Nieta de Lali Sierra, una de las dirigentes vecinales de referencia tanto en el movimiento de participación ciudadana del barrio de Los Lavaderos, en las Fiestas de Mayo o con su agrupación musical Chaxiraxi en el Carnaval, Sara Cruz Teja, coronada reina el 19 de febrero de 2020, pasará a la historia como la primera soberana que tendrá dos años de reinado tras la suspensión de las carnestolendas de 2021.

En las dos últimas semanas vive un trajín inusual desde el pasado febrero, inmersa en entrevistas, programas de televisión y grabaciones de vídeos. Ha vivido un reinado que ha estado marcado por el confinamiento y las restricciones sanitarias, pero ella se muestra optimista y, tras reconocer que pudo ser peor, prefiere quedarse con que disfrutó del Carnaval en la calle antes de este largo tiempo que comenzó el 14 de marzo, a la espera de recuperar la normalidad.

“Sigo viendo el momento de la proclamación con la misma emoción e intensidad, con felicidad”, y para ella es más importante que estos meses de parón en el mundo de la moda. De todos los proyectos en los que ha colaborado para la edición virtual de la fiesta se queda con dos: el vídeo de Darío López, de Palante Producciones —presentado esta semana y que ha roto las mejores expectativas al convertirse en viral una hora después de su lanzamiento— y la entrevista que le hizo Raquel García para la serie El Carnaval que llevamos dentro, que se emitirá desde mañana lunes en Mírame Televisión. De este último espacio admira el tono, el interés por descubrir un lado más íntimo. “Profundizar y no quedarte solo en la portada de un libro”.

Sara Cruz es un ejemplo de que La vida es un Carnaval, como la canción de la otra reina, Celia Cruz. Hija de David y Virginia, es la mayor de tres hermanos. Recuerda que desde pequeña su abuela paterna —Lali Sierra— se encargaba de recogerla del colegio y estaba siempre con ella par facilitar que sus padres pudieran conciliar la vida familiar y laboral, por lo que desde pequeña mamó el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife como testigo de excepción de una de las promotoras de la modalidad de agrupaciones musicales, precisamente su abuela.

Por eso quiso participar el año pasado en la gala de elección de la reina del Carnaval, para rendirle un tributo, lo que le ha permitido revivir más intensamente todos los recuerdos que atesora desde pequeña. Sara cuenta que su abuela afronta “una enfermedad complicada y que afecta rápido”, para referirse así al alzhéimer. “Dentro de todo lo malo, me quedo con lo bueno. Mi abuela no recuerda mi nombre cuando me quiere llamar o cuando habla de mí; dice que yo soy su sobrina, la reina”. “No se acuerda de mi nombre pero no olvida de que fui elegida reina del Carnaval a pesar de su enfermedad y eso para mí es una satisfacción porque veo cumplido el objetivo por el que me presenté a la gala: rendirle homenaje a mi abuela. Dicen que el alzhéimer no puede con algunos recuerdos impactantes, y a mi abuela se le quedó precisamente ese tributo”.

Vestidos para muñecas con retales de su abuela

Carnaval y familia es un todo en la vida de Sara, gracias precisamente a los valores que le inculcó Lali Sierra. A diferencia de sus dos hermanas —que tienen ahora 10 y 7 años—, Sara se muestra una privilegiada por todo el tiempo compartido con su abuela. “Yo estudié en el instituto El Chapatal —en la avenida Reyes Católicos— y por las tardes mi abuela me recogía y me llevaba al local de Chaxiraxi. Allí me ponía a hacer la tarea mientras ellos se dedicaban a elaborar sus disfraces y tocados. Eso sí, a mí no me dejaban tocar la pistola de silicona”, se ríe. “Cuando acababa la tarea, yo aprovechaba las telas que le sobraba a mi abuela de los recortes para hacerle ropas a mis muñecas”. “Mi abuela nos metía en vena el Carnaval; para ella es una cultura”.

A Sara no le ha sido ajeno el Carnaval ni tampoco los escenarios, y no solo por el vínculo a través de la agrupación musical Chaxiraxi, sino porque en tres oportunidades ya participó como candidata infantil en la gala de los niños: 2007, 2009 y 2011. Precisamente en la elección de 2009, cuando tenía 7 años, la escogieron como primera dama (vestía el diseño Melodía de ilusión, mi Carnaval ya llegó, de Ángel Ramos, en representación de la murga infantil Castorcitos). La reina infantil de ese año, Daida Rodríguez García, lució la creación Dime, mami... ¿Esto es un sueño?, una pieza de Sedomir Rodríguez de la Sierra. Precisamente ese diseñador es el mismo de la fantasía Sentir con la que Sara desfiló en la gala adulta del pasado año y ganó.

Más allá de esa curiosa coincidencia, Sara recuerda que conoció al creador de la fantasía que vistió en 2020 porque acudió al casting que organizó el Centro Comercial Alcampo La Laguna para elegir a la candidata que representaría a esta firma y cumplir su tributo a su abuela.

Respecto al Carnaval virtual generado para mantener viva la llama de la fiesta —programas que se emitirán del 3 al 7 de marzo—, Sara celebra la idea. “Había que echar mucha imaginación para hacer algo y cumplir las medidas sanitarias”. Mientras, espera que vuelva la ansiada normalidad.