Apenas han transcurrido unas semanas pero parece que ha pasado mucho más tiempo. El mundo se detuvo el 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma. La vida cambió de escenario y el mundo se redujo al espacio cotidiano de una vivienda. Cuando todo eso sucedió, las ventanas y balcones se convirtieron en la única forma de escapar del encierro. Asomarse, charlar con los vecinos y aplaudir el esfuerzo de los sanitarios empezó a ser la única forma de socializar en tiempos de pandemia. En medio del caos, la imaginación voló a través de los huecos de las fachadas. PhotoEspaña es uno de los certámenes de fotografía con más trayectoria y recorrido y decidió lanzar un reto: un concurso de imágenes captadas desde las ventanas. Lo bautizó como #PHEdesdemibalcón.

Medio centenar de fotografías, seleccionadas entre las 400 que los santacruceros enviaron a este singular concurso, cuelgan desde ayer de los balcones de la céntrica calle Castillo. Son el relato de una realidad muy reciente que aún quema en la piel de todo un país, instantáneas que atrapan rostros emocionados y manos que aplauden entre los barrotes. Puede que esa situación esté relativamente reciente aún, que no haya pasado el tiempo suficiente para que toda una sociedad se de cuenta de cómo cambió la vida en todo planeta en apenas unas semanas. Un buen comienzo para empezar a reflexionar sobre lo que ha sucedido y saber hacia dónde debe a caminara la humanidad puede ser levantar la cabeza y fijarse en estas instantáneas.

En total, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha impreso medio centenar de las escenas enviadas por los vecinos durante el confinamiento. En las imágenes se incluyen vivencias captadas desde los balcones y ventanas, el único nexo de unión con el exterior. Muchos municipios han participado en esta iniciativa y, de hecho, cincuenta ciudades han empezado a inaugurar muestras como la que desde ayer puede disfrutarse en la calle Castillo. Con estas acciones se marca, además, el pistoletazo de salida de PhotoEspaña 2020.

Durante toda esta semana, las principales calles y plazas de urbes como Madrid, Barcelona, Valencia, Santander, La Coruña, Sevilla, Pamplona, Zaragoza o Granada se han unido a la capital tinerfeña para acoger las fotos captadas por sus vecinos durante este concurso online. Según la organización, la convocatoria se cerró?con más de 63.000 imágenes subidas en Instagram y ellos han seleccionado las 2.450 fotografías que llenarán las calles del país. Es, insisten, un "gran homenaje colectivo a la ciudadanía".

Las fachadas de la Castillo, principal vía comercial de la capital, se han llenado de esas capturas. Para verlas, eso sí, es necesario alzar bien la mirada. Cuelgan de los primeros pisos de edificios emblemáticos como el del Parlamento de Canarias o Wehbe. Las firman vecinos como Pedro Tomás de Sansegundo, José Carlos Expósito, Cris Azero, Iván Pérez o Jonathan González, entre otros.

Un vistazo a las fotografías basta para llevarnos de nuevo a los días más duros de la crisis sanitarias, cuando solo las palomas ocupaban las aceras y los aeropuertos parecían desiertos. Los niños y las mascotas tienen también un especial protagonismo en estas instantáneas, al igual que las azoteas.

No es la primera vez en la historia de la humanidad que las ventanas se convierten en instrumentos para explorar la creatividad. La pandemia internacional lo ha cambiado todo, ha parado el mundo, pero no ha conseguido que se terminen los sueños ni las ganas de mirar hacia el futuro. De hecho, PhotoEspaña escogió ya las diez mejores imágenes, a las que entregará un premio de 500 euros a cada una. Otros de los municipios canarios que han participado en la iniciativa son La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria.

Durante las semanas de confinamiento la mirada del mundo cambió de dirección: desde las ventanas y balcones hacia el exterior. Ahora que las calles vuelven a estar habitadas, la capital tinerfeña recuerda aquellos duros momentos con las fotografías que captaron sus propios vecinos cuando quedaron aislados.