Funambulista, el proyecto musical de Diego Cantero, desplegó todo su buen hacer en el Aguere Espacio Cultural la noche del sábado. La falta de separación entre el escenario y el público propició esa cercanía que buscaba el cantante murciano, que arrancó su espectáculo con el ritmo de Volver a empezar y concluyó hora y media después, cuatro bises incluidos, con Quiero que vuelvas, que es lo que desearon todos los asistentes tras conectar con el poder evocador de sus letras.

Durante el concierto, Cantero recordó momentos de su infancia y de sus primeras nostalgias desde Madrid, sin olvidarse de los amigos y la familia, mientras observaba desde una ventana urbana vivencias que luego trasladaría a una página en blanco.

Fiera, Demasiado buena, La vida de antes, Reina de la colmena, Y yo, Ya verás y Valiente y libre (dedicado a las mujeres) anunciaron el momento más impactante, cuando en Solo luz dejó de cantar por el micro y bajó de la tarima para caminar cantando a viva voz entre la gente, que asistía con un silencio absoluto con el piano de fondo mientras las palabras viajaban de oído en oído: Hay lodo y humedad por encima de todo Y una foto con cara de bobos Y el rencor al dolor del amor que no acaba del todo.

De ahí a la fiesta final, el resto del repaso a sus álbumes Quédate y El Observatorio, más el Me inventaré de Dual y Como un idiota de Funambulista.