Los cuerpos no dejan de moverse durante la celebración de este nuevo Día Internacional de la Danza, el segundo que tiene lugar en mitad de la pandemia. Y, como no podía ser de otra forma, esta vez la crisis también se ha dejado notar. La atípica situación se ve traducida en un retorno constante de talento a España. La paralización total de la cultura en muchos países ha provocado que coreógrafos y bailarines españoles residentes en diferentes partes del mundo vuelvan a casa, donde sorprendentemente los espacios culturales mantienen una programación estable desde hace meses, convirtiendo a España en un referente en plena crisis sanitaria.
El presidente de la Asociación de Artistas del Movimiento de Canarias PiedeBase, Roberto Torres, celebra este Día Internacional de la Danza con optimismo, al reconoce un retorno masivo a España de bailarines que se encontraban en el extranjero. El cierre de espacios culturales en Europa ha provocado que sean muchos los profesionales que están volviendo a casa para reducir gastos y porque aquí es donde se están generando más posibilidad de continuar bailando. Ante la falta de ayudas al sector, los bailarines al menos responden con nuevas propuestas artísticas para un público ávido de nuevos espectáculos.
Precisamente con motivo de este día, PiedeBase ha preparado un vídeo que lleva por nombre Detrás –y que ya se puede ver a través de las redes sociales y antes de algunos espectáculos en espacios culturales–, que pretende mostrar todo el esfuerzo y trabajo que realizan los profesionales que se dedican a este sector. Este anuncio narra los errores, las lágrimas, las alegrías, las horas de ensayo, el cansancio y el esfuerzo de todos aquellos que consagran su vida a las artes en movimiento.
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha aprovechado esta jornada para reivindicar una mayor programación de esta disciplina en los espacios públicos y la creación de recintos específicos para su promoción, formación y exhibición. Las representaciones de danza supusieron tan solo el 4% (2.160) de las funciones de artes escénicas (50.866) realizadas en España en 2019, indicó la organización que añade que tan solo el 5% de las obras escénicas que se registran en la SGAE son coreográficas. Estas cifras reflejan la “fragilidad” de un sector que merece la atención y el impulso de las instituciones públicas.
Esta jornada se conmemora cada 29 de abril desde el año 1982, cuando la Unesco lo estableció siguiendo la iniciativa del Comité Internacional de la Danza con el objetivo de promover el arte de la danza en todo el mundo. La organización mundial pretendía, de este modo, hacer hincapié en que esta actividad es tanto una forma de arte como un método de comunicación en culturas de todo el mundo y es practicada por millones de personas. Con todo, este día internacional pretende atraer la atención de la sociedad sobre este arte para animar a la población a acudir a espectáculos y promover esta disciplina.
Condiciendo con el aniversario del nacimiento del bailarín francés Jean-Georges Noverre, considerado el creador del ballet moderno, el Día Internacional de la Danza reúne a lo largo de todo el mundo una variada programación de actividades. Asimismo, el Comité Internacional de Danza del Instituto Internacional de Teatro selecciona cada año a un profesional para crear un mensaje que es compartido en todo el planeta. En esta ocasión, el encargado de hablarle al mundo es el bailarín principal del Stuttgart Ballet, Friedemann Vogel, quien recuerda que “la danza es un movimiento refinado para comunicarse”. “Como bailarines, estamos en constante movimiento, aspirando a crear esos momentos inolvidables” y, por esa razón, “cuando ya no se nos permite actuar, con los teatros cerrados y los festivales cancelados, nuestros mundos se paralizan”, explica el profesional quien alerta de que “nunca en la historia reciente la comunidad de la danza ha sido desafiada colectivamente para mantenerse motivada, para hallar su razón de ser”. De este modo, el alemán hace referencia a la crisis originada a raíz de la pandemia que, aunque “nos ha quitado algo valioso”, es ahora “cuando realmente apreciamos lo vital que es lo que hacemos y lo mucho que la danza significa para la sociedad en general”. Vogel concluye que “a menudo se alaba la destreza física de los bailarines, cuando, en realidad, nos sostiene aún más nuestra fuerza mental. Creo que esta combinación única de agilidad física y psicológica nos ayudará a superarnos, a reinventarnos para seguir bailando e inspirando”.
