Maxi Carvajal, en su último año como director oficial de Diablos Locos, vive una luna de miel murguera por tanto cariño recibido en la final del pasado viernes. El hijo de Tom Carby, que desde que se puso al frente de la murga junto con su marida Víctor Asensio siempre la ha llevado a la final, asegura que "no hay premio que iguale la sensación de cariño que viví el viernes". Con emoción cuenta aún los primeros minutos de desconcierto que vivió al inicio de la actuación. "No sabía nada de lo que me esperaba. Cuando íbamos a comenzar a cantar vi a unos componentes vestidos de negro, que luego vi que eran los integrantes del grupo Tigaray de Los Realejos. Yo solo le preguntaba a mi hijo que quién era aquella gente, que había empezado a contar el tiempo, hasta que el maestro (Víctor) se acercó y me dijo que me relajara y disfrutara".

Fue una experiencia única. "No tenía ni idea. Ya luego me rompí cuando vi cantar a Juan Carlos", añade el heredero del único diablo que ha subido al cielo, como definió Antonio Ramírez, el Chocolate, a Tom Carby.

Respecto a la sucesión al frente de Diablos Locos, Maxi Carvajal asegura que él continuará también vinculado a la murga. "Desde el próximo año Tomi ocupará la dirección, que es un niño que ha caminado en el Carnaval de mi mano y se ha criado y crecido en Diablos Locos, y que lo hace genial dirigiendo, pero eso no significa que yo no vaya a estar. Seguiré en la fila y estaremos ahí tirando para adelante, con Tomi, con Víctor y ojalá que también con Acaymo Correa, que vino para echar una mano de forma puntual y se ha involucrado en la murga y forma parte de la familia", explica el presidente de Diablos Locos.

Para Maxi, "queríamos que fuera un año bonito y creo que se ha conseguido. No nos preocupaban los premios, sino que queríamos que la murga volviera a gustar a la gente, y creo que se ha conseguido este objetivo. Es preciosa la acogida del público en la final, el cariño que nos muestra".

Respecto a la evolución del concurso de murgas, Maxi Carvajal explica que desde Diablos Locos tienen claro su objetivo: "Vamos a seguir siendo murga porque es el estilo que tenemos". Entiende que los grupos críticos tienen que evolucionar, como ocurrió en su momento con Diablos Locos, después del fallecimiento de Tom Carby. "Pero siempre manteniendo el estilo", y se muestra prudente a la hora de valorar la incorporación de instrumentos. Y sentencia: "la murga tiene que ser murga".

Para el codirector de la murga trónica del Carnaval, "si quiero disfrutar de un espectáculo pago una entrada y voy a un musical, que prefiere mantener el concepto de la murga. Respecto a las novedades que se pusieron en marcha este año, como las sillas y gradas numeradas por primera vez, Maxi se lamenta que familiares y aficionados no pudieran vivir juntos la gran final. "Hubiera dejado la fórmula de siempre", admite el director de Diablos Locos.

También no oculta su preocupación por el auge de las prohibiciones sobre los repertorios. "Ahora tienes que tener cuidado con lo que cantas, porque a veces parece que esto está peor que en la época de la censura", afirma de forma humorística. "A este paso no vamos a poder salir disfrazados de mujer ni vamos a poder cantarles a los canariones". Maxi mira con optimismo el futuro de la murga, convencido de que Tomi garantiza la tercera generación trónica.