El pasado 6 de noviembre, exactamente a las 19:30 horas de la tarde, la junta directiva del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife adoptó el siguiente acuerdo por unanimidad: "Entregar el Premio Círculo de Bellas Artes de Tenerife 2019 a Juan Cruz Ruiz por su dilatada carrera periodística y literaria y por ser siempre un embajador de la cultura canaria".

Ese acuerdo, que leyó la presidenta en funciones de la entidad cultural, Esther Ropón, se hizo efectivo este jueves. El Salón Noble este del Cabildo de Tenerife se convirtió, al menos por una hora, en sede accidental del Círculo, cerrado desde 2018 por problemas con las actuales normativas de seguridad. Ese cierre, inconcebible para todos los que intervinieron en el acto de homenaje al periodista, escritor y editor tinerfeño se convirtió -con el permiso y la complacencia del galardonado- en el otro protagonista de la velada.

Cruz, de hecho, fue uno de los más apasionados en la defensa de una institución cultural que nació en Santa Cruz de Tenerife en 1925, se convirtió en la cuna del Surrealismo en España y fue testigo directo del nacimiento de la Gaceta del Arte. "Yo soy hijo del Círculo", repitió en varias ocasiones durante sus palabras de agradecimiento. "El Círculo es un premio en sí mismo para una sociedad que requiere de la mejor memoria para subsistir", insistió.

La entrega del premio contó con la presencia de varios representantes institucionales y todos mostraron su intención de colaborar en la reapertura de la sede de la calle Castillo, cuyas obras de adaptación están valoradas en 1,6 millones de euros. Tanto el presidente del Cabildo, Pedro Martín, como la consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, María José Guerra, insistieron en subsanar lo que el líder insular calificó como la errónea consecuencia "de la entronización de expedientes administrativos por encima de las consideraciones humanas".

El acto comenzó con la intervención de la periodista Cristina Alcaine, que hizo un emotivo recorrido por la trayectoria del insigne portuense. "Nunca ha cambiado el gato de la opinión por la liebre de la información", destacó Alcaine sobre el buen hacer de un periodista que, incidió, ha "recorrido todos los géneros".

Un periodista, continuó, siempre regresa de las cosas del mundo para contarlas. Cruz, como poeta y escritor, se ha propuesto también "encontrar la verdad solitaria que está en el fondo sin fondo de la memoria". Alcaine calificó a Cruz como un "referente" y un canario "que se fue al mundo sin dejar de ser de su tierra y nos hace saber con su ejemplo lo importante que es la cultura". La periodista concluyó su intervención con un ruego hacia el galardonado: "sigue rescatándonos del olvido, del tiempo gris y de la mala memoria".

Esther Ropón explicó que la entrega de este premio anual, creado en 2014, es un motivo de celebración. "Estamos aquí para festejar lo que nos une: el amor a la cultura", dijo. La joven pianista aseguró que Cruz no es sólo un vástago del Círculo, como él mismo defiende cada vez que tiene ocasión, sino que se ha convertido en "un hijo ejemplar defendiéndolo allí por donde va como figura clave del periodismo cultural en España".

Tras recibir este jueves este premio de manos de Ropón, Cruz se une a una nutrida lista de grandes creadores de la que forman parte María Belén Morales, Luis Alemany, Maribel Nazco, Miguel Martinón y Elena Lecuona. "Ha sido uno de los actores protagonistas en nuestro Círculo, siempre dispuesto a colaborar. Juan forma parte de la historia de esta casa", destacó Ropón. Como no podía ser de otra forma, la presidenta en funciones de la entidad aprovechó para lanzar un mensaje sobre el futuro de la sede de la calle Castillo. Un mensaje positivo y lleno de esperanza. "Lograremos superar esta etapa para continuar con nuestros valores: libertad, sensibilidad, creatividad y difusión de la cultura", sentenció.

Cruz, por su parte, ofreció un sentido discurso de agradecimiento en el que quedó patente su vinculación con la institución cultural y muchos de los "maestros" que participaron en su fundación, desde Pedro García Cabrera hasta Domingo Pérez Minik pasando por algunos de sus insignes miembros como Maribel Nazco o Pilar Lojendio, entre otros muchos. "Parece mentira. Ahora que no hay democracia, la administración mezquina y cicatera impone su sello de prohibición frente a la ansiedad de libertad para crear, de alegrar el aire de la democracia".

La ilusión como capital

El periodista y escritor recordó que su generación creció "mental y sociológicamente vinculada con el Círculo". "Tengo la edad del entusiasmo que me ha dado mi oficio y el sentimiento de amistad que heredé de aquel entonces", aseguró sobre su juventud vinculada con la institución santacrucera, cuando con apenas 17 años andaba ya participando en la intensa vida cultural de esta entidad.

El protagonista de la tarde concluyó su intervención recordando sus tiempos de universitario, cuando acudía anualmente al Cabildo de Tenerife -al mismo edificio donde ayer recibió su premio- para recoger la beca de 500 pesetas que le otorgaban para colaborar con sus estudios universitarios. "Era lo que se entregaba en aquel entonces a los estudiantes que, como yo, no tenían otros posibles que la ilusión".