Carlos Casanova, que en el Carnaval de junio fuera el director artístico de la murga en la que comenzó como letrista hace doce años, acordó junto a los responsables de Ni Pico-Ni Corto dar por finalizada la colaboración que se inició después de la pandemia, cuando se plantearon un proyecto que permitiera devolver a la formación de El Toscal a la final que se le resiste desde el año 2018. En la reunión entre directiva y componentes, Carlos Casanova agradeció la colaboración y confianza demostrada por la Ni Pico, donde comenzó como letrista, para anunciar su deseo de desvincularse.

En su Facebook, el autor explica: «Y el camino de la vida me llevó a aquel local en donde empecé a soñar Carnaval allá por 2005. Ha sido un año largo y duro en el que se quedaron muchas cosas y personas atrás, pero en el que he disfrutado de ser el capitán de esta murga, plagada de seres humanos maravillosos.

Gracias y mil gracias a cada uno por la comprensión y el cariño recibido durante este tiempo. Hoy pongo un punto y aparte a mi paso por Ni Pico-Ni Corto Toscal, la que considero mi casa. Me voy con la satisfacción moral de haber hecho las cosas bien. Le deseo un Feliz 50 aniversario. Nos volveremos a ver paseando. ¡Se formó! ¡1973!».

Horas antes, la Afilarmónica Ni Pico-Ni Corto, también en Facebook, hizo público este comunicado oficial: «La murga Ni Pico-Ni Corto quiere desearle lo mejor y la mayor de las suertes al que hasta hoy ha sido nuestro director artístico y parte de nuestro grupo de letristas Carlos Casanova Hernández. Gracias por tu incansable labor este año, aún así sabiendo que no era fácil. Siempre tendrás las puertas abiertas de esta tu casa. Mucha Suerte en tus futuros proyectos».

Carlos Casanova se inició en el mundo de las murgas precisamente en Ni Pico-Ni Corto en 2005, en calidad de componente, para en 2008 comenzar a despuntar como letrista de una nueva generación, si bien lo hizo de la mano de la infantil Distraídos.

Fue en 2010 cuando, de la mano de El juego de la Oca, firma su primera canción como letrista para una formación adulta, precisamente Ni Pico-Ni Corto, en la que militaría en una primera etapa desde 2005 a 2010, siempre como componente y compaginando su faceta con la de letrista.

Tras un año sabático en 2011, se estrena como director de una murga con Desbocados, en su doble condición también de letrista, a los que le escribió el futbolín, los ciclistas o la rondalla, por la que fueron invitados a la deliberación en el certamen lírico.

A la edición siguiente, 2014, se suma a las filas de La Traviata, en una edición para la historia, donde la murga que preside Juan Díaz El Breva será recordada por su tema de Las Señales y más tarde El Kiosco. Este ciclo finalizó en 2020, cuando Carlos Casanova cambió de forma fugaz la oferta de hacer letras en Triqui-Traques por colaborar con su grupo de amigos en Ni Pico, en la que salió en 2022 de director artístico. En paralelo, Casanova colaboró en las letras infantiles de Distraídos, desde 2008, para seguir en Rebobinados (2011-16) y entre 2017 y 2019 con Distraídos de nuevo. Tras un año sabático en 2020, este año ha colocado a Redoblones, de El Pirata, en lo más alto del podium, mientras su futuro en las adultas es una incertidumbre. Ni Pico esperará hasta el 22 de julio para anunciar el nuevo proyecto.