Partido de 1 quinielístico. Dadas las circunstancias, puede que no sea tan malo para un Tenerife capaz de lo peor y de lo mejor. El Burgos no ha perdido en su casa. Ganó cinco encuentros y empató dos. Los de Ramis fallaron en sus siete intentos de vencer fuera. A lo máximo que llegaron fue a llevarse un punto de El Toralín y del Belmonte. Lo más cercano, un par de decepcionantes actuaciones en Butarque y, el pasado miércoles, en Anduva. Se mire por donde se mire, los locales son favoritos.
Pero hay más. El Burgos es el nuevo líder. Defenderá por primera vez ese privilegio alcanzado con el 0-2 en Las Palmas. En el comienzo del curso, el Tenerife imaginó estar a esos niveles, pero los planes no le están saliendo. La dura realidad indica que su siguiente paso debe ser el de separarse de los puestos de descenso. Inicia la jornada con un punto de margen.
En cuanto a estilos, este Burgos que parece que no tiene nada y lo tiene todo, es el mayor ejemplo de fútbol práctico: no necesita tener mucho el balón –22 por ciento en Las Palmas–, ha marcado 12 goles y, lo que es más sorprendente, solo ha encajado tres. Es la fórmula que persiguen tantos equipos –el Tenerife, sin ir lejos– y que está funcionando en un invitado sorpresa en la carrera por el ascenso.
La solidez del conjunto entrenado por Julián Calero tiene como figura destacada al portero José Antonio Caro. Casualidad o no, los tres goles en contra que lleva el Burgos los recibió el suplente, Dani Barrio;uno del Mirandés y dos del Lugo, con el guardameta titular al margen por una expulsión. La cuestión es que Caro, conocido como Churripi, ha permanecido imbatido durante 1.108 minutos.
Lo dicho. Los datos y las dinámicas sitúan al Burgos como favorito. Quizás demasiado. Por un lado habrá que ver cómo gestiona su condición de líder. Luego están las rachas, que no son infinitas. Si bien las sensaciones y los argumentos futbolísticos no acompañan, se supone que el Tenerife ganará algún partido fuera, y también que el Burgos pinchará en casa. ¿Pasará el día menos pensado?
Aitor Sanz lo verá desde el palco. En la visita al Mirandés completó el ciclo de cinco tarjetas amarillas y debe cumplir una jornada de suspensión. Seguramente habría sido titular. Para desempeñar la función del capitán, encaja Larrea, que sería una de las teóricas novedades de un once que, salvo sorpresa, incluirá más cambios. Por el simple hecho de repartir esfuerzos, pero también por la búsqueda de soluciones. Futbolistas que fueron suplentes en Anduva, como Nacho, León, Jurado, el citado Larrea, Dauda o Garcés, podrían participar de inicio.
Los únicos que están descartados son Shashoua, Corredera, Carlos Ruiz y Waldo, centrados todavía en recuperarse de sus dolencias. Elady, novedad en la lista para la doble cita castellana, tendrá minutos casi con total seguridad.
En el Burgos, Calero pierde al atacante Artola, que fue expulsado en la visita a la Unión Deportiva. Tampoco aparecerán en la lista ni Andy ni Javi Pérez, por estar lesionados. En la escuadra albinegra también se esperan rotaciones, hechas en su caso desde la confianza de ver que todo va bien.
Caro y la marca de Resino. Caro fue batido por última vez el 10 de abril, en Anduva. A partir de ahí ha acumulado 1.125 minutos sin encajar goles, de los que 1.108 son de la Liga 22/23. Ya tiene el récord en un comienzo de temporada. Ahora va a por el mejor registro en una categoría profesional, el de Abel Resino, con 1.275 minutos.
Sexta vez con Gálvez Rascón. El Tenerife ganó dos veces fuera con Gálvez Rascón como árbitro, en Albacete –2011– y en Valladolid –2021–. En total, dos triunfos, un par de empates y una derrota.
Bermejo, el 10 del Burgos. Después de tres temporadas en el Tenerife, con 85 partidos y 11 tantos, Álex Bermejo firmó en verano por una campaña con opción a otra en el Burgos. El catalán está siendo una pieza esencial en el líder de Segunda. Ha disputado 13 encuentros, 12 como titular, y ha aportado dos goles, uno de penalti.
