Más de un millar de bienes, entre muebles e inmuebles, conforman el patrimonio industrial de Tenerife. El Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, acaba de publicar el ejemplar que reúne en unas 200 páginas los datos del primer inventario de este tipo realizado en los 31 municipios de la Isla.

Casi siete años de investigación y un complejo trabajo de campo han sido necesarios para completar este primer registro. La encargada de hacerlo ha sido la doctora y experta en Historia del Arte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc), Amara Florido. Para ello, además de contar con la ayuda de los responsables de Patrimonio de los respectivos consistorios tinerfeños, la autora tuvo que entrevistarse con muchas de las personas que heredaron o usaron en su día estos preciosos vestigios del pasado más reciente de Canarias.

“El objetivo ha sido sacar a la luz bienes patrimoniales que en muchos casos han pasado desapercibidos o que están en mal estado”, detalló Florido. El patrimonio industrial es un concepto “relativamente nuevo” en el marco del patrimonio cultural.

Está integrado por el conjunto de los bienes muebles, inmuebles y sistemas de sociabilidad relacionados con la cultura del trabajo “que han sido generados por las actividades de extracción, transformación, transporte, distribución y gestión generadas por el sistema económico surgido tras la revolución industrial”.

En Tenerife han sido identificados exactamente 1.018 elementos de este tipo, desde los vestigios de los antiguos empaquetados de plátanos a los almacenes de tabaco o la importante infraestructura de bombeo y distribución de agua desplegada por toda la geografía insular. Pero ahí no queda la cosa, el inventario incluye otras pequeñas piezas y herramientas de antiguas carpinterías, herrerías, lagares o zapaterías o imprentas. Son igualmente valiosas. “Todo este tipo de bienes ilustran una parte de nuestra historia más reciente que es más desconocida. Hablan del trabajo y de cómo nuestros antepasados salieron adelante pese a las dificultades”, matiza la experta. Por desgracia, por el camino se han quedado importantes instalaciones de cuya existencia apenas quedan algunos restos. En otros, estas instalaciones han desaparecido por completo. Entre los ejemplos más interesantes está la estación de bombeo La Gordejuela (1903), en Los Realejos, que está en muy mal estado de conservación. Otros ejemplos de importantes infraestructuras tristemente perdidas son la Fábrica de gas (1906) y la Compañía Central Eléctrica e Industrial de Tenerife (1897), en Santa Cruz de Tenerife; La Fábrica de destilación (1900), en Los Cristianos, o la Estación del Tranvía Eléctrico (1901) de La Cuesta. De todas estas importantes infraestructuras, a parte de los restos del edificio de La Gordejuela, solo se conserva la chimenea de la estación del tranvía. No obstante, otros elementos como trilladoras, lagares y grúas sí que se mantuvieron con más cuidados. Un ejemplo a señalar es el de El Tanque, en Santa Cruz, uno de los antiguos depósitos de carburante de la Refinería de Santa Cruz rehabilitado y abierto al público desde 1997.

La estación de bombeo La Gordejuela en Los Realejos. El Día

Con todo, Florido considera que en Canarias se ha avanzado bastante en este sentido. Por un lado, en 2009 se empezaron a realizar estos inventarios, ya completados en las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y La Gomera. Por el otro, esta categoría de protección se incluyó en la ley canaria de Patrimonio Cultural rubricada el pasado 2019.

Un aspecto a destacar es la fragilidad de este tipo de elementos, que en muchas ocasiones permanecen olvidados en almacenes y muy mal conservados. Este inventario pretende colaborar a su recuperación. “Lo ideal sería contar con un museo de la industria donde se recogiera al menos lo más significativo”, valoró.

La mayoría de los elementos inventariados abarcan un arco temporal que va desde finales del siglo XIX a los años sesenta del pasado siglo XX. Mientras, pese a que está ya editado, las dificultades derivadas de la pandemia han dejado por ahora sin fecha la presentación oficial del catálogo. La próxima isla en inventariarse será Lanzarote.