Más que una canción de murga, ‘El Croma’ es una producción cinematográfica en la que se invirtieron doce horas de grabación para una letra que duró once minutos. La idea surgió nada más bajarse del escenario en 2017, con el ‘Teletransporte’ y se hizo realidad dos años después. Se escribió en agosto, fue la primera que se ensayó en septiembre, se alquiló el estudio de Televisión Canaria y se grabó en diciembre... Así se hizo.

Cuando Josito Verdejo y Javier Lemus hablan, hay que tener cuidado, porque están pariendo ideas. Se acababan de bajar de cantar el Teletransporte, con el que ganaron por primera vez en 2017, y ya Josito asaltó a Javi en la pasarela para dar respuesta al comentario extendido aquella noche. “Después de esta noche, a Zeta-Zetas solo le queda volar”. Para Josito era un reto asumible. Él tenía la solución; desde su experiencia en el mundo de la televisión, le planteó hacer un croma. Lemus casi le pidió tiempo porque no quería hacer una changada, y la ejecución del tema se hizo de rogar hasta 2019.

Si algo se le mete en la cabeza a Lemus, acaba por conseguirlo. La primera vez que habló con Álex López de La Creme Films pinchó en hueso, pero volvió a intentarlo una segunda vez y Gil le dio la solución técnica: se podría grabar por parte y luego hacer los cortes y empatarlos.

Lemus se vino arriba. Vio su sueño a tiro de cámara. Era cuestión de metodología, algo que le sobra a Javi. Lo primero, hacer la letra, que esta lista en agosto; fue el primer tema que se empezó a ensayar en septiembre, porque era necesario que los componentes se la supieran al dedillo, como así ocurrió. Tanta premura obligada a Lemus y Santi Martel a dar apariencia de máxima actualidad a la canción aunque se escribiera el verano, e incorporaron las referencias a los Canarios sin alas o al día del cáncer infantil, que se celebra el 15 de febrero, la misma fecha de aquella final de 2019, o un reproche a la hipocresía de las redes sociales.

Solo las obras que hizo el Cabildo para aminorar las colas en la autopista obligaron a hacer cambios en algunos cachitos, como cuenta Martel con su sonrisa pícara y cómplice. Hasta decidieron el tema que iba a cantar antes para tener el maquillaje previsto y contaban con los disfraces en diciembre, cuando se grabó, un mes antes de la presentación de la fantasía. No era una canción; era una producción cinematográfica.

Antes de grabar, Lemus distribuyó a los casi 40 componentes que iban en canoa, o en parapente, o en la guagua o a pescar... “Leías el whatsapp recordando lo que hacía falta y parecía de película”. En diciembre alquilaron el estudio de Televisión Canaria, donde grabaron –con un audio de ensayo como referencia, porque no estaba totalmente concluido– desde las ocho de la mañana a las ocho de la noche, y a partir de ahí Lemus y Álex López supervisaron cada ensayo para que de forma milimétrica encajaran los movimientos con el croma, fuera a la misma velocidad y no hubiera desfase, por lo que los ensayos se llevaron a cabo en la asociación de vecinos San Gerardo, con un portátil para que todo saliera como estaba previsto, como ocurrió en la gala, donde lo bordaron también. Hasta que Zeta-Zetas voló. Igual no es la mejor canción del siglo pero seguro que sí la más trabajada del siglo y de plena actualidad.