Canarias quiere proteger su liderazgo turístico frente a la renovada competencia de otros destinos apostando por el turismo de calidad, una expresión a la que se recurre desde hace años como a una fórmula mágica pero que tiene contenidos concretos: atraer visitantes de alto poder adquisitivo concentrados en segmentos como el turismo de compras (shopping), de salud o de congresos. Materializar estos propósitos exige adoptar medidas. Una de ellas es poner en marcha un sistema que garantice la devolución del IGIC a los turistas no comunitarios. Su aplicación puede añadir al producto interior bruto (PIB) de la región 117 millones de euros, según los cálculos más conservadores realizados por el operador de tax free Global Blue. La estimación se eleva hasta los 502 millones de euros si finalmente se produce la salida del Reino Unido de la Unión Europea, con lo que esta medida podría mitigar, al menos en parte, los perjuicios que representaría el brexit.

El gerente en España de esta firma, Luis Llorca, participó ayer en el I Foro de Turismo de Calidad de Tenerife -organizado por el Corte Inglés-, donde explicó que la puesta en marcha de un sistema digital que agilice el reintegro del impuesto indirecto canario a los visitantes de fuera de la Unión Europea supone "una herramienta" que añadirá un "elemento diferenciador" a la promoción de las Islas y "actuará como gancho para que vengan más y gasten más". En la actualidad, los trámites para conseguir la devolución son "tan engorrosos" que el sistema "no funciona", a lo que se suma -añadió Llorca- que los comercios tardan entre seis meses y un año en que la Agencia Tributaria Canaria les ingrese el dinero.

Los primeros pasos están dados: el Gobierno canario modificó la normativa el pasado verano para digitalizar la gestión y aplicar un método similar al que se usa para el IVA. Se trata, según Global Blue, del mejor sistema de validación digital europeo. Sin embargo, todavía no se ha desarrollado. "Nos gustaría que estuviera este año, pero no está yendo deprisa", apuntó el gerente de la operadora internacional de tax free.

El turismo de compras y el de salud son "los que tienen mayor capacidad de crecimiento". Potenciar estas actividades beneficia al mercado de trabajo, puesto que son los destinos que más elevan el gasto "no estándar" -en el que se incluyen el shopping y el desembolso en sanidad y bienestar- los que cuentan con mayor nivel de empleo, indicó Javier Fernández Andrino, director de Marketing Internacional y Turismo de Lujo de El Corte Inglés.

Los ojos del sector deben estar puestos en los mercados turísticos emergentes, cuyo peso aumenta a medida que progresa su clase media. "Sería insensato no mirar a China", advirtió Fernández Andrino. Canarias tiene objetivos más cercanos: el turismo africano de alto valor adquisitivo procedente de Marruecos o Argelia. De hecho, los marroquíes -atraídos sobre todo por las compras- son el primer mercado de la Costa del Sol. Es, según el directivo, un "pastel" al que el Archipiélago no puede renunciar.

"¿Cómo es posible que no sepamos más de Canarias y que no vayamos también allí?". Eso le dijo una dirigente política marroquí, asidua a la Costa del Sol, a Pablo Martín Carbajal, consejero delegado de Proexca, la empresa pública del Gobierno canario dedicada a la proyección exterior de la economía. isleña. Durante su intervención, Martín Carbajal anunció el próximo inicio de una campaña online para promocionar Canarias como destino de servicios, ocio y compras, comenzando por Senegal.

Por su parte, el consejero de Turismo del Cabildo de Tenerife, Alberto Bernabé, se refirió al "caso de éxito" de los turistas rusos para resaltar la necesidad de captar mercados que en principio "pueden resultar difíciles de entender" y así fortalecer el sector ante la "incertidumbre" en torno a la situación de los británicos.

La aventura africana de Binter comenzó en 2005 y dio un "salto" en 2012 con la incorporación de nuevos destinos, recordó Pablo Landrau, jefe de Desarrollo de Mercadores Exteriores de la aerolínea. Los visados y las altas tasas aeroportuarias en algunos de los países son, a su juicio, las principales limitaciones de estas operaciones que, sin embargo, no impiden que tengan "cada vez más passajeros", muchos de ellos interesados por el turismo de compras, que es "una realidad".

El turismo sanitario pide el apoyo de la Administración

Con decenas de centros hospitalarios privados, clínicas dentales y centros de estética, Canarias es un destino idóneo para el turismo de salud. A ello contribuye también que son precisamente los principales mercados de las Islas -alemanes y británicos- los primeros emisores de turismo médico y de bienestar, con lo que oferta y demanda se encuentran alineadas. Sin embargo, la actividad no termina de desarrollarse, en parte por un insuficiente impulso de las administraciones públicas y en parte por las carencias que todavía presenta el sector.

Ese fue el diagnóstico que expusieron ayer los participantes en la segunda mesa redonda del I Foro de Turismo de Calidad de Tenerife. "Tenerife ha sabido ver la importancia de este segmento, pero esto es una carrera de fondo, y si las administraciones no se implican es imposible", afirmó Carlos Abellá, gerente de Spaincares, el cluster español de turismo de salud. Mary Paz Llorente, gerente de Canary Medical Key, destacó el potencial de la Isla, que se pone de manifiesto en que el 7,5% de los turistas que la visitaron en 2017 realizaron tratamientos de salud. No obstante, urgió a los centros a "hacer su trabajo para vender el producto". "Si tardan entre veinte días y un mes en dar un presupuesto, perdemos el cliente", advirtió.

José María Montes de Oca, de THIS Tenerife Health, coincidió en que, aunque la "parte técnica" está cubierta", el sector precisa del apoyo de la Administración.

El consejero delegado de Turismo de Tenerife, Vicente Dorta, apuntó al "mensaje difuso" que lanzan las propias empresas como uno de los motivos que explican que el sector no haya despegado. "Hay qué saber qué queremos vender y a quién", dijo.

Por el Grupo Loro Parque, Patricio Feier destacó el afán "innovador" de las empresas e hizo especial referencia al turismo de congresos, cuyos clientes son "grupos profesionales de visitantes con un mayor nivel de exigencia".