Síguenos en redes sociales:

Crisis del coronavirus

Fallece Benito Joanet, el entrenador del segundo ascenso del Tenerife a Primera

El coronavirus se cobra la vida del técnico, que había sufrido un ictus a finales de febrero

Fallece Benito Joanet, el entrenador del segundo ascenso del Tenerife a Primera

El tinerfeñismo despidió este domingo a uno de sus entrenadores más emblemáticos. Estuvo solo una temporada en el equipo, pero fue suficiente para que su nombre quedara marcado con letras mayúsculas en la historia del CD Tenerife. A los 84 años de edad falleció, por coronavirus, Benito Joanet, técnico de la plantilla blanquiazul en la campaña 1988/89, la del segundo ascenso de la entidad insular a Primera.

El catalán, con una amplia experiencia en los banquillos después de su recorrido por el Hércules, Castellón, Antequerano, Cádiz, Mallorca y Castellón, fue el elegido por la directiva presidida por Javier Pérez en un momento crucial. Tras regresar a Segunda División en 1987 y lograr la permanencia en esa categoría con los entrenadores Martín Marrero y Pepe Alzate en diferentes tramos, el Tenerife apostó por la experiencia de Joanet, que ya sabía lo que era subir a Primera, pero sin la exigencia de tener que alcanzar ese éxito. El equipo fue mostrándose como un aspirante a lograr el ascenso avanzando con una plantilla formada por jugadores como Eduardo Belza, Toño Hernández, David Amaral, Quique Medina, Benigno Lema, Isidro García, Enrique Herrero, Luis Delgado, Guina, Chalo, El Ghareff, Mínguez, Noriega, Víctor, Perico Medina, Rommel Fernández... Este histórico grupo cuajó bajo la supervisión magistral de Benito Joanet, recordado por la mayoría como un padre deportivo.

Aquel Tenerife tuvo que esperar al 2 de julio de 1989 para celebrar su vuelta a la máxima categoría casi 30 años después. Ese día se jugó el partido de vuelta de la promoción con el Real Betis. Tras ganar en la ida por un contundente 4-0, el equipo blanquiazul anuló el intento del rival de protagonizar una remontada imposible. El 1-0 de Sevilla, insuficiente para el Betis, acabó convirtiéndose en la derrota más feliz para la afición tinerfeña. Y con ella, Javier Pérez, Benito Joanet, Rommel... Auténticos mitos de tinerfeñismo.

Así arrancó la etapa más exitosa del club, la de la década de los noventa, con un equipo que quedó quinto dos veces en Primera División, se clasificó un par de veces para la Copa de la UEFA y fue semifinalista de esta competición continental y también de la Copa de Rey. Joanet optó por no formar parte del reencuentro del Tenerife con la máxima categoría, pese a contar con una oferta de Pérez para continuar al frente del plantel. "Es uno de esos errores que uno comete. Te das cuenta pasados los años. Pero en el aquel momento no podía quedarme. No me consideré apto para reformar la plantilla. Era necesario, pero a mí me daba pena prescindir de ellos para que llegaran otros con más nombre, porque les tenía mucho cariño y respeto", contó Benito en una entrevista concedida a El Día a finales del mes de junio de 2019. En esa publicación, reconoció que ni siquiera Javier Pérez fue capaz de hacerle cambiar de opinión. "Aquel era un hombre encantador, que le daba confianza al entrenador, un genio", declaró.

Fue solo una temporada, pero no necesitó más tiempo para ganarse el afecto de la afición, tal como destacó en esa charla. "Siempre me sentí muy querido. Alguna vez, si tenía que coger un taxi, no me cobraban. Me pedían un autógrafo para el hijo o el nieto del taxista y no me dejaban pagar. Recuerdo incluso una anécdota: había dos partidos fuera de casa y prometí que, si ganábamos los dos, iba a hacer una excursión a pie hasta Candelaria. Resulta que conseguimos los cuatro puntos, porque en aquella época la victoria valía dos, y tuve que cumplir. El martes, después del entrenamiento, me puse mis zapatillas y mi vaquero y salí caminando".

Joanet ya había logrado ascender a Primera con el Cádiz y con el Castellón, pero según reveló en esa entrevista, el que vivió con el Tenerife fue "estupendo" por muchos motivos. Y también resultó ser inesperado, ya que el club no le puso el listón tan alto. "Nadie me dijo que el ascenso fuera el objetivo, pero tampoco que no lo fuera. Nosotros queríamos puntuar siempre en casa, ser profesionales y ser un equipo difícil de batir fuera. Y lo logramos".

Debutó en Liga el 4 de septiembre de 1988 con una derrota ante el Salamanca en el Heliodoro Rodríguez López por 1-2. Luego dirigió al equipo en Sabadell, donde empató, y vio el inicio del despegue en la tercera jornada con un triunfo ante Las Palmas en el estadio santacrucero (3-1). En total, veinte triunfos, ocho empates y diez derrotas para que el Tenerife acabara la temporada en el tercer puesto. Subieron directamente el Castellón y el Rayo Vallecano, y promocionaron el Tenerife y un Real Mallorca que logró superar al RCD Espanyol de Barcelona.

Joanet confesó a EL DÍA que en el Tenerife nunca se sintieron favoritos a subir antes del playoff. "Nunca lo vimos posible. Es verdad que tuvimos una racha muy buena y nos metimos arriba. Pero casi al final perdimos en casa con el Burgos, que estaba luchando por la permanencia. Recuerdo que ese día hasta fallamos un penalti. Ahí se puso muy difícil. Tuvimos que ir a puntuar fuera de casa".

Y llegó la famosa eliminatoria contra el potente Betis. Así la recordó coincidiendo con el trigésimo aniversario. "Ellos tenían una plantilla llena de internacionales, de gente con experiencia. Incluso se decía que habían fichado a Luis Aragonés para el siguiente año. Para nosotros, era una promoción muy difícil e incluso recuerdo que tuvimos algún contratiempo en la concentración en la víspera. Pero al día siguiente los jugadores estaban como un clavo en el entrenamiento. El partido no fue fácil. Marcarle cuatro goles a Pumpido, que era el portero de la Argentina campeona del mundo en 1986, tuvo mucho mérito".

Con todo esto, la clave de ese éxito fue la actitud ante un adversario teóricamente superior. "No nos dejamos avasallar por ellos. Los goles fueron fruto del trabajo, de la entrega y de lo que veníamos haciendo toda el año. Marcó Rommel de cabeza, que era normal y recuerdo que también lo hizo El Ghareff. Él no iba a jugar aquella promoción porque se marchaba con la selección para jugar un partido internacional, pero hicimos fuerza para que se quedara y mira lo importante que fue luego".

Tras su paso por el Tenerife, Joanet fue entrenador del RCD Espanyol, Salamanca y Las Palmas, siempre en Segunda División y sin la suerte que tuvo en el club tinerfeño. En sus tiempos de jugador, fue portero de equipos como Espanyol, Real Zaragoza, Tarrasa o Deportivo de La Coruña.

Pulsa para ver más contenido para ti