Carnaval 2023 | Primera visita oficial del alcalde de Santa Cruz a los grupos

Faltan 8 días para el inicio del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife

El alcalde inaugura sus visitas oficiales con rondallas en el Guimerá y murgas de La Noria

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Hoy restan ocho días para que el viernes 20 de enero arranque el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife con la gala inaugural y de presentación de las quince candidatas adultas, trece infantiles y ocho mayores que aspiran a convertirse en reinas de Nueva York, acto que dirigirá Enrique Camacho en la plaza del Auditorio Adán Martín.

Ya en la recta final de los preparativos en los que están inmersos los grupos desde septiembre, el alcalde santacrucero, José Manuel Bermúdez, realizó anoche la primera de las visitas oficiales que tiene previsto continuar entre hoy y mañana para agradecer a los grupos de forma especial la entrega demostrada no solo para cumplir con dar lo mejor de sí, como cada edición, sino por el esfuerzo realizado para superar la incidencia del covid. Además, recordó que el Ayuntamiento chicharrero ha propuesto a la familia del Carnaval, integrada por más de seis mil personas que pertenecen a 102 grupos oficiales, a los Premios Canarias por su aportación altruista a la sociedad.

Cita con las rondallas

Aunque todo parecía en amor y compaña durante la presencia de los políticos, el director y responsable del número conjunto, Israel Espino –maestro de la UA El Cabo y titular de la actuación por la condición ganadora de su rondalla del primer premio de Interpretación en el Carnaval de junio– no ocultaba su contrariedad por la poca implicación de algunas de las ocho formaciones de la modalidad. Se acordó enviar entre diez y quince componentes al ensayo del número conjunto de la gala y algunas formaciones, a duras penas, cumplen con un representante. Aun así, el maestro Espino echa mano de la base de El Cabo para salvar los muebles en la interpretación de una obra clásica y sin solistas que dará entrada a las rondallas al ritmo de la marcha de Aída.

Habría que pagar por ver dirigir a Israel Espino, que torna la partitura en poesía en el diálogo con la orquesta de pulso y púa o con el coro. Pertrechado de atril, techado y banqueta, el maestro da consejos para matizar la interpretación. «Gracias. El Rey no va a sentir nada. Gracias», le dice a las sopranos para que suelten voz; «ustedes son los que dan la luz y ellos la tiniebla», comenta en plan guiño al pulso y púa respecto al protagonismo que deben tener las voces. «Barítonos, tiene que estar todo cubierto», «bandurrias, compás 46, separadas las notas y la misma figuración que el 16». «Gracias. Para que ellas funcionen mejor, los cimientos de la casa tienen que estar bien». «Gracias. Tiene que haber más música que en la melodía». «Gracias. Los flacos tienen que tener algo». «Gracias. Compás 71. Todos». «Gracias. Vamos al 125, bandurrias, palito, patito y... (marca cinco con los dedos de la mano)». «Gracias. El tiempo no se recupera». «Anacrusa 91. Tiene que tener más peso», para concluir un ensayo que no esperaba que tuviera un resultado tan positivo.

Ni Pico y Triqui

Del teatro Guimerá, a la calle de La Noria, donde la comitiva se adentra en dos murgas históricas: Triqui-Traques (1968), la formación crítica decana de cuantas participan en concurso, y Ni Pico-Ni Corto, que celebra esta edición las bodas de oro de su fundación.

La murga que preside David Díaz, la tercera generación que toma el testigo de Domingo Ortega y Abelardo Díaz, afronta un importante cambio en sus mimbres con la vista puesta a volver a estar en el olimpo murguero, la gran final. Para ello, este año estrenan director, Yeray Lorenzo, que combina esta faceta con la de letrista, junto a Juan Bazzocchi, que regresa a la murga para la que escribió el célebre Paseando por las calles de El Toscal y que incluso dirigió en la década de los ochenta. El montaje musical lleva la firma de Francis Trujillo La Juana, que se deja sentir en las bandas sonoras de la murga de El Toscal, su pasacalle y su despedida. Interpretaron a los políticos un tema de fase que incluye un bonito final, de los que erizan a los murgueros románticos; eso sí, después de una letra que va y vuelve. Ni Pico se refuerza este año con algunos componentes de Trinkosos, de La Orotava, con la que comparte director y a la que también apoyará en el certamen que se celebra en el Norte.

De la calle Ni Fú-Ni Fá, donde tiene su sede Ni Pico, a la vecina calle de La Noria, al cuartel general de la murga show del Carnaval, Triqui-Traques, que también está de estreno en el apartado musical, en la que anoche estaba al frente Romén Soriano. Banda sonora para abrir en boca de pasacalle, para seguir con uno de los tres temas que preparan las murgas, dos para fase y uno para final. No pasan por alto su reivindicación y compromiso de volver a estar entre las ocho mejores puntuadas, después de cuatro años fuera del certamen más codiciado. Y para cerrar, otro clásico, su despedida. Al frente, un director que cotiza según pasa años, Jose Otero Oterito, al frente de un grupo con componentes formados en la casa, desde Yone Delgado –punta de lanza de la cantera, al frente de Triqui-Traquitos– o el mismísimo Emilio López Foronda, quien fuera director de Triqui-Traquitos y cuatro años ya en la fila de los grandes. Lo mejor de la velada, volver a ver los locales llenos de componentes y sin mascarillas, en un regreso que se deja notar en los repertorios. 18 días y llega el concurso de murgas.