Visión tinerfeña
El presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Compañías y Empresas de Danza (Feced), Javier Cuevas, explica que este día se conmemorará con acciones “de resistencia” porque “el año realmente duro para el sector está siendo este; es ahora cuando estamos sufriendo todas las cancelaciones originadas por la crisis sanitaria”. El profesional explica que, a pesar de que en España se han mantenido abiertos muchos espacios culturales, en el resto de Europa la actividad se ha paralizado por completo.
Por contra, “Europa cuenta con todo un sistema de protección al artista del que carecemos en España y, mientras nuestros compañeros extranjeros pueden sobrevivir con esas ayudas, nosotros sufrimos las cancelaciones de nuestros espectáculos fuera de nuestras fronteras sin recibir nada a cambio”. Por todo ello, Cuevas afirma que 2021 “está siendo el año en el que debemos aguantar la respiración”. No obstante, añade que “estamos contentos porque, a nivel nacional, hemos podido continuar realizando nuevos trabajos y, en Canarias, las administraciones han respondido lo más rápido que han podido y nos han dado algo de cobertura, por lo que vamos a poder celebrar nuestro día”.
En concreto, Javier Cuevas va a celebrar este día hablando de danza ya que participa en el Taller de Danza y Pluma con Javier Vaquero y Pablo López, que tendrá lugar mañana en Puerto de la Cruz y hoy formará parte del encuentro virtual que celebra el Instituto Cervantes en Bremen y que lleva por nombre Danza contemporánea: historias cruzadas. 10 años de investigación del movimiento en Baila España, en el que participarán bailarines y coreógrafos españoles y alemanes.
El presidente de PiedeBase, Roberto Torres, destaca lo complicado que está siendo para los bailarines afrontar esta nueva realidad porque “el cuerpo es nuestro sustento y nuestra herramienta de trabajo y es, de repente, un espacio censurado y peligroso” pero anima a ver este momento como un tiempo de oportunidad, más que de obstáculos. Alerta no obstante del complicado panorama que se le presenta sobre todo a las jóvenes promesas de la danza porque “prácticamente hemos perdido a una generación de bailarines con este parón”. Torres celebra que la cultura está saliendo de esta crisis “revalorizada” porque “nos hemos dado cuenta de lo importante que es y de todo lo que nos llena; hemos comprendido que el sentido de nuestra existencia va más allá de lo meramente material”. En este sentido, el creador concluye que “el cuerpo es un elemento que se ha puesto en valor”.
Roberto Torres reconoce que lleva ya varios meses celebrando este Día Internacional de la Danza ya que sus proyectos no se paran. La programación del Teatro Victoria en Santa Cruz de Tenerife –del que es director– o las nuevas entregas del Festival Canarios Dentro y Fuera –que también coordina– ocupan buena parte de su tiempo y por eso celebra que se continúen organizando estos encuentros, que no solo sirven para que los profesionales del sector pongan sus ideas en común sino que permiten que estos vuelvan a entrar en contacto con el público.
Ayudas al sector
Mientras tanto, organizaciones vinculadas al sector como la Feced continúan trabajando para lograr ayudas: “Precisamente esta semana nos hemos reunido con el Ministerio de Cultura para abordar el reparto de los fondos europeos de recuperación”. En este sentido, el bailarín y coreógrafo Javier Cuevas recuerda que ya el año pasado el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) añadió una línea extraordinaria a las ayudas anuales pero “eso es algo que necesitamos año tras año, y en 2021 no las vamos a tener”, lamenta y añade que “es ahora cuando las estructuras empresariales de este sector se están viendo dañadas”. En cuanto a la línea europea, el bailarín lamenta los escasos recursos económicos y humanos de los que disponen las administraciones para ayudar al sector de las artes en movimiento. “Están previstos 18 millones en ayudas para este año y 17 millones para el próximo ejercicio y no vamos a poder ver los primeros frutos de esas subvenciones hasta después del verano. Necesitamos administraciones más pegadas a la realidad”, concluye Cuevas.
Por su parte, Roberto Torres explica que, en materia de cultura, “el Gobierno de Canarias lo ha peleado y creo que ha estado a la altura de la situación”. El bailarín tinerfeño compara esta situación actual con la vivida en el año 2008, cuando “sufrimos el abandono y por ello desaparecieron la mayoría de las compañías del país” pero celebra que en esta ocasión parece que, a nivel autonómico, las cosas estén yendo algo mejor para los profesionales.
