Periodista y escritora o simplemente comunicadora. Mónica Carrillo, cuyo rostro es conocido por presentar los informativos de Antena 3 de fin de semana junto a Matías Prats, ganó el año pasado el Premio Azorín con su tercera novela, ‘La vida desnuda’ (Planeta), en la que narra el viaje físico y emocional de una mujer treintañera a los secretos de su familia, en un recorrido en el que la protagonista acabará siendo una persona diferente.

Comienza la novela con la cita de Gabriel García Márquez “Me doy cuenta de que también he vivido tres vidas: la vida pública, la vida privada y la vida secreta” y aborda a lo largo de la obra esos tres aspectos de los personajes que salen en ella, ¿por qué se decidió por abordar este tema?

La cita de García Márquez refleja esa idea de que todos somos poliédricos y mostramos diferentes facetas según con quien estemos. Siempre me han fascinado los secretos, las vidas que no se ven, las capas que todos tenemos debajo de las que mostramos y que hay que ir escarbando para saber quiénes somos. Es un ejercicio que también lo hago conmigo misma, de forma introspectiva. Me gustó la idea de que la protagonista emprendiese un viaje físico y a la vez emocional porque se iba a dar cuenta de que las vidas de las personas que la rodeaban estaban llenas de cuestiones inconfesables, que a veces pueden ser anécdotas desde la mirada de otra persona, ya que dependen de cuestiones familiares y tabúes.

Al teclear su nombre en Google sale por defecto y en este orden Mónica Carrillo “periodista”, “pareja”, “nariz”, “y Vanesa Martín” y “edad”, ¿cómo lleva esas tres vidas y el interés que suscita su vida privada y secreta por ser un personaje público?

Lo llevo con naturalidad. Me preocupo por las cosas que pueda evitar o minimizar riesgos; el resto lo encajo perfectamente. Cuando uno es una persona con una faceta pública es normal suscitar cierto interés. Yo, que soy muy reservada con mi vida privada desde pequeña, me lo tomo ahora como un gaje del oficio o más bien una consecuencia de meterme en casa de la gente a contarle las noticias.

¿Qué le gustaría transmitir con su novela?

Que el que la lea me diga, cuando al fin podamos tener firmas de libros y nos miremos a los ojos, que ha disfrutado la lectura, que le ha conquistado la historia, que se ha emocionado, que le ha hecho revivir facetas de su vida, que le ha llevado a ser más empático con algunas personas de su familia porque se han puesto en la piel de algunos personajes que se las evocan. Todo ese ejercicio vital me gustaría que lo sintiera el lector.

Se pregunta, en una de las reflexiones que comparte con el lector, “en qué momento dejamos de ser felices y nos sometemos a la tiranía de ceño fruncido”, ¿le preocupa la crispación que hay en la sociedad actualmente?

Es cierto que no estamos atravesando por una época fácil y es lógico que el ceño fruncido aparezca ahora más. Llevamos un año muy complicado a todos los niveles: médico, afectivo,... Hay personas que han perdido a sus familiares y no se han podido despedir; muchas están con incertidumbre profesional, desde los sanitarios colapsados hasta los afectados por los ERES. Ahora eso es lógico como consecuencia de una situación aún sin resolver, pero la crispación y la polarización sí que depende de nosotros. Entiendo que estemos tocados, pero lo más sano y saludable a nivel personal y a nivel global, como sociedad, en todos los estamentos, incluido el político, es tratar de rebajar la tensión y conciliar en todas las facetas y momentos de la vida.

También aborda el amor romántico, ¿es usted romántica, es lo que hay que buscar en la vida o cree que es un cuento que nos inculcan de pequeñas con las historias de princesas?

El amor romántico que nos han transmitido el cine o la literatura también va evolucionando y ahora hay otro tipo de amores. Reflexiono sobre eso porque creo que esta en el aire, me gusta hablar de cuestiones que nos preocupan y afectan a todos, independientemente de que uno se sienta más o menos identificado con los personajes de esta novela tan coral y que aborda todo tipo de relación humana, la de la protagonista con sus padres, su hermano, con la tía Julia, una persona que pasa desapercibida y se les escucha poco, y por supuesto la idea del amor que nos mueve y conmueve. Sobre los tipos de amor, y que sean más o menos saludables, se lleva siglos escribiendo, no lo vamos a revolver tú y yo. Las relaciones humanas son complejas.

Aparece también el tema de las redes sociales en una pareja de personajes que bien podrían ser influencers y sucumben a la vida que muestran al público. Hace una semana fue muy aplaudida su respuesta en Twitter a una pregunta de un usuario sobre el nombre de la presentadora del informativo de Antena 3 que parecía la novia cadáver en versión choni (usted le contestó desde su cuenta poniendo su propio nombre).

Las redes sociales están cambiando nuestra manera de comunicarnos. Soy muy activa en redes y lo disfruto mucho. En el caso que mencionas coincidió que estaba en directo en el informativo y en una pausa vi el móvil y el mensaje de esta cuenta a la que sigo. A esa hora presentando las Noticias en Antena 3 solo podía ser yo, así que contesté. Lo viví como una anécdota y ya está, hay que desdramatizarlo. Lo que sí es censurable en las redes sociales es lo mismo que es censurable y denunciable fuera: el insulto, la amenaza.

¿Qué supone para usted la escritura de literatura de ficción? ¿Es una vía de escape a esa verdad desnuda que le toca comunicar desde el informativo que presenta?

Es una necesidad. Los que escribimos –o al menos yo– somos observadores. Me gusta observar la vida, las reacciones humanas y a las personas. Y la literatura me permite la invención, la reflexión, salirme de la realidad de la que estoy pendiente en el día a día, me permite viajar y cruzar la línea de lo que es real y no. Para mí es una válvula de escape gratificante.

¿Periodista y escritora o escritora que se gana la vida con el periodismo?

Periodista y escritora. Comunicadora. Me gusta la comunicación y a ello me dedico. Ahora presento circunstancialmente y me gusta porque comunico directamente, doy la información haciendo una recopilación de las noticias del día. Es cierto que también puedo echar de menos estar al filo de la noticia, que te da esa adrenalina añadida, y estar a pie de calle haciendo entrevistas o charlando con personas. Son etapas.