‘No hay que llorar’, de Palante Producciones, condensa en cinco minutos la esencia del Carnaval chicharrero que no será en 2021. Logra más de 400.000 reproducciones en Instagram en apenas un día, se ha compartido más de 14.000 veces en Facebook y recorre los móviles canarios a través de WhatsApp.

El humorista Darío López, de Palante Producciones, quería hacer un vídeo sobre el no Carnaval de 2021 y tiró de agenda telefónica. Nadie le dijo que no. Juntó a algunas de las caras más conocidas del humor del siglo XXI en Canarias y las mezcló con unos cuantos carnavaleros de pro y varios cameos memorables. Lo que se concibió como una pieza de humor para sobrellevar la bajona de un febrero con pandemia y sin carnaval se ha convertido, en cuestión de horas, en pura emoción carnavalera. La historia, que tiene aquel “no hay que llorar” de Celia Cruz como inspiración, ha conquistado los corazones de los amantes de la fiesta y logrado más de 400.000 reproducciones en Instagram; se ha compartido más de 14.000 veces en Facebook y recorre “a fuego” los móviles canarios a través de WhatsApp.

Darío López reconoce que la buena acogida le ha sorprendido y que ha tenido un impacto que en poco más de 24 horas “multiplica por cuatro o por cinco” lo que es habitual en los vídeos de Palante Producciones. Se grabó en menos de dos días, “gracias a la predisposición y el buen rollo de todos los que participaron delante y detrás de las cámaras. No me encontré con un no por respuesta. Todo el mundo se volcó desde el principio”, recuerda.

La primera jornada de grabación, la más larga, se desarrolló en la Casa del Carnaval, cuyo uso cedió el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para que fuera reconvertida en la ficción en el Centro de Atención al Carnavalero Embajonado (CACE). Allí, Conrado Flores, de El Supositorio, y Darío López se ponen la bata blanca para atender al desorientado director de la murga Bambones, Primi Rodríguez. En el peculiar hospital de campaña, donde Puchi Méndez ejerce de telefonista para atender a la señora y al caballero de Calero, también ejercen la medicina de carnaval Aarón Gómez, Víctor Hubara (Abubukaka) y Nacho Peña (Nachitzz). Entre los pacientes, el DJ Ray Castellano, que ahora apuesta por El Polvorete, y el cantante Pepe Benavente, quien confiesa que él, en el fondo, es “más de música electrónica”.

Tras conectar con La Palma, donde este año “los polvos los van a tener que echar cada uno en su casa (el que pueda)”; Lanzarote, donde atiende un Kike Pérez medio rubio, o Gran Canaria, Darío López muestra sus reservas de “algunos de los ambientes con más buen rollo del carnaval de la calle”: el Kiosko Numancia o la plaza de España de 1987.

Carlos Pedrós (Abubukaka) tiene sus diferencias sobre disfraces con El Típico de Tenerife y un personaje del Carnaval, La Lecherita. Christophe Gaziello, más conocido como Gazz, reduce la nostalgia de esas históricas amanecidas carnavaleras con un clásico: el perrito con todo, “que ha salvado a más carnavaleros que el hospital de campaña”.

Alexis Hernández acude a consolar a la melancólica Sara Cruz, la Reina del Carnaval de 2020, y la historia continúa con un “perderemos por esta vez el Carnaval, pero nunca la forma que tenemos de disfrutarlo”. El epílogo es cosa de Celia Cruz y de algunas imágenes de los mejores días de la fiesta chicharrera por excelencia.

Estos 4 minutos y 59 segundos nacieron para ser “un vídeo fundamentalmente de humor, pensado para la risa, pero al final ha destacado más lo emotivo y la nostalgia, supongo que debido a que las circunstancias actuales magnifican esos sentimientos”, señala Darío, quien hoy se mandará la peluca y el disfraz de hombre de las cavernas para hacer un guiño a la fiesta “aunque este año no toque”.

Si al autor le cogió el éxito por sorpresa, al menos uno de los participantes, Carlos Pedrós, tenía claro que “iba a ser un pelotazo”. Resalta que no es fácil reunir a tanta gente ni lograr plasmar la esencia de una fiesta tan especial: “Es un vídeo que emociona y que pasará a la historia del carnaval”.

#YoMeMandoLaPeluca

La idea de salir hoy a la calle con una peluca, un disfraz o algún complemento carnavalero surgió a raíz de un artículo del periodista Jaime Pérez Llombet que el humorista Darío López, de Palante Producciones, ha popularizado en las redes sociales con el hastag #YoMeMandoLaPeluca. Esta iniciativa, que solo pretende mantener vivo “el buen rollo carnavalero”, aspira a recordar la fiesta con civismo, responsabilidad y sin saltarse ninguna de las medidas sanitarias que impone la pandemia del coronavirus. Hoy toca hacerle un guiño al carnaval y compartirlo de forma virtual, pero sin aglomeraciones ni comportamientos de riesgo. Numerosos colectivos, entidades, empresas y centros educativos de la isla ya han anunciado que se sumarán al reto de mandarse la peluca sin dejar de ser responsables. La Asociación de Empresarios Zona Centro repartió mil pelucas entre sus trabajadores y 9.000 piruletas con forma de corazón entre sus clientes. La Recova también se suma al Yo me mando la peluca y los comerciantes del Mercado Nuestra Señora de África acudirán ataviados con gorros carnavaleros o disfraces, ya que las medidas higiénicas no permiten otro tipo de complementos. Además, invitan a que visitantes y clientes se unan a la fiesta.