Lo mejor: Supieron tocar la fibra abordando la Ley de Dependencia y recordando a las familias que deben atender a enfermos de alzheimer; lo mismo que sucedió con el autismo en su segunda canción. Supieron sortear el batiburrillo en el que convirtieron sus dos temas en sendos finales que llegaron, en especial el segundo, con una representación de cada murga en busca de la unidad del colectivo.
Lo peor: Muy forzadas algunas comparaciones en el arranque del primer tema y, sobre todo, demasiado recurrente el sacar a escena a los personajes del Carnaval, como también lo fue el recurrir a nombrar otras murgas. Buscaron un aplauso fácil que, evidentemente, lograron. Repitieron luego procedimiento, aunque sin éxito, con Bolorino Armani, y rizaron el rizo al final con un éxtasis murguero sobre las tablas.
El detalle: El cambio de director musical les ha hecho perder identidad (bastante), si bien mantienen su garra habitual, en especial en los epílogos de sus interpretaciones. Eso sí, sin llegar a los de años pasados. Sus dos temas fueron, en la percha, casi idénticos: una mezcla de temas sociales aderezados con temática carnavalera. Cercanía.
La Traviata
Director: Josechu Álvarez
Fantasía: Bajo una cara sonriente de payaso iré siempre
Diseñador: José Carmelo Cabrera Padilla
Director Musical: Adrián Montes de Oca
Letrista: Grupo de la murga
Temas:
- Un ejercicio de memoria
- Murguero infiltrado