En una entrevista que le hicieron al divulgador Eduard Punset le preguntaron sobre su experiencia como ministro: ¿cómo pudo soportar la política? Contestó con su sentido del humor que, en política, la gente no tendría que estar en el cargo más de 6 o 7 meses porque "cuando llegas tienes algunas ideas y le dices al subsecretario, vamos a hacer esto y el subsecretario te dice: qué va, esto ya se probó y no funcionó, y tú dices, pues esta vez lo vamos a intentar, y te dice que no se puede, y al cabo de 6 o 7 meses te das cuenta de que no mandas. Esa realidad es la actual con la que muchos de los nuevos políticos se van a encontrar: sus funcionarios les van a decir: eso no se puede hacer". Hubo épocas mejores, cuando coincidieron personas con mucha preparación, capacidad de estudio e innovación que lograron cambiar algunas cosas, pero siempre es durísimo.

Algunas claves en política de vivienda social:

1.- Haz ciudad, haz isla. La vivienda social debe estar en el centro de la ciudad y no en el extrarradio.

Las viviendas de protección social en la periferia aumentan los gastos energéticos, son insostenibles, requieren redes de transporte público, electricidad, colegios cercanos, centros de salud, etc. y disminuyen y dificultan las redes de apoyo familiar.

2.- Rehabilita, reconstruye, reutiliza, renueva:

La reconstrucción de barrios está por hacer, en casi todas las ciudades hay casas que se caen por abandono, casas históricas en las que antes vivían familias enormes, son parte de nuestra identidad pero las políticas de vivienda social ni las miran, ¿por qué?

3.- Empieza ya, no esperes por leyes nuevas ni por desarticular lo que hay, porque la gente no puede esperar.

La construcción de vivienda social fue la gran víctima de la recesión y años después de "salir" de la crisis, sigue hundiéndose en Canarias. La urgencia de miles de familias que se quedaron sin trabajo o incluso perdieron la casa no se tradujo en un incremento de vivienda social, sino en el abandono de las políticas con buenos resultados de los primeros años del siglo XXI.

4.- Confía en la buena arquitectura. No dejes el diseño en manos de los promotores.

La búsqueda de la igualdad social también es función del diseño: ¿cómo se crea un sentido de comunidad cuando no tienes los mismos ingresos, excepto a través del espacio compartido? Con formas más imaginativas de darle uso y forma al espacio disponible, las nuevas viviendas sociales, con el sentido de modernidad y sostenibilidad adecuado, pueden ayudarnos a que las nuevas ciudades, la mejora de las históricas y la rehabilitación, alberguen adecuadamente a toda nuestra gente sin renunciar a la belleza.

5.- No propongas un plan que te lleve años discutir en el Parlamento: haz una lista de terrenos disponibles y crea una biblioteca de proyectos.

Hay terrenos disponibles para pisos sociales, hay reservas de suelo, ¿a qué esperas? Prepara los concursos públicos para ir creando una biblioteca de proyectos de buena arquitectura, ¿eso requiere presupuesto de 2019? Muy poco, con que tengas una partida inicial podrías sacar un pliego de muchos lotes a la vez que ponga a trabajar a equipos de arquitectos para que los proyectos estén listos para ejecutarse en 2020 que es cuando podrás pasar al siguiente procedimiento: el expediente de contratación de las obras.

6.- Rodéate de expertos en contratación pública eficaces: no se tardan meses en hacer un pliego para sacar a concurso la redacción de un Proyecto de vivienda, se puede hacer en 3 días.

La nueva ley de contratos públicos ha complicado la gestión, en muchos casos por falta de estudio concienzudo de la misma, pero en otros porque el día a día impide a los funcionarios profundizar en algo que se ha profesionalizado.

7.- Escucha a la sociedad:

A todos. La gente sabe mucho más de sus propios barrios y de sus propios problemas de lo que ningún sociólogo sabrá jamás. Los expertos podrán interpretarlos pero lo que un político tiene que hacer es "saber" escuchar.