Maja Novakovic se estrena como directora en la industria cinematográfica, a través de un cortometraje que nos traslada al este de Bosnia, allí muestra la vida de dos mujeres que viven con una gran conexión con la naturaleza que les rodea, que parece que es la única entidad a la que ellas hablan, escuchan y respetan. De hecho, este proyecto pretende acercarnos a la naturaleza más pura, "a los detalles que normalmente obviamos porque pasan desapercibidos", afirma Novakovic, que añade que "mediante este proyecto quería preservar esta cultura heredada de lo inmaterial que es característica en esta zona del país", puntualiza.

La película realizada por esta directora participa en el concurso internacional de cortometrajes de MiradasDoc 2020.

La naturaleza juega un papel clave en A sad se spusta vece ( Then comes the evening), hasta el hecho de que "no hay música durante todo el documental porque así se destacan todos los sonidos de la naturaleza", añade la directora. Además, dado que las protagonistas solo se comunican con los elementos que les rodean, se requiere un mayor esfuerzo a la hora de captar la expresión de emociones durante el documental.

Experiencia personal

Para Maja Novakovic este cortometraje también tiene un sentido personal muy fuerte, ya que fue en esta zona donde ella mismo se crió, junto a las dos abuelas que se convierten, sin quererlo, en viva imagen del amor y el arraigo más instintivo del ser humano por la naturaleza que lo rodea todo. Es por ello que ella ya conoce sus creencias antes de grabarlos, y nos cuenta de una manera más cercana los rituales y cánticos que llevan a cabo para cambiar el mal tiempo.

Tras A sad se spusta vece, la artista bosnia espera más proyectos para el futuro, que afirma seguirán un mismo estilo cinematográfico, aunque tiene previsto cambiar la temática.