Mucho se habla de la visita de murgueros de Las Palmas de Gran Canaria que vienen a disfrutar del concurso de Santa Cruz de Tenerife, o incluso de miembros de grupos críticos chicharreros que viajan al teatro Falla para vivir el concurso de agrupaciones. También desde la Tacita de Plata se trasladan a la capital tinerfeña para conocer tanto el certamen de la crítica y el pasacalle como el Carnaval en la calle, su seña de identidad.

Nació en febrero de 1978, en Carnaval, como no podría ser de otra forma; eso sí, en Málaga, aunque con el paso de los años llegó al Falla de su alma, si bien Dani Domínguez encarna la canción de Celia Cruz La vida es un Carnaval, y de fiesta lleva este año desde enero, cuando celebró su primer ensayo con el Cuarteto Fantástico, con el que ha visitado cinco provincias. Si algo tiene claro es que el Carnaval no tiene límites. Dani se considera ciudadano del mundo. Mejor, ciudadano del mundo del Carnaval.

En estos seis meses que lleva de fiesta, después del primer ensayo en Málaga, participó en febrero en el concurso de Huelva y cosechó un segundo, igual galardón que en Córdoba y Alcalá de Guadaira, en Sevilla. En el concurso de Alhaurín el Grande, uno de los mas importantes de la provincia de Málaga, que tuvo lugar en febrero, logró el primero, igual que ocurrió en el certamen de Almería, que también fue aplazado, aunque al mes de abril. Junto a estas actuaciones en concursos con el Cuarteto Fantástico, también marchó a Cádiz para participar en el Coro Carrera Oficial, con el que cosechó el primer accésit. Como todavía se quedó con ganas, participó en las calles de la Tacita de Plaza en la modalidad de romanceros que se reserva a un solo intérprete encarnando El RapMancero.

El ‘gaditano’ de Málaga

Contacto con Tenerife

Carnavalero de pro, después de tres años siguiendo la fiesta de la máscara chicharrera, este año decidió visitar Santa Cruz de Tenerife. Sus dotes de gente ya le brindaron la oportunidad de conocer el mismo día de la actuación de Bambones a Julio Alexis Fernández Calzadilla, director musical de la murga de El Cardonal. A la salida del recinto ferial surgió la oportunidad, Dani no perdió la vez para presentarse y el responsable musical de Bambones le brindó la oportunidad de visitar el local.

En su currículum de visitas a los locales de murgas de Tenerife también suma su presencia en Burlonas. En ese seguimiento que ha hecho al Carnaval de Tenerife, Dani se trasladó al mercado de La Salud para conocer cómo preparan sus repertorios los grupos, y ahí se encontró con Adela Peña, la directora de la murga ganadora del Criticón 2022, quien lo hizo partícipe de la labor de Burlonas.

Dani, con el lenguaje universal del Carnaval, también se coló en la guagua de Zeta-Zetas el mismo día que la murga ganadora del segundo premio de Interpretación cogió la guagua rumbo a su cuartel general, en el mercado de La Salud. Y es que a su condición de entusiasta carnavalero, suma su faceta de comunicador con TeleCarnaval, con miles de seguidores. Junto a autor y director de agrupaciones, también embajador de la fiesta.

El ‘gaditano’ de Málaga

Los orígenes

Dani es un gaditano de Málaga, donde nació. En su casa no había tradición de Carnaval, pero el gusanillo le llegó de la mano de dos amigos vecinos que militaban en murgas –«allí, en Málaga, también se llama murgas a las chirigotas», apostilla–; uno de ellos tocaba la caja en un grupo. Con diez años, Dani estaba dando la murga en las agrupaciones de Málaga, hasta que cumplió la mayoría de edad y, al sacar el carné de conducir, ganó la independencia carnavalera que le ha permitido romper fronteras. Esta campaña de Carnaval, que arrancó en enero, la prevé finalizar el fin de semana, en la Cabalgata de Gran Canaria. Seis meses de fiesta.

Su trabajo, del que pide guardar la confidencialidad, le permite combinar su pasión por el Carnaval con la vida laboral, gracias a ser casi un pionero del teletrabajo. Desde los 20 años de edad, Dani se establece en la Tacita de Plata. «He salido en las cinco modalidades que existen en Cádiz», destaca en su currículum carnavalero. Además de militar en coros, comparsas, cuartetos y chirigotas, también ha irrumpido en romanceros.

En su historial, militó durante cinco años en la Chirigota de Cascana y en otros cuatro coros, caso del Valdés o de Procopio, de este año, con el que logró un accésit.

Y como no sólo de Carnaval de Cádiz vive Dani, también fue embajador de las coplas con caja, platillo y guitarra en Madrid, donde desde 2017 a 2020 militó en cuatro comparsas y una chirigota.

En la edición antes del covid, año 2020, salió en la Chirigota Los Heavys de la Gran Vía (Madrid), la Comparsa de Madrid (Madrid y Málaga), la comparsa femenina La Indomable (Madrid y Mérida) y la comparsa de Uruguay La Gaditana que Volvió (Cádiz). «La primera comparsa internacional que estuvo formada por uruguayos y argentinos», presume este gaditano de Málaga.

El ‘gaditano’ de Málaga

En esta edición, Dani ha salido en El Cuarteto Fantástico (Málaga, Huelva, Sevilla, Córdoba y Almería), el coro Carrera Oficial (Cádiz) y la callejera El Rapmancero (Cádiz). Este año hasta el Carnaval de Marbella le brindó un reconocimiento, con el Mejillón de Plata, por su entrega al Carnaval.

Análisis desde la otra orilla

Después de haberse empadronado en el recinto ferial para disfrutar de los concursos de murgas adultas e infantiles, Dani ha sacado sus propias conclusiones de lo visto en ese escenario. La principal y más llamativa: «Los niños han interpretado repertorios más frescos que los adultos». «He visto más actualidad en las agrupaciones infantiles», para referirse a la murga infantil ganadora, Los Redoblones, a la que pone de ejemplo con su referencia a La Palma, que también abordaron la mayoría de los colectivos de la cantera, frente a la mención fugaz en las adultas.

Para Dani, «las agrupaciones adultas están más ancladas en temas anteriores», reflexiona, para reconocer que le apasiona ver la entrega del público levantado disfrutando de las presentaciones, pasacalles y las despedidas de cada una; si bien a las murgas infantiles le reconoce la capacidad para estrenar esas entradas y salidas. En el teatro Falla hay dos ambientes, el propio de fiesta, pero, sobre todo, se va a escuchar la letra, la copla. «Me gusta ver el ambiente festivo que se vive en el patio de butacas del recinto ferial con el público en pie».

Eso sí, no acaba de entender la lejanía entre la murga y el público; cree que le sobra la mitad de metros de escenario y hasta justifica que quizá para sortear ese vacío se echa mano de figurantes que acaban por convertirse en la primera fila de la murga. Apuesta por ganar proximidad al público.

La experiencia en el Carnaval de Tenerife está siendo tan satisfactoria que sueña con poder participar como uno más en la fila. «Me encantaría sentir este escenario. Se acepta ofertas», comenta con entusiasmo.