Jaime de Urioste Arana publica su primera novela después de años dando forma a poemas y relatos breves. El que fuera cónsul honorario de Bolivia en Santa Cruz de Tenerife durante más de 40 años presenta ‘Marcus y la puerta estelar’, donde mezcla fantasía y realidad para narrar algunos de sus años más felices de juventud. Se trata de un libro en el que una vez más habla con absoluta devoción de su país de origen y de todas las tradiciones e historias que lo rodean. Volver al lugar de nacimiento es posible gracias a la memoria y las palabras y De Urioste lo pone de manifiesto en esta nueva novela. 

Durante años, Jaime de Urioste Arana narró a sus hijos y nietos las historias de su infancia en Bolivia. Fue una niñez que vivió de la mano de las tradiciones de su país natal, de la cultura quechua y del amor por su tierra. Por eso, el libro que acaba de publicar este boliviano afincado en Tenerife está dedicado a sus nietos y a sus padres, a toda la familia que en algún momento vivió o disfrutó de las vivencias de De Urioste, quien ahora presenta todas ellas en el libro Marcus y la puerta estelar. En esta novela, el boliviano pone de manifiesto la pasión que le creó su padre por las antigüedades o su predilección por su ciudad natal, Sucre. El libro se puede adquirir ya en la Librería Tinerfeña 2000 de La Laguna y próximamente está disponible también en Bolivia.

Marcus y la puerta estelar era una asignatura pendiente para Jaime de Urioste. “Desde que era pequeño me ha gustado escribir y, aprovechando ahora que no tengo ninguna obligación laboral, me he permitido el lujo de abordar este largo proceso”, afirma el ahora escritor, quien se decidió a escribir una novela después de su último viaje a Bolivia, hace ya seis años y después también de charlar con diferentes amigos escritores, quienes lo animaron a “plasmar esta historia negro sobre blanco”.

De Urioste ha escrito poemas desde que era joven y no los ha abandonado ni siquiera en este libro, en que se mezcla la realidad con la fantasía. “He cambiado nombres y me he inventado otros”, reconoce el escritor afincado en la Isla, quien añade que su novela “tiene mucho de nostalgia” porque la ha escrito “con el corazón en la mano”. Así, no ha dudado en recrear “una realidad que ya no existe, he inventado mis propios recuerdos descubriendo asombrado la magia animista de la realidad de mi país”, relata.

Jaime de Urioste ha vivido en Canarias durante más de 50 años y, a pesar de ello, ha tenido la oportunidad de regresar muchas veces a su país de origen. Ahora, Marcus y la puerta estelar se convierte en el regreso que el escritor no puede hacer a su Bolivia amada: “Me he sumergido en un viaje casi sin retorno porque la vida en Bolivia es un referente permanente en mi vida”. Marcus también existió en la vida del escritor, aunque hace tiempo que no sabe de él. “Para mí fue mi infancia y primera juventud”, reconoce el autor quien además realiza un trabajo de divulgación de la historia de Bolivia.

“He mezclado la historia y la imaginación y también mi propia nostalgia para dar una visión fantástica, donde las cosas no son lo que parecen o a veces lo son y no nos damos cuenta de ello”, afirma De Urioste a quien le gusta decir que “Bolivia no es solo un país, no es solo un paisaje, Bolivia es también un paisanaje excepcional”. Y es que el siempre le ha acompañado la nostalgia, a pesar de que reconoce que “siempre he sido muy feliz en Canarias, soy un enamorado de las Islas, y sobre todo de La Laguna, porque se parece mucho a mi Sucre”.

Redescubrir su tierra

A pesar de que los recuerdos son los que mueven esta novela, Jaime de Urioste ha tenido que documentarse para poder escribirla. Cuando era pequeño hablaba quechua con mayor facilidad y por eso ha acudido a internet y a sus amigos de Bolivia para poder desarrollar los diálogos del libro. “Me he apoyado mucho en la tradición boliviana porque el mundo mágico que hay allí supera con creces cualquier imaginación, es algo muy especial”, relata el boliviano, quien destaca que era sobre todo el personal de servicio el que se encargaba de dar a conocer estas historias. Y por eso el libro se convierte en un homenaje a estos trabajadores que desde pequeño le influenciaron mucho en su concepción religiosa.

Jaime de Urioste fue cónsul honorario de Bolivia en Santa Cruz de Tenerife durante más de 40 años. “Todo conocimiento es bueno y yo creo que el hermanamiento entre Bolivia y Canarias debería darse siempre”, explica el diplomático, quien fomentó el hermanamiento entre Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de la Sierra. Y es que el amor de este novelista por su país natal se descubre en cada uno de sus comentarios. “Ir a Bolivia es encontrarse un mundo tan diferente y misterioso, y tan hermoso sobre todo, con gente buena y muy colaboradora”, recuerda De Urioste, quien defiende que en su país “hay una concepción del mundo completamente distinta al resto del mundo”.

Marcus y la puerta estelar es la ópera prima de Jaime de Urioste en el mundo de la literatura y después de haber experimentado con diferentes géneros, reconoce que prefiere los relatos. “No es que sean más fáciles sino que no son tan largos, porque cuando uno empieza a escribir empieza a morirse un poco”. Y a pesar de ese proceso tan sacrificado, el boliviano no deja de crear historias. Así, el próximo mes de julio publicará una serie de relatos y algunos poemas bajo el título Tiempo de cigüeñas, que es un cambio total a su forma de escribir y al tratamiento argumental que realiza habitualmente puesto que la acción se desarrolla en Castilla La Mancha.

De este modo, Jaime de Urioste no para de trabajar, a pesar de su edad: “Cuando uno tiene 77 años no piensa mucho en el futuro sino más bien en el pasado y a veces el pasado se magnifica, como sucede en esta novela”.