento del tráfico se ha ido moderando en España, debido a la desaceleración económica de los principales mercados europeos que originan tráfico a España y a la incertidumbre ante la posibilidad de que se produzca un 'brexit' sin acuerdo.

Esta última es una de las tres principales preocupaciones para el sector aéreo junto a los problemas de congestión de control aéreo y el impacto de las futuras medidas de lucha contra el cambio climático.

No obstante, ha recordado que la conectividad con el Reino Unido está garantizada al menos hasta octubre de 2020, y que las aerolíneas llevan tiempo preparándose para el 'brexit', tienen sus planes de contingencia y que, en este proceso, adaptar las estructuras de control y propiedad se ha hecho clave.