En marzo de 2017 falleció en Madrid Ana Isabel García, más conocida por Gata Cattana, a los 25 años por un problema cardiaco. Cantante, poetisa y politóloga, se estaba convirtiendo en uno de los nuevos valores de la escena artística nacional, en la línea de La Mala Rodríguez. En ese momento preparaba su primer disco, Banzai (que se editó a título póstumo), tras los EP Los siete contra Tebas, Anclas y el recopilatorio Inéditos. Y acababa de ver la luz su poemario La escala de Mohs -que autoeditó y distribuyó en su pueblo natal, Adamuz, en Córdoba, y que su familia reeditó el pasado febrero a través de Aguilar-.

Hoy recibirá un merecido homenaje en Búho Club de La Laguna, a las 21:00 horas, donde su voz se escuchará a través de sus letras en un recital organizado por la profesora de Filosofía y directora artística Ariadna Simó, que siente admiración desde hace bastante tiempo por la figura de Cattana, que además se ha convertido en referente feminista, como se pudo comprobar en las manifestaciones que se celebraron en toda España por el Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo, donde los asistentes utilizaron sus palabras, ideas, fragmentos de sus canciones o de sus poemas para incluirlas en pancartas y en camisetas a modo de eslogan, o las corearon a lo largo de calles y plazas.

Este tributo supone para su impulsora un auténtico reto porque hace siete años que no se sube a un escenario, pero considera que el rigor y su compromiso exigían que diera el paso, que incluye además rapear, un género en el que nunca se ha estrenado, por lo que se ha preparado de forma intensa para dar lo mejor de sí misma en una noche a la que ha invitado a sus alumnos, que "desconocían quién era Gata Cattana en realidad, a pesar de que son fans del rap y de las batallas de gallos, que están de moda", explica la docente, que les habló de ella hasta que los cansó: "La verdad es que he sido muy pesada, pero les he dicho que ya se han acabado las clases y que no tienen nada que hacer, así que los he animado a ir a ver a la profe rapeando", confiesa, a la vez que reconoce que se siente como si saltara del trampolín para "honrar y dignificar" con su buen hacer y humildad la figura de la andaluza.

En el local lagunero estará acompañada por Zerpa, subcampeón de España de Onuba beatbox battle, y Bruce, a la guitarra, con los que interpretará seis raps y recitará seis textos de forma alterna, seleccionados de los más reconocidos de Gata, que supone para ella "una figura de ejemplo como mujer joven que, a pesar de todos los estigmas, crea y reivindica su revolución, un concepto que, como dice Irene X - amiga íntima de Cattana y ganadora del Premio Espasa de Poesía con La chica no olvida-, era lo que poseía más significado para ella en un mundo donde lo que prima es el rap hecho por hombres, al igual que la poesía contemporánea", apunta sobre una artista que se convirtió "en grito feminista y que murió sin poder ver lo que significa su legado, que constituye un ejemplo para toda mujer que quiera dejar su huella en el arte y en la historia".

Y ante la pregunta de en qué se compararía con ella, afirma con rotundidad que en "las ganas de que las cosas cambien", un fin que es el que más le inspira: "Claro que me gustan sus textos relacionados con el amor, el desamor o la familia, pero cada vez que habla de salir a la calle y cambiar las cosas, cada vez que nombra esa revolución por la que abogaba, me siento totalmente identificada".

A pocas horas de enfrentarse al público lagunero, en las que se reconoce algo nerviosa, recuerda sus primeros años, en los que recibió una formación artística variada, donde tuvieron su espacio la música, el piano, el violín y la guitarra, además de clases de teatro desde los 3 años hasta los 18, junto a la danza en el Centro Internacional de Tenerife, para acabar licenciándose en Filosofía, que le aporta un criterio válido para acercarse al arte. No obstante, su inquietud vital la impulsó a viajar a Irlanda para estudiar un máster en Dirección artística y doctorarse en performance, lo que llevó aparejado que se tuviera que subir al escenario en una gira por varios locales de Dublín, faceta que retoma después de un largo paréntesis en el que ha impulsado una productora, Magua, con la que estrenó primero La casa de Bernarda Malva, adaptación musical de la obra de Federico García Lorca, y recientemente Antígona, versión contemporánea del clásico de Sófocles que incluye dos raps de Gata, en la obertura y en el cierre, uno titulado precisamente Antígona y el otro Los siete contra Tebas, que responden al gusto de aquella por los temas mitológicos.