“En muchas ocasiones durante estos meses nos hemos planteado si el futuro para nuestro hijo será el adecuado. Nos preocupa tanto las consecuencias a nivel sanitario, como las consecuencias a nivel social y económico de esta crisis. Está claro que la sociedad va a vivir un antes y un después de la pandemia pero sería ideal que nos concienciáramos todos de la peligrosidad de este virus y que fuéramos responsables con las medidas preventivas, para lograr lo antes posible resolver esta crisis y evitar o reducir también situaciones similares en un futuro”.

Pese a su clara reflexión y al conocimiento que Yanira y Romen tienen de la crisis derivada del Covid 19 -ella tiene 32 años y es Trabajadora Social en una residencia de mayores; él tiene 43 y es Técnico en Emergencias Sanitarias en las ambulancias del SUC en Lanzarote-, ambos han decidido que la vida sigue y el ejemplo es que en pocas semanas al recién nacido Beneharo se lo rifarán en brazos sus abuelos, tías, tíos y algún canarión entregado a la historia de amor y complicidad de esta pareja a la que nada ni nadie le iba a robar ni un gramo de la ilusión de ser padres. No lo estaban buscando pero Beneharo llegó para quedarse.

“Fue una sorpresa por completo. Al principio nos costó creerlo y asimilarlo, porque en ese momento te vienen muchos miedos e incertidumbres, pero rápido esos sentimientos se convirtieron en una ilusión muy grande”, explica la pareja. “Nos preocupó al principio la situación” sanitaria “porque en el momento en el que nos enteramos del embarazo, el 18 de julio, aún no se sabía muy bien cómo evolucionaría la pandemia. Estábamos aún en la desescalada después de un confinamiento total y nos daba miedo que la situación empeorara de nuevo y tuviéramos que volver atrás, pero por suerte no fue así”.

“Por fortuna, el embarazo ha transcurrido sin ninguna incidencia importante, y yo como madre me he sentido fenomenal”, cuenta Yanira.

“Lo único que hemos echado en falta es que a Romen, como padre, se le hubiese permitido ser más participe del embarazo”, prosigue la futura mamá. “Durante la pandemia, por protocolo y como medida preventiva, no se ha permitido a la pareja acudir a las revisiones de obstetricia que realiza la sanidad pública. Opinamos que el poder ver a nuestro bebé en la pequeña pantalla del ecógrafo y conocer de primera mano cómo evoluciona es un derecho de ambos progenitores, pero al final, a ellos se le ha privado de ese derecho y les ha obligado a renunciar a esa ilusión”.

No oculta que “ahora vivimos con incertidumbre el momento del parto, ya que las normas cambian constantemente en función de cómo vayan variando los datos de la pandemia en la isla de Lanzarote, pero esperamos que para ese entonces la situación haya mejorado o por lo menos se mantenga como está actualmente, y que así Romen pueda vivir en primera persona ese momento único y especial”, dice la futura mamá en referencia al futuro padre a quien desde hace seis meses no se le borra la sonrisa del rostro.

Cuando se le pregunta si haber pasado el embarazo en Lanzarote la tranquiliza, Yanira no duda: “Si. Vivir en una isla pequeña donde el número de contagios no ha sido tan elevado como en las islas mayores nos ha ayudado a vivirlo con un poco más de tranquilidad, aunque siempre poniendo todo de nuestra parte para evitar estar expuestos a posibles riesgos”, agrega sin restarle ni un ápice de importancia a la prevención y al cumplimiento de las medidas que eviten el contagio del coronavirus y su propagación.

Yanira y Romen son naturales de Lanzarote y actualmente residen en Tinguatón, en el municipio de Tinajo, uno de los lugares más impresionante de una isla que ya de por sí es un espectáculo.

Según datos del INE, este año han descendido los nacimientos en España pero es una tendencia que se sucedía desde hace años y que, de momento, no se vincula coronavirus.

En nuestro país este 2020 han nacido 359.770 bebes: 174.639 niñas y 185.131 niños.

Canarias tiene una tasa de natalidad del 6,36, un poco por debajo de la Media Nacional, que está en torno al 7,60, siendo Murcia quien tiene la mayor tasa y Asturias, sin embargo, la más baja.

Por provincias, ni Las Palmas con un 6,60 ni Santa Cruz de Tenerife con la tasa de nacimiento en un 6,10 superan la Media Nacional que está en 7,60.

“Lo que le pedimos a 2021 es principalmente que nuestro hijo Beneharo nazca con mucha salud”, dice esta pareja sobre el próximo año. “También pedimos evidentemente salud y estabilidad para nuestras familias y para nosotros, para poder disfrutar al máximo de la nueva vida que se nos presenta”, concluyen esta fantástico tándem lanzaroteño que con su gesto optimista a la par que responsable no sólo han inyectado una necesaria dósis de felicidad a sus familiares y su entorno sino que anima también a todos y a todas a reflexionar con que la vida sigue por muy cuesta arriba que se nos haya querido poner.