Más de dos mil seiscientos canarios ya fallecidos, entre escritores, periodistas y artistas (escultores, pintores o músicos), que vivieron entre el siglo XVI y la actualidad están incluidos en el arduo trabajo de investigación realizado por el escritor y periodista tinerfeño Eliseo Izquierdo.

La obra titulada 'Encubrimiento de la identidad en Canarias. Seudónimos y otros escondrijos en la literatura, el periodismo y las artes en Canarias', dos tomos publicados por el Instituto de Estudios Canarios (IECan), fue presentada ayer en la sede de dicha institución lagunera por el propio autor, quien estuvo acompañado por el también escritor y periodista portuense Juan Cruz Ruiz.

Esta recopilación realizada por el cronista oficial de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna arroja luz sobre parte de la seudonimia utilizada en Canarias por personajes de la historia isleña, entre los que encuentran, por ejemplo, nombres como José de Viera y Clavijo, José de Anchieta o la historiadora María Rosa Alonso, quien firmaba sus artículos como María Luisa Villalba para evitar los obstáculos que le ponían a una joven escritora en determinada época.

Los dos tomos recopilan, en sus cerca de mil páginas, una especie de ficha biográfica, algunas complementadas con caricaturas, dibujos o grabados, que incluyen los nombres reales de más de dos mil seiscientas personas que se refugiaron en un seudónimo o un heterónimo para esquivar determinados problemas.

"He puesto el acento sobre todo en aquellos sobre los que no he encontrado biografía. Nombre, dónde nacieron, el heterónimo o seudónimo, dónde lo utiliza, en qué periódico o libro", precisó Izquierdo, quien añadió que "esto es una especie de primera cosecha porque el mundo de la seudonomia canaria es riquísimo y lo sorprendente es que no se haya abordado hasta ahora una obra como ésta. Es la primera que se hace de estas características".

La labor realizada por este metódico investigador, desarrollada a ratos durante los últimos doce años, ha dado como resultado esta obra de referencia que contiene detalles curiosos como los facilitados de José de Anchieta.

"Fue el primer poeta nacido en Canarias y el padre de la literatura brasileña. Firma con lo que puede entenderse como un encubrimiento de su identidad. Dice: el pobre e inútil José en latín. No está dando su identidad sino que está firmado de otra manera. Es una carta que está publicada".

Todas las informaciones facilitadas en cada una de las entradas está documentada en libros, periódicos o impresos sueltos, fuentes escritas a las que ha accedido a través de las hemerotecas de la Universidad de La Laguna, de Las Palmas o de la Biblioteca Nacional, entre otras, de las que ha extraído datos, además de la colaboración de familiares de algunas de las personas incluidas en esta obra de consulta.

"También he recogido datos de la época en la que no había imprenta en Canarias, como por ejemplo en los diarios manuscritos que elaboró Viera y Clavijo en las Tertulias de Nava".

Otro de los capítulos de este trabajo está centrado en el análisis de porqué motivos se utilizaban seudónimos o heterónimos. "Hay muchas razones, incluso para evitar el control, caso de los eclesiásticos o militares, que tenían que tener la autorización de sus superiores para publicar cualquier cosa, entonces para eludir este requisito empleaban un seudónimo, como por ejemplo lo hizo Rodríguez Moure".

"Otras veces se utiliza cuando surgen las polémicas. En algunas ocasiones lo hacen a sabiendas de que se conoce quién es. Se usaba mucho el seudónimo entre los caricaturistas y entre escritores humoristas. Nijota, Crosita, o el del Sobradillo, el de Las Mercedes... son humoristas".

También señaló que hay muchos seudónimos de colaboradores que tenían una actividad concreta, como un notario que publica en un periódico, o un abogado, un médico... "Hay cosas graciosas, otras son esperpénticas, ejemplos de cobardía, de entereza, de valor, como en la dictadura, personas que se escabullen para evitar la persecución...".