Carnaval 2024 | Gala de la reina

Leo Martínez: "Los trajes de reinas del Carnaval han crecido por la competitividad entre diseñadores"

Es el creador con más cetros junto a Isabel Coello y encarna la transición de las fantasías, cuando quedó atrás el bordado y llegó la pistola de silicona, las ruedas y los trajes más grande del mundo.

Leo Martínez, el diseñador que más reinas ha logrado junto a la recordada María Isabel Coello.

Leo Martínez, el diseñador que más reinas ha logrado junto a la recordada María Isabel Coello. / María Pisaca

Humberto Gonar

Humberto Gonar

¿Cómo comenzó en Carnaval?

En casa se hacía disfraces con una costurera que iba a casa y ahí empecé el primer contacto en la confección de disfraces. Le decíamos cómo los queríamos y después hacíamos obras de teatro en la Casa Venezuela hasta que comencé a colaborar con Isabel Coello y Justo Gutiérrez ya en la década de los años setenta; también estuve en el taller de Manolo Acosta y en la Escuela de Actores.

Su estreno fue en 1987, cuando gana su primera reina con ‘Tajaraste’.

Correcto, aunque estuve vinculado antes con La Japonesa que presentó Justo Gutiérrez, o con Mi Querida Josefine. También estuve colaborando con Cariocas y Rumberos. O también cuando Justo elaboró La Japonesa.

¿Llegó a salir en algún grupo de Carnaval o solo se ha dedicado al diseño?

No, salí en una oportunidad. Recuerdo que en una oportunidad viajé con Rumberos, pero no era componente, sino que salí delante con unos soles, y en Cariocas sí participé.

Ha vivido la transición del bordado a la pistola de silicona.

Si, comencé cuando todo era bordado... También hubo una época en la que se usó el pegamento antes que la silicona.

¿Por qué han crecido tanto los trajes desde su inicio hasta la actualidad?

Los trajes de reinas del Carnaval han crecido por la competitividad entre diseñadores. Desde la época de Luis Dávila, cuando se esperaba para ver el diseño de las fantasías sin ruedas hasta que llegamos al recinto ferial, que ya se comenzaron a utilizar como algo normal. Recuerdo trajes como Mundos de Cristal, de Marco Marrero y María Díaz... El objetivo era sorprender y eso fomentaba la competitividad entre unos y otros, evidentemente.

Pero, ¿son trajes o carrozas?

Son fantasías de Carnaval, donde la mujer está integrada y parte de ella.

¿Qué es más importante: la candidata o el traje?

Es una simbiosis de candidata y traje. No hay traje sin candidata y no hay candidata sin traje.

¿Cuál es la época de oro de los diseñadores? ¿Los años 90, 2000?

Siempre, en cada década, siempre hemos sido los protagonistas, sobre todo de la noche de la elección de la reina, y en especial al final de la gala con la coronación de la reina y siempre vamos a seguir estando en el cetro de ese escenario coronando la reina. No se acaba la gala sin coronación.

Salvo el año de Rafael Amargo, en 2007.

Bueno, ese año le tiraron el cetro...

Tiene un total de nueve reinas, el más laureado junto a María Isabel Coello.

Si cuentas las que presentamos con la firma Leovic, sí. Luego está el traje Sueño de Mandarina, de Justo Gutiérrez, que él ha tenido la deferencia en alguna entrevista que decir que lo hicimos juntos. Fue un traje brutal. En aquella época era todo bordado, no se pegaba.

De tus trajes de reinas, ¿con cuál te quedas?

Es algo increíble porque también hay fantasías que nunca salen reina y sin embargo están ahí. Por ejemplo aquel traje que estaba inspirado en Las Meninas, Las Meninas de Miró. Una fantasía increíble, vanguardia... Era la primera vez que un traje se inspiraba en un cuadro de un pintor. Hay muchos trajes que siempre tienes un buen recuerdo y hasta pueden ser tus favoritos, aunque yo creo que el traje favorito para cualquier diseñador es su primera reina.

O sea, su traje favorito es ‘Tajaraste’.

Yo he dicho que el para cualquier diseñador su traje favorito es su primera reina.

Después de siete años trabajando en el equipo artístico de la gala, esta edición descansa.

Eso no quita para que siga viviendo el Carnaval de forma intensa. Acabo de terminar el vestuario de una ópera en el Auditorio de Tenerife y ahora ya estoy inmerso en los preparativos de otra.

¿Qué espera de la gala?

En todas las galas espero el momento de la coronación. La razón de ser de la gala es el momento de coronación, saber quién es la reina.

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor en el diseño de los trajes de reina o hay nivel?

No, creo que cada año siempre hay nivel. El simple hecho de hacer un traje ya demuestra nivel. El comprometerse a hacer una fantasía de Carnaval. Sigue habiendo nivel.

¿Algunos de los nuevos diseñadores que se incorpora apuntan maneras?

Sí.

¿Cuáles son sus diseñadores favoritos?

Están los grandes de toda la vida como Santi Castro o Juan Carlos Armas, y también Eduardo Martín Quintero, Alexis Santana...

¿Prefiere las galas en la calle o en el recinto ferial?

Siempre he dicho que prefiero un sitio cubierto como el recinto más allá; nosotros ya hemos vivido muchos momentos de viento en la Plaza España, y también cuando se hizo un año al lado del mar, que estaba patinando el escenario. Creo que hacerlo a cubierto en el recinto es una apuesta segura.

¿Le habría gustado ser jurado de reina?

He estado en el jurado sin voz ni voto. No me gustaría esa responsabilidad porque tendría que valorar a otros competidores... Creo que nunca he ido de jurado a puntuar ni en galas celebradas fuera de Santa Cruz.

¿Ha cerrado la etapa de presentar trajes de reinas o no descarta volver?

He estado siete años en el equipo artístico de la gala vinculado al Carnaval. La ilusión de cualquier diseñador es volver a presentar traje de reina.

¿Y cómo sería ese diseño?

Sorpresa (se ríe).