El cineasta y realizador Narciso Chicho Ibáñez Serrador falleció ayer a los 83 años de edad, según ha informado RTVE. El creador televisivo y cineasta había sido ingresado de urgencia ayer.

En enero de este mismo año, Chicho recibió el Goya de Honor aunque no pudo asistir a la gala de Sevilla, y hace apenas unos días, el 4 de junio, la Filmoteca de Barcelona le rendía homenaje en un acto al que tampoco pudo acudir por su delicado estado de salud; y durante el que se proyectó la película ¿Quién puede matar a un niño?, según recuerda RTVE.

Narciso Ibáñez Serrador (1935, Montevideo, Uruguay) es el hijo único de la pareja de actores Narciso Ibáñez Menta y Pepita Serrador. Criado entre giras y escenarios, debido a una enfermedad que padeció de niño se convirtió en un ávido lector y desarrolló su vocación intelectual.

En los 50, ya en España, trabaja como actor en la compañía de teatro de su madre y, después, pasa a la dirección teatral. En 1957 regresa a Argentina y, junto a su padre, inicia una exitosa colaboración en teatro, radio y televisión.

Ibáñez Serrador se convirtió en un reputado profesional como actor, realizador y guionista en la televisión argentina, firmando muchas veces sus textos con el seudónimo Luis Peñafiel. Siendo el teatro sus orígenes, descubrió que la dirección y la escritura le atraían más que la actuación, convirtiéndose en lo que él denominó "autor que dirige" o "autor que realiza".

Llegó en 1963 a España, con cintas de sus trabajos en Argentina que presentó en Televisión Española, a la que trasladó todo lo que había aprendido en América, revolucionando y modernizando la televisión de los sesenta en España con series como Mañana puede ser verdad, La historia de Saint Michel, o Historias para no dormir, en 1966.

Especializado en adaptaciones literarias y biografías de personajes célebres, fueron sus historias de ciencia ficción y de terror las que más impactaron al público. Este género también lo cultivó en el cine, alumbrando títulos del fantástico y el terror español como La residencia (1969) y ¿Quién puede matar a un niño? (1976). También realizó novelas radiofónicas y las obras teatrales.

Fundó la productora Prointel (1970) para desarrollar sus propias producciones en cine, televisión, teatro y publicidad, entre ellas Un dos, tres, responda otra vez.