Las personas que transiten hoy por la mañana, a partir de las 11:00 horas, por la plaza de acceso a Tenerife Espacio de las Artes (TEA) de la capital tinerfeña verán como Norberto Llopis (Valencia, 1977) en solitario colocará un centenar de sillas plegables de madera en dicho espacio al aire libre. No se trata de la preparación de un aforo para un espectáculo que se vaya a ofrecer posteriormente, sino que es una performance que desarrolla el artista valenciano dentro de la Bienal de Fotografía Fotonoviembre.

Esta actividad, incluida en el apartado Imagen-Territorio, se titula Des-uso y pretende demostrar el afecto que produce esta acción sobre un espacio público. El resultado de esta experiencia se trasladará después al interior de TEA en forma de charla-perfomance en la que artista explicará la filosofía de esta iniciativa acompañado con la proyección de algunas imágenes del acto matinal.

"Juego con esa idea de como estamos acostumbrados a colocar estas sillas y voy generando espacios. Son sillas que normalmente asociamos con lo común, porque son sillas de barrio, de cena multitudinaria. Supongo que aquí en Canarias también se utilizarán como lo hacemos en las fallas en Valencia", indicó.

La propuesta que plantea Llopis, cuyo trabajo se mueve entre el mundo de la coreografía, la performance y el pensamiento, se sustenta en la idea preestablecida sobre las diferentes maneras de establecer el uso, el desuso o el abuso del espacio. Se trata de una especie peculiar de escultura en movimiento, una coreografía urbana según sus promotores, que provocará durante el tiempo en el que se desarrolla una serie de transformaciones en el espacio del que se apropia el centenar de sillas de madera.

"Juego mucho con la idea de la distribución y de la imagen de lo común. Esta acción se llama Des-uso porque las sillas no están pensadas para sentarse en esta ocasión , simplemente muestro en la distribución el modo de colocar las sillas en un espacio público, en este caso en el pasaje de TEA".

Este perfomer realizará diferentes distribuciones de las sillas en el espacio elegido, de forma que originará distintas imágenes en las que primará la separación espacial entre cada uno de los elementos reunidos. Incluso, en algunas ocasiones, la evolución de la colocación de los mismos obligará al público que circule por el lugar a esquivar las sillas para poder pasar.

"Juego con el afecto que provocan unas sillas colocadas en un espacio público. El afecto puede ser tanto visual como el físico de tener que esquivarlas para poder pasar. La acción está pensada para un lugar público como una plaza y en este caso la colocamos en una zona que aunque esté medio insertado en TEA es un espacio de paso también".

Llopis, graduado en la Escuela Superior de Danza y Coreografía del Instituto de Teatro de Barcelona, ha cosechado muchas anécdotas en la escenificación de esta performance en otros lares, donde se han registrado reacciones que se repiten en algunas ocasiones.

"Aquí, al estar a la entrada de un museo, es posible que entiendan que es una acción estética, pero cuando lo he hecho en alguna plaza pública se han acercado a preguntarme qué va a pasar aquí y quieren saber si habrá alguna actividad por la noche. Cada persona reacciona de una manera. Una señora que pasó varias veces por la plaza, porque vivía cerca, me comentó; ¡véngase a mi casa, que también tengo cosas para ordenar!", recordó entre risas.

Está claro que el público puede observar lo que ocurre durante la acción con total libertad, aunque los cambios en la distribución de las sillas es lento y tedioso para el espectador. "En esta acción juego mucho con lo abstracto porque voy a colocar las sillas en modos que obviamente no son para sentarse, incluso hay personas que me preguntan cuando están boca abajo qué va a haber allí. La silla es un elemento muy cargado en cuando a la dirección que se le va a dar en el uso", matizó.

25 de las sillas utilizadas en la experiencia permanecerán durante dos semanas en el interior de TEA para que el visitante pueda modificar su distribución siguiendo unas instrucciones concretas.