Lo lleva en las venas desde que era un niño y vio como su padre, el filólogo y dialectólogo Manuel Alvar López (Benicarló, 1923 - Madrid, 2001), consagró su existencia al estudio de los entresijos de la lengua española y sus variantes, estela que siguió profesionalmente a pies juntillas.

Se trata del filólogo, lexicógrafo y catedrático de Lengua Española por la Universidad Complutense de Madrid Manuel Alvar Ezquerra (Zaragoza, 1950), quien hoy recordará a su padre en la conferencia que impartirá, a partir de las 19:00 horas, en la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias en la capital tinerfeña, con entrada libre hasta completar aforo. Clausura el ciclo promovido por la Academia Canaria de la Lengua sobre el español que se habla en Canarias con la ponencia El magisterio de Manuel Alvar: Canarias entre Andalucía y América.

"Voy a hablar de la trayectoria de mi padre como dialectólogo y estudioso de la toponimia, que empezó en Aragón y Navarra. Todos aquellos conocimientos los trasladó a Andalucía y se dio cuenta de que tenía muchísima relación con Canarias. A partir de ahí empezó sus estudios sobre el español en Canarias y quiso conocer el español de América, la relación del andaluz con Canarias y la del español de Canarias con América".

Fue en el año 1953 cuando Manuel Alvar, que presidió la Real Academia de la Lengua, vino por primera vez a Tenerife para dar un curso de doctorado en la Universidad de La Laguna, donde estuvo un mes. De ahí surgió un libro sobre el español hablado en Tenerife. "Aquello fue el punto de arranque de los estudios dialectológicos modernos del español en Canarias".

La principal aportación que hizo Manuel Alvar padre al estudio del español en Canarias fue demostrar su estrecha vinculación con el de Andalucía y el de América, además de transmitir ese interés a sus discípulos, entre ellos a su propio hijo.

"Todo lo hizo a partir de un conocimiento directo, recorriendo todas las tierras canarias para conocer su atlas lingüístico, y después con nosotros la toponimia canaria para ver cuáles eran los restos del habla precastellana, la pervivencia del guanche, que desapareció como habla".

"Él quería mucho a Canarias y a sus gentes. Conocía todas las islas e islotes como la palma de su mano. Mantuvo siempre su amor por las Islas que nos transmitió a nosotros, hasta poco antes de morir, cuando vino a participar en el primer acto público de la Academia Canaria de la Lengua".

Manuel Alvar Ezquerro tiene muy claro que la entonación, ese alargamiento de las vocales, y el vocabulario del habla en Canarias, sus guanchismos y cierta influencia portuguesa, lo diferente del resto.

Este miembro correspondiente por Andalucía de la Real Academia Española (RAE) considera que las academias regionales, como la canaria, son muy útiles, sobre todo si tienen sus miembros correspondientes en la RAE, a la que informan de lo que ocurre en la lengua y en su léxico.

"El peligro de las instituciones de este tipo es que caigan en manos de los políticos y las utilicen como banderas ideológicas. La lengua no es algo que se deba vincular a banderas ideológicas. Eso es lo que no debe ocurrir. Dicho esto podrían tener una función, y esto la canaria lo está haciendo muy bien, de dar a conocer cuál es ese contenido lingüístico, esas características, esos rasgos diferenciales para que la gente lo sienta como algo propio, que no sea algo deleznable, como ha sucedido".

Desde su punto de vista esas son algunas de las funciones más importantes que cumple la Academia Canaria de la Lengua y sus representantes en la RAE, a la que deben enviar cuanta información esté en sus manos sobre el léxico básico, los canarismos más frecuentes que los peninsulares no pueden llegar a entender.

Él tiene muy claro que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española no puede acoger en su seno todas las variantes de los léxicos existentes del español en el mundo porque sería imposible de manejar. Este espacio ha sido cubierto por los diccionarios y tesoros lexicográficos realizados por las academias regionales, como el Diccionario de Canarismos, en los que aparecen todas esas palabras que no tienen cabida en el diccionario de la RAE.

