«No sabía que un diseñador tenía que hacer un discurso después de la gala», admite el creador, para desvelar su sensación de triunfo: «El cielo de fondo es el amor que recibo cada día» 

Esta tarde me llamó una amiga para preguntarme cómo estaba, saber si estaba más recuperado y si había podido descansar un poco más. Le dije que sí.

Me dijo que estaban esperando mi discurso como agua de mayo... No entendí bien a qué discurso se refería, pues no sabía que un diseñador de Carnaval tenía que hacer o escribir un discurso después de la gala.

Creo que lo que tenía que decir, lo dije en los tres minutos y medio que duró la interpretación que hizo Marta sobre el escenario. Puedo decir con total seguridad, que fueron los tres minutos y medio más bonitos que he vivido en el recinto ferial. Porque ni cuando toqué el cetro por primera vez con la Poderosa Amazona, ni cuando hicimos doblete con Eva y Arena blanca del desierto sentí tan fuerte conexión con el público.

Aquellas veces, el ego y la sensación de triunfo me dominaban. Con El cielo de fondo, lo que sentí fue que era yo quién estaba premiando a toda mi gente, a todos los que vieron en nuestra fantasía un soplo de aire fresco renovado, un canto de verde esperanza, un rayo de luz que alumbra en la oscuridad.

Un par de días antes de la gala, alguien dijo que me había aprovechado de una desgracia para conseguir una reina. Que yo era en la gala del carnaval lo que Ucrania en Eurovisión. Afortunadamente, son pocos los ciegos y muchos los que ven que lo que hicimos fue elevar a mis paisanos con un grito de esperanza, demostrarle a los nuestros que no los olvidamos. Y es que vaya donde vaya, jamas olvidaré mis raíces.

El cielo de fondo no es la tercera dama del Carnaval, no. El cielo de fondo es el amor que recibo cada día de mi familia, de mis amigos de siempre... El recuerdo continuo de mi calle de Los Molinos, de mi playa de Puerto Naos, de mi plaza de Argual, de mis domingos en el patio de mis abuelos en el Camino Viejo, de mi romería de El Pino, de mi cielo estrellado en Garafía... de mi fayal de Puntagorda... de mis paseos en Taburiente, de mis primeros carnavales en el Camilo León...

¡El cielo de fondo no es un intento de lograr nada! No sean básicos... El cielo de fondo soy yo. Eres tú, ¡somos todos! Porque todos podemos seguir adelante, podemos luchar tras habernos caído, vencer tras una derrota.

Y ahora si:

Gracias a todos y cada uno de los miembros del #teampages, viejos y nuevos, que al final son quienes me ayudan a redactar mi discurso año tras año.

Gracias a McDonald’s y El Día por creer en mí y darme voz en el mejor carnaval del mundo.

Gracias a Marta, que tradujo al idioma universal, con una actuación brillante, todo lo que queríamos decir.

Gracias a Juan Castañeda, que hizo más grande la sonrisa de Marta y dio más brillo a su mirada.

Gracias a Daira Monzón, que puso la banda sonora con la adaptación del tema de folclore popular Palmero sube a La Palma realizado por Ivis Reyes, Daira Monzón y Lote González. (Disponible en todas las plataformas y que se puede descargar...).

Gracias al equipo artístico de la gala, a su director, a sus regidores, a su gente de backstage, a Cristina y Carmen Dolores, que, a pesar de todos los tachones y borrones cometidos en un primer borrador, nos llevaron hasta el escenario con aplomo.

Gracias a los diez diseñadores y sus equipos que también participaron en la gala.

Y, por supuesto, gracias a todos los que en un momento u otro han formado parte de este esperado discurso.

A todos ustedes, que aman y viven el Carnaval tanto como nosotros: ojalá el telón de fondo sea siempre un maravilloso cielo estrellado.