“Ritual XXI. El arte de los ancestros en el siglo XXI” es el título del último proyecto del timplista Benito Cabrera que desde hoy circulará libremente por las redes sociales (YouTube, Facebook e Instragram). Esta iniciativa, que se grabará mañana en directo en Arona sin publico, pretende poner en valor el papel de las danzas rituales y procesionales del archipiélago pero con un sonido actual y respetando su esencia.

El resultado son once vídeos de una duración de unas doce minutos cada uno que incluyen una descripción explicativa de cada una de las expresiones elegidas, una muestra de como es originalmente, su forma más auténtica, con la participación de músicos, cantantes y bailadores, y la versión actualizada y renovada que hace Cabrera con su grupo, integrado por Ehedey Sosa (bajo), Sergio García (percusión y voz), Pablo Díaz (flauta y pito herreño) y Tomás Fariña.

“Es un proyecto creativo basado en elementos rituales de Canarias, cosas que son poco conocidas, bucear en esas tradiciones. La idea es hacer vídeos en los que se dan a conocer esas tradiciones con la participación de los protagonistas de cada una de ellas y luego hemos compuesto temas cortitos basados en eso para tender un puente entre el pasado y mi visión personal de estas expresiones. Hemos intentado que se parezcan y se identifique lo que está sonando. La gente puede comparar la versión original y luego la nuestra. Ahí siempre van a estar las melodías que están en el origen, pero traídas a un lenguaje moderno, avanzando en las estéticas”, explicó Cabrera.

Este músico y compositor sabe a ciencia cierta que los temas elegidos son conocidos allí donde se celebran, pero no en otros lugares, porque no son isas, folías, polcas o malagueñas, sino que son realidades que tienen un marco espacio temporal muy concreto. “Se suelen dar en un lugar y en momento del año my concreto. Por ejemplo, el Rancho de Teguise sale los días de Navidad y su contexto es cantar en la misa del gallo de la iglesia de Teguise y allí es donde se baila”.

Este trabajo, que se colgará en las redes de forma segmentada, pretende recuperar, difundir y actualizar este legado patrimonial, para lo que han contactado fuentes como los protagonistas y personas conocedoras de estas danzas, además de consultar la bibliografía existente sobre las mismas,incluso comparativamente con otras similares.

“Muchas de ellas son danzas rituales procesionales, pero no todas. Los Ranchos de Ánimas tienen que ver con la muerte, con rescatar almas del purgatorio. Hay un contenido religioso, en otro casos, como las danzas de cintas de Tegueste salen siempre en procesiones detrás de un santo. Luego hay otras que no, como la Meda, que la escogí porque es como un ritual social; o los años nuevos de La Gomera, que son rituales sociales que se dan en una época concreta que tiene que ver con el calendario religioso, en este caso el ciclo de la vida. El caso de los años nuevos, que es una expresión pagana, pero ligado al ciclo religioso. Hay un denominador común de todos ellos, que tiene un sentido religioso”, matizó.

El timplista canario desconoce el número exacto de danzas rituales que existen en Canarias y sus variantes, aunque la gran mayoría están unidas por un halo religioso y un origen peninsular, aunque cada una tiene un contexto histórico determinado. “Los ranchos fueron traídos por los franciscanos a las islas mas orientales, que son las primeras en ser conquistadas. Tienen que ver con el Concilio de Trento y la contrareforma que impulsó la idea del purgatorio en contra del protestantismo. En otras expresiones el origen es otro, y no todas son danzas. En otras no se sabe muy bien su origen. Su origen es peninsular y hay casos, como La fiesta de los pastores está basada en el Baile de la Virgen de los Reyes, pues existen expresiones muy similares en Fregenal de la Sierra en Badajoz”.

"Lo religioso es un elemento común en los temas de este proyecto", asegura Cabrera

Cada uno de los rituales seleccionados para este proyecto son muy peculiares, pero hay uno, como El Rancho de Ánimas de Arvejales de Teror que ha llamado de forma especial la atención de Cabrera. “Tiene que ver con el concepto de la muerte y de la religiosidad que sigue vigente para los cultos. Es muy ancestral, muy antiguo y es interesantísmo. Son melodías muy difíciles de descifrar. Es decir, si quieres llevar eso al papel pautado a escribir que están cantando y que ritmo está haciendo es muy difícil. Son sonidos que se alejan un poco del oído occidental y de la estética tonal que tenemos en la música occidental. Hay que tratarlo con una mente un poco abierta”.

Con respecto al papel actual de estos rituales, consideró que muchas de las creencias en torno a los mismos han variado y se han adaptado a la realidad actual. “Por ejemplo, el Rancho de Pascua es un activo patrimonial. La gente lo adora, lo siente como algo propio y como un valor patrimonial al margen de que creas o no en lo que se canta. Creo que tiene un valor, básicamente, patrimonial”.

Otro aspecto importante que destacó es la importancia de visibilizar a la mujer en el mantenimiento estas tradiciones ancestrales. “Buena parte de nuestras tradiciones no existirían sin las mujeres que la han hecho posible”. De hecho, uno de los temas incluidos en el proyecto, el titulado “Lilí Ascanio”, está dedicado a la recientemente desaparecida folclorista de Hermigua.

Por último, Benito Cabrera destacó que no está de acuerdo con esa visión fatalista que indica que el folclore y la cultura popular está casi el peligro de extinción. “Desde que era muy jovencito siempre estaba la luz roja de alarma de !cuidado¡, que estamos perdiendo el folclore y la tradición, y compruebo que no, que sigue habiendo mucha gente joven que ha reactivado muchas de estas cosas. Eso no significa que no haya que seguir trabajando para que no se pierda. Por otro lado, tengo que decir que tenemos una riqueza tremenda en Canarias que va mucho más allá de lo que los grupos y los músicos hemos mostrado. Hay mucho donde escarbar todavía a nivel de folclore canario para seguir investigando y utilizándolo como elemento de inspiración para seguir creando con un lenguaje propio pero a partir de la tradición”.

El repertorio, en el que estarán presentes expresiones de prácticamente todas las islas, constará de las siguientes interpretaciones: Nuestro Baile (Basado en el Sirinoque de La Palma), Toques (Basado en los diferentes sones del Baile de la Virgen de El Hierro), Saltando (Basado en El Salto del Rancho de Pascua de Teguise), Contradanza (Basado en el Rancho de Pascua de Tías), El Zarcillo (Basado en el Tajaraste), La Noche de San Simón (Basado en el canto de La Meda), Tambor de mis alegrías (Basado en el Baile de Tambor de La Gomera), Lilí Ascanio (Basado en el Santo Domingo Gomero y dedicado a la recientemente desaparecida folklorista de Hermigua), Mujeres que bailan (Basado en la Danza de Tegueste), Diablada (Basado en La Librea de Buena Vista del Norte) y Otro Mundo (Basado en el Rancho de Arvejales de Teror). |