Exterior. Mediodía. Aeropuerto de Los Rodeos, norte de Tenerife. El cineasta José Alayón, en compañía de la productora ejecutiva Marina Alberti, de El Viaje Films, toman tierra en la Isla. No hay pancartas; tampoco se escuchan vítores ni nadie repara en su presencia. Se trata de talentos anónimos. Como equipaje, los dos premios que la película Blanco en blanco logró en la reciente edición de la Mostra de Venecia, el festival de cine más antiguo del mundo.

Algo mareado aún por las continuas emociones y los viajes, Alayón no esconde todo lo que de bonito y emotivo han vivido estos últimos días. "Ha sido maravilloso". Y como si de un propio guion se tratara, el cineasta relata que tras el pase por la alfombra roja y el visionado de la película, que tuvo lugar el pasado martes 3 de septiembre, regresaron a Tenerife, pero el grueso de la gente que trabaja en las productoras tuvo que sacar billete y volver a Venecia para recibir el premio otorgado en la sección Horizontes, al que se sumaría después el concedido al director, Théo Court.

Haber logrado dos premios en un festival de esta categoría es digno de elogiar y digerir: "Una cosa son las buenas sensaciones que percibimos entre el público tras el pase de la película, pero otra bien distinta es que también calara en el jurado y en la prensa especializada".

De hecho, uno de los valores que se destacaron de esta cinta, rodada entre Tierra del Fuego (Chile) y localizaciones de las Cañadas del Teide, Teno Alto, Buenavista o Garachico (Tenerife), fue la belleza de las imágenes. Y en este capítulo, José Alayón, en su condición de director de fotografía, tiene buena parte de culpa del éxito.

"El trabajo de fotografía se valoró por parte del jurado", explica Alayón, quien lejos de atribuirse para sí este galardón abrió el plano para destacar que "existe un trabajo muy profesional detrás de esas imágenes", que tiene que ver, concretamente, con las hechuras de Amparo Baeza, la directora de arte, en cuanto a vestuario y escenarios, "que adquieren unas espléndidas texturas, apoyadas en unos paisajes increíbles".

En su exposición, el jurado subrayó sobre Blanco en blanco "su acercamiento único a la modernidad y la locura en un lugar remoto", al tiempo que ponderaba la habilidad para "combinar el retrato de un genocidio con la expresión del alma de un artista".

A juicio de Alayón, este largometraje "aborda un tema muy duro, como es el genocidio de los aborígenes ona, pero lo hace de una manera muy elegante" y, en este sentido, considera que la película propone "una mirada que resulta muy cautivadora". Y se detiene en la figura del montador, Manuel Muñoz, quien "ha buscado un tono y un tiempo interno muy especial", alejando a la narración de lo explícito y dotándola de "una sensación que trae algo nuevo".

La propia historia de la fotografía también contribuyó a generar un clima especial. "Los daguerrotipos requerían una exposición larga, abrir el obturador y esperar", una circunstancia temporal que incorporó al relato de la película "tensión e incomodidad", destaca Alayón.

Sobre la figura del director, el hispano chileno Théo Court, el cineasta tinerfeño señala que su vida está teñida del "universo personal de los paisajes de la localidad chilena de Talca", que se trasladan al metraje en forma de texturas y espacios.

Pero más allá de estos elementos, también conviven en la película Blanco en blanco lo que no es objetivable, pero contribuye a una mejor factura final de la película. Además de la interpretación de los tres personajes centrales: Alfredo Castro, Lars Rudolph y Lola Rubio, "la mezcla de actores con diferentes formas de entender el oficio ha resultado enriquecedora", precisa Alayón, quien elogia los papeles de David Pantaleón y la pequeña Esther Vega. Eso, unido al ambiente y al buen talante de los equipos.

Ahora se abren nuevos viajes. "Este es un trabajo que nunca acaba", confiesa Alayón, quien habla de contactos con los agentes de ventas, la fecha del estreno en España y lograr que Blanco en blanco "llegue a la mayor cantidad de público posible".

Y descubre el cineasta : "Esta es una película que te golpea al día siguiente de haberla visto".