Blas Cantó, una de las caras más reconocidas del panorama musical español, ha vivido los dos últimos años intensamente. En mayo de 2020, justo después del confinamiento, el de Ricote tuvo que hacer frente a la muerte de su padre, y seis meses después falleció su abuela por el coronavirus. Pocos meses antes de que estallara la crisis de la covid-19 fue seleccionado como representante español en la gala de Eurovisión para la edición de 2020, que fue suspendida. Y con otra canción volvió a ser el favorito del público en 2021, cuando por fin pudo cumplir su sueño de representar a España en este prestigioso certamen. Sin embargo, el murciano no logró convencer al público con su balada, y por sexto año consecutivo, nuestro país quedaba en lo más bajo de la tabla. 

Pero la vida sigue. Después de su andadura eurovisiva –primero con Universo y este año con Voy a quedarme–, Cantó publicó la versión en inglés de la segunda (I’ll stay) en solitario y también junto a James Newman. Ahora, se lanza a vivir la odisea Americana (así se llama su nuevo single), y comparte una historia de película con Sydney Sierota, cantante de la banda californiana Echosmith. Además, ya antes de su estreno, Americana fue tendencia en redes sociales por el guiño que hicieron Blas y Sydney a la rom-com británica Love actually. Amor juvenil y puro en una canción pop y con un videoclip de estética… americana. Con la vista puesta en el concierto que ofrece esta noche en las fiestas de Molina, Blas Cantó nos desvela que se encuentra trabajando ya en las canciones de su próximo álbum, que probablemente verá la luz en 2022. 

-Has sido el encargado de dar el pregón de apertura de las fiestas en Molina, y ahora actúas en la ciudad. ¿Cómo te sientes?

-Fue un momento muy especial. Me siento muy orgulloso de Molina de Segura y de la generosidad que le han demostrado sus gentes durante más de sesenta años a mi familia y a mí mismo. Volver en concierto después de dos años es un sueño hecho realidad.

-Han sido un par años muy intensos coincidiendo con la pandemia, Eurovisión, temas personales... ¿Cómo los has vivido? ¿Has necesitado de ayuda para sobrellevarlo?

-Sí. Ha sido duro, pero el público me da mucha fuerza para seguir adelante después de mi drama familiar. Es muy importante también estar cerca de profesionales que te ayuden a asimilarlo.

-Esta última fue una edición de Eurovisión muy atípica. Ahora que ya han pasado unos meses, ¿cómo recuerdas tu paso por el concurso?

-Maravilloso. Tuve el mejor equipo y los mejores amigos y amigas cerca. Lo vamos a recordar siempre.

-¿Cómo lo pasaste en el escenario?

-Estaba muy nervioso, y sobre todo muy emocionado por todo lo que estaba viviendo a nivel personal. No quería que esa emoción interfiriera negativamente en mi actuación; tenía que hacerlo bien. Y esa presión fue muy fuerte para mí, pero, sin duda, me sentí y me siento muy orgulloso de haberlo hecho.

-El sueño siempre había sido participar en Eurovisión. ¿Te afectó el resultado? ¿Has hecho alguna reflexión?

-Unas veces se gana y otras se aprende. Antes, durante y después de Eurovisión, he tenido mucho trabajo. Y agradezco al universo que me haya puesto ahí. No sabía que podía llegar a ser tan fuerte. Y me siento muy satisfecho conmigo mismo.

-Eres un artista cada vez más internacional. Después de tu andadura eurovisiva lanzaste una versión en inglés de Voy a quedarme (I’ll stay) en solitario, y también otra junto a James Newman. Ahora te has lanzado a vivir la odisea Americana, y compartes una historia de película con Sydney de Echosmith. ¿Cómo surgió todo?

-¡Hace dos años! Teníamos una canción maravillosa y la íbamos a sacar después del festival. Pero el mundo se detuvo y tuvimos que esperar otro año más... Al final llegó Sidney y le dio su toque más americano. Y eso es sencillamente genial.

-¿Qué ha significado Americana para ti?

-Americana me ha hecho volver a sonreír, me ha hecho bailar. Me emociona de una forma distinta a mis canciones anteriores. Me lo paso muy bien cuando la canto.

-¿Qué relación hay entre Americana y Love actually?

-Que una es estadounidense y la otra británica [ríe], pero, al fin y al cabo, que ambas hablan de un amor de película. Necesitaba recuperar la ilusión en lo que hago.

-¿Qué has querido visibilizar con el vídeo?

-Quería que el mundo viera que el amor puede tomar de diferentes formas; no tiene que ser A o B. ¿Qué nos importa la vida de los demás? ¿Acaso el amor entre dos seres humanos hace daño?

-¿La canción es un adelanto de un próximo álbum? ¿Cómo está de avanzado?

-Seguimos escribiendo, grabando. Y agradezco a los autores y compositores que me envían sus canciones. Aunque escribo mis propias historias, siempre me gusta recibir temas de otros artistas. No me cierro puertas.

-¿Qué géneros o estilos van a aparecer en este nuevo trabajo? ¿No sientes prejuicios a la hora de hacer música ?

-En absoluto. El arte ha de ser libre. Yo soy libre, y por tanto mis canciones también tienen que serlo. Tengo la oportunidad de abrir nuevos horizontes, quién sabe lo que me tiene preparado la vida.

-Te gusta participar en redes sociales, aunque sea un tema polémico. ¿No te has arrepentido nunca?

-No. Intento ser respetuoso. Pero cuando me faltan al respeto, no lo dejo pasar. Podría esconderme en el personaje perfecto, blanco y familiar. Pero si no lo denunciamos nosotros, que somos gente a la que nos escuchan, ¿qué sentido tiene todo esto? Ante la intolerancia, cero tolerancia.

-¿Qué artista con los que has colaborado te ha impresionado más?

-Raphael, Anastacia, Pastora Soler, Beatriz Luengo, Kelly Clarkson… Me siento muy afortunado de haber cantado con todos ellos y tantos otros.

-Hace unas semanas saliste en La voz kids maquillado como Aitana, y recibiste críticas; te acusaron de adoctrinamiento. ¿Cómo lo viviste?

-Pienso que el adoctrinamiento es inculcarle a una niña que tiene que jugar con muñecas y a un niño decirle que tiene que tiene que pegarle patadas a un balón de fútbol. Todo lo demás es una educación libre y sana. ¿A quién le importa cómo vaya yo maquillado?

-En tu primer libro, Historia de una estrella sin nombre (Ediciones Martínez Roca, 2020), mucha gente se ha sorprendido al conocer cosas nuevas de ti. 

-Mi vida da para un segundo y tercer volumen, precisamente porque sigo vivo y sigo aprendiendo. Soy un libro abierto. Siempre lo he sido.

-Por cierto, ¿qué recuerdos guardas de Auryn?

-Fue una etapa muy importante en mi vida. Y siempre agradecido por lo que significó en mi carrera. Me dio muchas oportunidades.

-¿Cuál es tu plan a corto plazo?

-Seguir vivo, que no es poco.