"El del español en Canarias es el primero que se hizo en serio. Los estudios sobre el español de Canarias, que hace cincuenta o sesenta años eran habas contadas y muy concretas, se han desarrollado hasta tal punto que se puede decir que no hay otra habla lingüística del español tan conocida como la de Canarias".

La realidad establece que los estudios sobre el español en las islas son numerosos, además de haber sido abordados desde diversos puntos de vista, no solo el dialectal.

"No ha llegado a agotarse el tema porque han surgido nuevas maneras de abordar los problemas. La distribución social y la sociolingüística del español están a un altísimo nivel con muchísimos más trabajos que sobre el resto del español. No es solo la más estudiada, sino que ahora el estudio del español en Canarias está a la vanguardia de los estudios sociolingüísticos, lo que se llama disponibilidad léxica, que son las palabras que conocemos y de las que echamos mano en primer lugar".

Él cree que han surgido nuevas generaciones de filólogos y lingüistas que exploran nuevos enfoques sobre la evolución comparativa de la lengua, reflejadas en las tesis doctorales que se realizan en la universidad. "Es un batallón de gente estudiando todo. La cantidad de tesis doctorales que se han ido haciendo en Canarias es tremenda, cuando parecía que no daba más de sí", matizó.

Alvar Ezquerra, gran impulsor de los estudios de lexicografía en España, ayudó mucho a su padre, al igual que algunos de sus hermanos, en la recogida de datos sobre la toponimia, tarea en la que descubrió cómo son los canarios.

"Gente maravillosa, de una generosidad, amabilidad y capacidad de esfuerzo muy considerable. Me encanta sobre todo la gente del campo, cordial, con una gran vocación por ayudar al forastero. Me gusta mucho venir a Canarias y esa afición se la he inculcado a mi mujer y a mis hijos".

También se mostró muy contento por haber estudiado varios manuscritos canarios que eran desconocidos. "He tenido la fortuna de dedicarme a los diccionarios y haberme encontrado con dos manuscritos que me dieron una gran satisfacción personal, porque edité los vocabularios de ambos".

Uno de ellos fue el diccionario de sinónimos de Juan de Iriarte (La Orotava, actual Puerto de la Cruz, 1702 - Madrid, 771), helenista, latinista, bibliógrafo, lexicógrafo y poeta español de la Ilustración, tío del poeta y dramaturgo Tomás de Iriarte y de los diplomáticos Bernardo de Iriarte y Domingo de Iriarte. "Era un esbozo de las intenciones que tenía por el léxico canario, que quedó inconcluso".

La misma alegría sintió cuando encontró otro de Tomé Cano (Garachico, 1545 - Sevilla, 1618), marino español, autor de una obra sobre construcción naval titulada Arte para fabricar, fortificar, y aparejar naos de guerra, y merchante, publicada en 1611, cuando se superó la navegación de cabotaje con el descubrimiento de América.

"Fue un marinero sorprendente que hizo treinta y seis viajes de ida y vuelta a América. Fue un hito en la historia de la navegación. Me dio mucha alegría cuando descubrí este manuscrito en la Biblioteca Nacional, donde estaba mal catalogado. Era el manuscrito que fue a la imprenta en Sevilla, en el que estaba marcado hasta como había que dividir los renglones que se debían imprimir. Está inédito", remarcó.

Asimismo, analizó el Diccionario enciclopédico de la lengua castellana (1895) del lanzaroteño Elías Zerolo, del granadino Miguel de Toro y Gómez y del colombiano Emilio Isaza. Fue uno de los primeros repertorios lexicográficos ampliamente ilustrados.

Por último, comentó que había estudiado los nombres de los peces que aparecen en el Diccionario de Historia Natural del polifacético José Viera y Clavijo (Los Realejos, 1731 - Las Palmas de Gran Canaria, 1813).

Esta iniciativa de la Academia de la Lengua Canaria terminará el próximo 24 de mayo, a las 19:00 horas, en la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias en Tenerife, con un encuentro con la periodista Cristina García Ramos, quien hablará sobre su experiencia en la televisión nacional sin renunciar a su acento canario.