43 carneros y 11 pastores malévolos siembran el pánico en Tigaday

Los Carneros de Tigaday se despidieron del Carnaval 2024 en su segunda salida, el martes, cumpliendo con las altas expectativas de su público. Tradición y espectáculo dentro de una de las representaciones más originales del carnaval canario. El alcalde de Frontera, Pablo Rodríguez Cejas, explicó que en esta ocasión han sido 43 carneros y 11 pastores los componentes de esta peculiar manada y quiso agradecer el trabajo de la asociación Los Carneros de Tigaday, que salvaguarda esta tradición, así como la alta participación de la juventud que «hace que esta tradición se mantenga muy viva y del público asistente».

Los Carneros de Tigaday, carnaval tradicional de la isla de El Hierro, es Bien de Interés Cultural de Canarias. Quien ha vivido esta popular fiesta, rescatada por Benito Padrón y su hijo Ramón Padrón, repite la experiencia. Fueron los orígenes ganaderos de la Isla la principal causa de que la sociedad herreña encontrase en los líderes de la manada, los carneros, el rol a imitar en diversiones profanas como los carnavales. Lo cierto es que cada año crecen en número los jóvenes que desean vestirse y la participación de los asistentes.

La zalea es su vestimenta perfecta, original y entroncada con ritos antiguos.  La espectral manada aparece a las 17:00 horas, con su salida desde la Casa del Miedo, guiados por los locos o pastores malévolos, haciendo sonar sus cascabeles, como un pequeño aviso de lo que le espera a todo aquel que asiste. Una pequeña estampida y comienzan las carreras, los tiznes con betún, el entretenimiento y, a veces, el temor. La estampida pone el punto y final a la fiesta, con el reconocimiento del público; un adiós entre aplausos y  la gratitud hacia Los Carneros, hacia su dedicación y entrega.

La Frontera acogió ayer, asimismo, el acto principal del miércoles de ceniza, el tradicional entierro de la sardina, que puso el punto y final al carnaval del municipio. La comitiva partió desde la Plaza del Lagar, en Merese, en un recorrido que culminó con la quema del machango en la plaza Benito Padrón Gutiérrez.