Convertir con naturalidad un icónico espacio como el Magma Artes & Congreso de Adeje en un lugar para el esparcimiento y ocio veraniego. Un poco de ahí brota la esencia del Minimal Summer en sus dos últimas ediciones, las mismas en las que se ha alejado de las costas de El Porís para rodear de música, gastronomía y ¡hasta piscinas¡ este enclave cultural del sur tinerfeño.

Y ya van nueve, casi una decena de ediciones de un proyecto que casi se vio superado a sí mismo por el éxito en sus últimas celebraciones en El Porís y que desde entonces se mantiene como uno de los encuentros veraniegos más esperados en Tenerife.

Sin ser de los grandes eventos multitudinarios que se celebran en esta época estival en el sur de la Isla, Minimal Summer, desde que se pasó a recinto cerrado, siempre ha contado con una audiencia que se cuenta por miles. Así sucedió ayer y una vez que las horas de sol intenso quedaron atrás, el Magma volvió a ser la plataforma para una gran fiesta.

Minimal Summer es quizás el reflejo de una fiesta perfecta. Asistentes de un perfil mayoritariamente adulto que persiguen la diversión sin mayores divismos y que hilan minuto tras minuto con su gen inmutable del buen rollo.

Y así se baila en cada uno de los dos escenarios, y así se pide casi sin colas en cada puesto de restauración, y así se comparten ratos en las zonas de descanso; con la felicidad inevitable de las fiestas de verano...

Djs como Nickodemus, uno de los grandes exponentes del World Music Internacional, o el tándem Banana Boogaloo fueron algunos de los reclamos de la fiesta de ayer. Y además de Renzzo, claro, también estaba Renzzo... o la carismática Dj Kali.

Se trató de bailar, de compartir, de beber, de reír, de experimentar nuevos sonidos; se trató de vivir en gerundio... para siempre encontrarnos bailando.