La afición del CD Tenerife siempre responde. El Heliodoro Rodríguez López se ha acostumbrado esta temporada a vivir siempre por encima de los 10.000 espectadores, barrera que en cursos pretéritos parecía casi prohibitiva y que en el actual ejercicio se ha convertido en una feliz costumbre para el recinto capitalino. Las comparaciones con la temporada anterior confirman un extraordinario abismo entre entonces y ahora, más que nada porque hace 12 meses aún existían las restricciones propias de la pandemia.
Según los datos facilitados por el propio club, la afluencia de público al Heliodoro ha creciendo muy por encima del 20%. De hecho, en el arranque de la liga anterior solo se habían superado los 10.000 asistentes en una oportunidad (contra el Amorebieta, en la novena jornada); mientras que en esta campaña los dígitos se han disparado. En primer término, por el estado de locura colectiva que causó el casi exitoso tránsito a la máxima categoría del fútbol nacional, que se rozó en junio y llegó a agotar los billetes en el Heliodoro cuando llegaron los playoff. Y por otro lado, porque el número de afiliados ya garantiza medio estadio lleno cada vez que juega el Tenerife en casa.
El actual curso comenzó con 11.491 asistentes al partido frente al Lugo de la segunda jornada, más del doble de los 5.059 que fueron al primer duelo en casa de la liga anterior contra el Sporting de Gijón. Y con el choque de ayer frente al Granada, ya son seis las veces que el coliseo santacrucero ha estado en cinco dígitos.
En todos los horarios
Un vistazo a los números de esta temporada confirma que la feligresía blanquiazul responde en cualquier horario y día de la semana, pero prefiere los partidos vespertinos, como el que LaLiga consignó al Tenerife-Cartagena jugado en día festivo (miércoles 12 de octubre) y que significó el primer registro del nuevo curso por encima de los 12.000. Fiel y comprometida desde que arrancó el campeonato la afición se adapta a los viernes, los sábados y los domingos, como demostró otra vez ayer con motivo de un partido cargado de alicientes y con un rival de mucho pedigrí. Mucho menos gustan los lunes, como así evidenció el reciente Tenerife-Málaga, hasta la fecha el partido que menor afluencia de público ha arrojado en los graderíos del Rodríguez López. Con todo, también ese día se llegó a los 10.000. Lo que el año pasado era un logro que costaba horrores, este año ya es casi un hábito.
El club ha confirmado para esta temporada un registro de 12.800 abonados, muy por encima del último dato antes del covid: 11.807.
Lo que viene
Ayer el Rodríguez López no alcanzó las cifras del pasado miércoles, con un horario mucho más benigno entonces para el público infantil. La afición del Tenerife solo tendrá una ocasión más para ver a los suyos durante este mes de octubre, y será en viernes, como ante el Sporting. Será un histórico como el Real Zaragoza el próximo rival que visite el coliseo de la calle San Sebastián (ahora avenida Club Deportivo Tenerife).
Y en noviembre, también serán mayoría los duelos a domicilio, con previsión de concentración larga en la Península para jugar ante Mirandés y Burgos, debut copero también fuera del Heliodoro y solo una cita en casa, la del 20-N contra el Huesca.
