Ópera de Tenerife estrena una de sus temporadas más especiales con el Requiem, de Gaetano Donizetti. Auditorio de Tenerife acoge este primer título de la temporada 2020/2021, que se pondrá en escena mañana, a partir de las 19:30 horas, y que se presenta a modo de homenaje a los fallecidos en Canarias durante la pandemia ocasionada por el coronavirus. Esta función coincidirá además con la celebración del Día Mundial de la Ópera, y será la primera vez en España que suene esta obra en un espacio no religioso.

Alessandro Palumbo es el director musical de esta obra que fue escrita por Donizetti ante la inesperada muerte del también compositor Vincenzo Bellini. Un total de 45 músicos, 23 coristas y cinco solistas acompañan al director italiano. La presencia de todos ellos sobre el escenario obligará a extender al completo la nueva concha acústica del Auditorio, un equipamiento de vanguardia, que se desplegará para mejorar la acústica de los intérpretes, lo que permitirá también emplear todo el espacio del escenario manteniendo la distancia de seguridad.

Las entradas ya se encuentran agotadas para acudir a este espectáculo que cuenta con una amplia representación canaria entre los solistas, un grupo conformado por la soprano Carmen Acosta, la mezzosoprano Belén Elvira, el tenor David Astorga, el bajo Nicolò Donini y el barítono Borja Molina. Precisamente Acosta afirmó ayer durante la presentación de este primer título de la temporada que los artistas se sienten "emocionados, privilegiados y agradecidos" por participar en este proyecto puesto que "desde marzo no nos podemos subir a un escenario y tenemos muchas ganas de que se vuelva a subir el telón". La cantante reconoció que han tenido que hacer frente a muchas dificultades: "El coro canta con mascarilla pero a pesar de eso lo hace muy bien". No obstante, esos nuevos protocolos de seguridad no son problema porque el objetivo de todo el equipo que ha trabajado en esta producción es mostrar que "la cultura es necesaria, sana y segura", explicó la tinerfeña.

El Requiem de Donizetti es una misa de difuntos, compuesta para cinco voces, coro mixto y orquesta. El autor la compuso en honor al compositor italiano Vicenzo Bellini, que murió repentinamente en 1835. La desaparición del creador de Norma dejó incompleto el trío de grandes compositores italianos belcantistas formado por Rossini, Bellini y Donizetti. Tras este fallecimiento se produjo además la retirada de Rossini, lo que provocó que Donizetti quedara a partir de ese momento como la figura más brillante de la ópera italiana de su época. A la importancia de la obra se suma en esta ocasión, además, que será la primera vez en España que suene esta Messa di Requiem in re menor, que es su título original, en un espacio no religioso.

El director insular de Cultura, Alejandro Krawietz, indicó ayer que "el momento de comenzar una temporada es siempre de una gran intensidad" y añadió que esta apertura es particularmente especial por las circunstancias que lo rodean y porque ha supuesto "un complejo ejercicio de programación". Krawietz, quien afirmó que "la cultura es un territorio ejemplar de la vida social en nuestro país y así debe seguir siendo", destacó "el drama que ha vivido la cultura con el cierre de la actividad". No obstante, felicitó a la sociedad canaria por su compromiso con este sector: "Tenerife tiene un público consolidado entre el que se respiran las ganas de volver a encontrarse en los teatros".

El director musical Alessandro Palumbo reconoció sentirse "feliz y afortunado" por volverse a poner al frente de la Orquesta Sinfónica de Tenerife porque "no son tiempos fáciles". El italiano, quien afirmó que sus raíces musicales se encuentran en a Isla gracias a su participación en diferentes producciones de Ópera de Tenerife desde 2013, destacó además la "intensidad y dramatismo" del Requiem. Palumbo también dio a conocer las modificaciones que se han tenido que realizar en los ensayos para poder cumplir con los estrictos protocolos de seguridad. "Para hacer música juntos hay que estar muy cerca pero esto nos han permitido vencer las dificultades", comentó ayer el italiano quien añadió que, a pesar de que el trabajo se complica un poco "es algo interesante y divertido para nosotros, que debemos inventarnos nuevas formas de comunicación", afirmó.