Filmoteca Canaria comienza en febrero un ciclo dedicado a James M. Cain, uno de los mejores escritores de novela negra de la historia, cuyos relatos han sido adaptados además a la pantalla grande por destacados directores de cine. Bajo el título de Negro sobre blanco, este ciclo mostrará cinco títulos, comenzando esta semana con Obsesión, realizada por el director Luchino Visconti en el año 1943. En las siguientes semanas habrá ocasión de ver otras cintas de esta colección como Perdición, de Billy Wilder; Alma en suplicio, de Michael Curtiz; El cartero llama siempre dos veces, de Tay Garnett; y Retorno al pasado, de Jacques Tourner.

El ciclo arranca con Obsesión, de Luchino Visconti, una de las varias versiones cinematográficas que se han hecho de su célebre novela El cartero siempre llama dos veces. Una historia que ha inspirado a distintos directores, entre ellos a Tay Garnett cuya cinta fue rodado en 1946 y que también se incluye en el ciclo. Precisamente esta obra de Cain está considerada entre las cinco mejores novelas negras más influyentes de todos los tiempos. La primera sesión tendrá lugar el jueves en el Espacio La Granja de Santa Cruz de Tenerife, a partir de las 19:00 horas. Las entradas están disponibles en la web de este espacio al precio de 2 euros, con descuento a jubilados, estudiantes y desempleados.

Completa programación

Se trata del ciclo más completo que se ha dedicado a las adaptaciones de las novelas de James M. Cain al cine y una inmejorable ocasión para descubrir el talento de este escritor y guionista americano fallecido en el año 1977. A pesar de su larga carrera poniendo negro sobre blanco los crímenes del corazón, Cain es sobre todo conocido en España por las adaptaciones cinematográficas que se han realizado de sus novelas. Tal y como señala Héctor Malverde en Guía de la novela negra, toda la obra de Cain es un “tratado sobre los precipicios, un elogio de la pendiente, un diccionario del declive, un manual del descenso a los infiernos, un mapa de la fascinación por despeñarse y un encomio de la caída”.