‘Siete hombres buenos’ aterriza en el Guimerá para reflexionar sobre la patria

Juan Mayorga escribió hace más de 30 años Siete hombres buenos, su primera obra publicada y que, en 1989, se hizo con el accésit Marqués de Bradomín. Décadas después, el director grancanario Rafael Rodríguez se lanza a la aventura de adaptar este texto para que sus “hombres buenos” suban al escenario y pongan en escena esta historia universal y plenamente de actualidad. Así, la compañía 2RC Teatro llega esta noche al Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife para mostrar los entresijos de este gobierno en el exilio.

La función única tendrá lugar a partir de las 20:30 horas y las entradas se encuentran a la venta al precio de 12 y 14 euros. El director Rafael Rodríguez anima al público a asistir a este representación porque “el teatro sigue siendo seguro” y reconoce que, “aunque sea con poco aforo, siempre es hermoso poder compartir con el espectador la experiencia del teatro, así que les invito a venir para que se desahoguen y a la vez se entretengan y diviertan”.

Rodríguez reconoce que llevaba años detrás de Siete hombres buenos: “Conocí a Juan Mayorga en la década de los 80, justo el año en el que ganó el accésit con este texto, y él mismo me regaló un ejemplar que enseguida quise adaptar, pero no se nos presentó la oportunidad hasta hace dos años”. Así, el entusiasmo por subir esta obra al escenario llega de las dos partes, que han trabajo por igual en adaptar el texto. “Es la única obra de Mayorga que no se había estrenado y él tenía mucha ilusión”, reconoce Rodríguez, quien destaca el trabajo realizado para ofrecer una propuesta “más actual” porque algunos elementos del texto original estaban demasiado localizados en una época en concreto. “Hemos intentando descontextualizar la narración para ofrecer un texto más abierto”, comenta el director teatral, quien recuerda que además transformaron a dos de los personajes masculinos en femeninos.

Y es que “un gobierno en el exilio de una defenestrada república”, tal y como reza la sinopsis de esta obra, puede recordar mucha a una parte de la historia de España. Por eso, la obra se centra la posibilidad del regreso al hogar que se presenta ante los protagonistas y cómo cada uno de ellos lo asume de una manera diferente: “Hay quien logra reestructurar la vida, hay quien vive en el pasado y no desea avanzar y hay quien desea continuar hacia adelante a toda costa. Todo eso generará conflicto y a ello se le suma otra historia que está por resolver”. Todo este proceso de descontextualización ha copado muchas de las conversaciones entre Juan Mayorga y Rafael Rodríguez. Así, han reflexionado hasta llegar a la conclusión de que “hoy en día existen muchos tipos de exilio diferentes” y, de ahí, que el tándem haya tratado de representar una amplia variedad de tipos de desarraigo.

Sencillez que engancha

“Es una historia muy bien contada y que engancha”. Y esto no lo dice el director de Siete hombres buenos, sino el público que ya ha tenido la oportunidad de disfrutar de ella en las pocas funciones que se han celebrado tras su estreno el pasado mes de febrero en Las Palmas de Gran Canaria. Así, se trata de “una historia construida desde el realismo” en la que el equipo intenta “romper con algunas de las estructuras que siempre han caracterizado a la función teatral”.

No obstante, todo este trabajo se ha podido desarrollar gracias al talento que el autor desplegó en el texto original. “Mayorga ha sabido pintar muy bien cada uno de los personajes y nosotros, humildemente, creo que hemos sabido plasmar todo eso sobre el escenario”, reconoce Rodríguez, quien destaca las diferencias entre cada uno de los personajes que, a su vez, se encargan de ofrecer al público una experiencia completa. Y es que, destaca el director de la obra, “viven a pleno pulmón esta historia” y eso permite que el público viva esta experiencia “desde una doble perspectiva”: el trasfondo del texto remueve al espectador y hace reflexionar, mientras que el conflicto con tintes de thriller que lo acompaña toma importancia durante la obra y mantiene al público alerta.