Keroxen continúa trabajando para convertirse en uno de los mayores defensores de la música hecha en Canarias. Tras más de una década siendo el encargado de reunir en el Espacio Cultural El Tanque de Santa Cruz de Tenerife a lo más granado de la escena musical alternativa internacional, el colectivo se lanzó a la aventura, hace unos cuatro años, de crear su propio sello discográfico para “servir de plataforma para los artistas locales que comparten nuestra vocación de experimentación, diversión y distorsión”.

Estos días, mientras afrontan la decimosegunda edición del festival –sin duda una de las que será más recordada porque las actuales circunstancias sanitarias les han obligado a trasladar la actividad al Aguere Espacio Cultural de La Laguna– celebran además el lanzamiento de Radar Keroxen Vol. I. Este recopilatorio es tan solo la primera entrega de toda una serie de recopilaciones que el sello discográfico quiere publicar para dar a conocer a las bandas indies de Canarias, esas rara-avis que pueblan la escena musical regional y que cada día suenan más fuerte dentro y fuera de las fronteras del Archipiélago.

Conjunto Podenco, Gaf y la Estrella de la Muerte, Pumuky y Salétile protagonizan esta primera entrega de la serie de compilaciones que el sello tiene previsto publicar en formato vinilo durante los próximos años. Los cuatro grupos canarios se han encargado de ofrecer material inédito o recientemente publicado para este disco del que se puede disfrutar desde el pasado día 6 y que, además de en tiendas físicas, se puede descargar a través de internet.

Tanto el sello discográfico como las bandas saben que no son tiempos fáciles para publicar discos, y menos en formato físico, pero todos ellos creen firmemente que la cultura hace un bien increíble a la sociedad y, por eso, no dudan en seguir aportando su particular granito de arena. En el manifiesto realizado con motivo de la publicación de este álbum, el músico Carlos Robles destaca que “Keroxen, en sus diversas manifestaciones es ese eslabón perdido y recuperado como faro de luz en tiempos oscuros”. Es por este motivo que este decimosegundo lanzamiento del sello canario “sondea la realidad de la escena insular, nos presenta a cuatro de los nombres clave en esa escena, una mirada caleidoscópica y una escucha poliédrica, en la que encontramos cuatro propuestas, cada una con su propia línea de tiempo y, cada una también, en un feliz punto de inflexión o confirmación”.

Y es que algo tendrá Keroxen, ya sea en su formato festival o con su sello discográfico, porque todo aquel que lo conoce cae rendido a la obviedad de que su lucha se centra en fomentar la cultura, ya sea a partir de las letras de un grupo de rap canario o la que aparece cuando dos artistas se juntan para dar forma un proyecto visual y sonoro. Es por eso que Carlos Robles no duda en comparar la labor de Keroxen con aquella que en los 30 del pasado siglo XX realizó la Gaceta de arte. “Sin huir el pensamiento, sin buscar refugio en tratamientos históricos para los fenómenos contemporáneos. Ser isla en el mar Atlántico es apresar una idea occidental y gustaría hacerla propia despacio, convertirla en sentimiento”. Ese fragmento del manifiesto editorial de la revista “bien podría trasladarse a las inquietudes que mueven la propuesta artística y cultural del colectivo canario Keroxen”, sentencia el músico.

Cuatro visiones de la música

En la década de los años 30 “el planeta naufragaba y Gaceta de arte estuvo allí para plasmarlo, combatirlo, gritarlo. Este Radar Keroxen toma el relevo musical ante un nuevo naufragio. Al fin y al cabo, los músicos son quienes en realidad abandonan en último lugar el barco, si es que llegan a hacerlo”, así de contundente de muestra Robles en el manifiesto de este disco. ¿Y cómo hace Keroxen para erigirse como tabla de salvación? Pues con las propuestas de cuatro grupos que, con sus diferencias, combinan sus sonidos para dar forma a un trabajo redondo.

Los veteranos Gaf y la Estrella de la Muerte aportan “dos joyas de precisión y contención”, afirma Carlos Robles, quien añade que la banda grancanaria se encuentra en “un punto inmejorable de dominio de sus registros sonoros y plena ampliación de su horizonte de expectativas”. En segundo lugar Pumuky, el dúo formado por los hermanos tinerfeños Jaír y Noé Ramírez, “se liberan de ataduras compositivas según formato de banda y desatan la apabullante descarga de intimidad lírica, habitual marca de la casa, ahora desatados en la banda sonora de trasfondo”, adelanta Robles.

Los también tinerfeños Salétile “se encargan de llevar la escucha y la propuesta del disco a los lados más surrealistas” mientras continúan en su “proceso de deconstrucción irónica y, por momentos, sarcástica, de seis décadas de música popular contemporánea”. Por su parte, los grancanarios Conjunto Podenco ejercen su “ya habitual maestría” a través de la “contundencia de su rock afilado”, explica el experto Carlos Robles.

Ocho temas que recorren el panorama actual canario de la mano de cuatro exponentes que, además, no pueden faltar a la cita con el Festival Keroxen y que tan solo son los primeros protagonistas de este Radar Keroxen que promete reunir en cada nueva entrega a lo más destacado de la música hecha en Canarias.