Tradición herreña y su endemismo de 70 centímetros de largo

Ecomuseo de Guinea y lagartario, en El Hierro. | ELD

Ecomuseo de Guinea y lagartario, en El Hierro. | ELD / m.a.

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El Ecomuseo de Guinea, en el municipio herreño de Frontera, comienza con una visita guiada al tubo volcánico, y a continuación se visita el centro de Recuperación del Lagarto Gigante de El Hierro, donde se muestran varios ejemplares. Para finalizar la visita, se conoce un poblado original con casas ambientadas en diferentes siglos. ¿Quién dijo que en El Hierro no hay planes museísticos? Durante el verano, los meses de julio, agosto y septiembre, de martes a sábado los horarios son de 10:30 a 14:30 horas y de 17:00 a 19:00 horas. La visita arranca con un paseo a las entrañas de la isla a través de un tubo volcánico. El recorrido se hace siempre acompañado de un guía que muestra esta interesante formación volcánica que se extiende aproximadamente unos 90 metros, así como la historia de su descubrimiento y curiosidades varias.

A los herreños el meridiano se lo quitó el Reino Unido pero ni la más dura de las situaciones ha logrado arrebatarles a su joya natural: el lagarto gigante. Una bicha que alcanza hasta 70 centímetros de largo.

El Centro de Recuperación del Lagarto Gigante del Hierro (galliota simonyi), permite ver algunos ejemplares recobrados y ser testigos de cómo se desarrolla su Plan de Recuperación, ya que fue declarado como el reptil más amenazado de Europa y entre los cinco con mayor peligro de extinción en el mundo. Durante la visita se puede conocer el trabajo del equipo responsable de este plan y contemplar los ejemplares que viven en el centro. Por último, siempre dependiendo de la entrada que se haya adquirido, ya que hay de muchos precios, el visitante se puede adentrar en el Poblado de Guinea visitando viviendas de diferentes períodos históricos de la población de la isla, lo cual acerca a su estilo de vida, costumbres, utensilios, muebles, entre otros. También se puede apreciar la evolución que sufrieron dichas viviendas con el paso del tiempo, hasta su abandono entre principios y mediados del siglo XX.

Sin duda, todo un imprescindible es la visita al Árbol Sagrado de la Isla de El Hierro: el Garoé, que se ha convertido en un símbolo herreño cuya importancia se trasladó desde los bimbaches hasta los conquistadores españoles. Esto se debe a que sus hojas eran generadoras de agua potable al transformar la neblina en gotas que eran recogidas por los aborígenes mediante un sistema de canalización, algo que se puede comprobar en directo. El ejemplar que muestran fue plantado en el año 1949, ya que el árbol original fue tumbado por una gran tormenta en el año 1610. No obstante, conserva su esencia mágica. Además, en el centro pueden conocerse las historias y leyendas que giran en torno a este lugar. Horarios, de julio a octubre, de 10:30 a 14:30 horas y de 15:00 a 17:30 horas. Los domingos, de 11:00 a 14:00 horas.

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